Hitler, el 8 de Septiembre de 1943 madrugó más de lo habitual. A pesar de haber dormido solo 4 horas, fue despertado a las cinco y cuarenta y cinco de la mañana. Tenía una entrevista en Ucrania con Manstein. El mariscal le había informado de la situación: los rusos habían roto el frente del sexto ejército y amenazaba con avanzar hacia Kiev.
Hitler estaba inquieto. Más de lo habitual. Temía una traición de Italia. Apenas estuvo noventa minutos con Manstein. Volvió a subir a su Cóndor y al mediodía ya volaba, dejando Rusia para siempre, ya que nunca más volvería. A las cinco de la tarde se encontraba ya en La Guarida del Lobo, celebrando otra reunión.
La intuición de Hitler fue certera una vez más. Se enteró de que existía un informe, de cuatro días atrás, hecho por un agente, que sugería las propuestas de paz italianas. Por otra parte, la prensa aliada, publicaron los rumores. Hitler se encontraba agotado. Dormitó media hora. Pero su ayudante le despertó con la noticia que la BBC acababa de dar: el rendimiento incondicional de Italia.
Hitler convocó un pleno de reunión de guerra. Asistieron Ribbentrop y Goebbels. El Almirantazgo alemán comentó:
"Las consecuencias de este vil acto de traición -sin parangón en la historia militar- serán muy diferentes de lo que Italia esperaba. El campo de Italia se convertirá en un campo de batalla entre los traicionados aliados de ayer y los despiadados conquistadores de hoy.
Hitler se desplomó en su cama a las cinco de la mañana. Había trabajado veintitrés horas seguidas. Según Irving, "solo él había predicho sin vacilar aquella traición."
Hitler autorizó a Ribbentrop a realizar sondeos ante Stalin, para un posible armisticio. Pero se arrepintió y después consideró la posibilidad de sondear a los ingleses, con quienes tenía más afinidad. Pero se encontró con el obstáculo de Churchill. No se le puede negar a Hitler el haber intentado en numerosas ocasiones, incluso cuando Alemania parecía todopoderosa, llegar a un acuerdo de paz con Gran Bretaña. Aunque también es cierto que Hitler confiaba en alguna victoria para poder negociar.
Al poco tiempo, Alemania tomó Roma. Después tuvo lugar el famoso rescate de Mussolini por parte de Otto Skorzeny, a quien Hitler entregó la Cruz de Caballero. Hitler dijo:
- Cuando la noticia del rescate se difunda caerá en el mundo como una bomba, especialmente entre los ingleses. Les demostrará que nunca abandono a los amigos, que soy hombre de palabra. Los ingleses dirán: ¡Eso es un amigo!
Dos días después, Hitler se dirigió a La Guarida del Lobo para recibir a Mussolini. Antes pidió a Skorzeny que le relatara el espectacular rescate. Hitler le dijo a Mussolini que tenía proyectado un compromiso con Stalin. Pero al día siguiente cambió de opinión:
- Ya lo sabe, Ribbentrop; la verdad es que si hoy llego a un acuerdo con Rusia, mañana volveré a saltarle al cuello. Es mi manera de ser.
Con respecto a los tratos con Churchill, dijo:
- En política no se puede permitir que los principios y las personalidades constituyan un obstáculo. Pero Churchill es un hombre que actúa inspirado por el odio, no por el sentido común.