- Si hubiera existido alguien capaz de realizar la obra a la que me he consagrado, no habría emprendido nunca el camino de la política. Me atraían más las artes o la filosofía. La preocupación que siento por la existencia del pueblo alemán me obligó a esta actividad. Sólo a partir del momento en que las condiciones de vida están aseguradas, puede florecer la cultura.
(Hitler, Conversaciones)
Pongo estas palabras de Hitler porque en los últimos tiempos está habiendo un ataque nuevo hacia el Führer: que entró en política para enriquecerse.
Estoy leyendo el libro "Secretos del Tercer Reich" de Guido Knopp. El título ya nos indica a las claras, que no nos va a ofrecer ningún secreto, por lo menos los que hemos leído algún libro sobre el Tercer Reich. El libro (también podríamos llamarle "basura" pero bueno, para entendernos le llamaremos "libro") contiene un capítulo entero llamado "El dinero de Hitler". Tratándose de un libro de "secretos" uno puede pensar que contendrá alguno importante. Pero no. El autor nos quiere presentar a un Hitler ávido de dinero cuyo único fin en la vida fue enriquecerse. Incluso se atreve a decir que la mentira de que Hitler fue un hombre sencillo, sin apego a lo material, es un bulo que ha pervivido desde el III Reich. Desde 1945 se propusieron aniquilar a Hitler de todas las formas posibles y, mira por dónde, descubren ahora que aún quedan bulos del III Reich sin desmontar.
Decir que Hitler fue un avaro millonario es muy sencillo. Basta recurrir a los coches que tuvo, a su casa de montaña, al arte que coleccionó y a los regalos que hacía a Eva Braun. Es muy fácil. Con esos tópicos ya tienen su libro, se desarrollan convenientemente y listo.
Veamos qué nos dice el amigo Guido Knoop en su pastiche. Lo primero, que Hitler ya era millonario antes de llegar al poder. Todos sabemos que Hitler vivió holgadamente con las ventas de su libro Mein Kampf, como no podía ser de otra manera. Por cierto, que en un principio Mein Kampf no se vendió muy bien. No fue hasta 1932 o 1933 en que el libro comenzó a venderse. El autor recurre a la demagogia diciendo que lo que ganaba Hitler era setecientas cincuenta veces más que el sueldo de un obrero de la época. Incluso dice que "al escritor de éxito en que se había convertido Hitler no le resultaba difícil realizar donaciones que causaban un gran revuelo en los medios de comunicación". Pero, ¿esto no nos suena a algo? ¿No está nuestra sociedad abarrotada de famosos, futbolistas y políticos haciendo supuestas obras sociales que anuncian a bombo y platillo?
"El estilo de vida de Hitler, que de puertas para fuera parecía espartano, y su celebrada modestia personal no eran sino parte de una escenificación que tenía poco que ver con la realidad. El multimillonario Hitler podía ser un asceta en lo que a comida y vestido se refiere: el biógrafo Ian Kershaw lo asegura en su obra fundamental, Hilter, 1889-1936", aunque añade que la vida del dictador transcurría "en el marco de un lujo desorbitado". Es evidente que el Führer del Tercer Reich disfrutó de los frutos que le proporcionaba el poder. En qué medida lo hizo es uno de los secretos de la dictadura nazi".
Para tratarse de un libro llamado "Secretos del Tercer Reich" y que el propio autor afirme que no puede responder a su propia pregunta y que lo solucione con un vergonzoso "es uno de los secretos de la dictadura nazi", nos viene a demostrar que este libro no solo es una tomadura de pelo sino que es una estafa. Por otra parte, que tenga a Ian Kershaw como referente ya nos dice por dónde van los tiros.
En el mismo capítulo Knoop hace un esbozo biográfico de Hitler en donde llega a llamarle "muerto de hambre insignificante", un estilo aprendido de su idolatrado Kershaw, por supuesto. Ya lo he dicho muchas veces, un libro escrito mediante insultos no merece ningún crédito. Pero con Hitler estamos más que acostumbrados.
No merece la pena perder tiempo con este libro pero voy a transcribir algunas perlas para que os hagáis una idea. Más que descrédito o pena, producen risa:
- Hitler se olía que la política le daría ocasión de ganarse la vida, ascender en la escala social y convertirse en alguien.
- Hitler se convirtió en uno de aquellos beneficiados por la inflación a los que permanentemente censuraba, implacable, en sus discursos.
El libro apenas contiene fuentes y las frases "se sospecha que.." son habituales. Por otra parte, achacar que Hitler ganó en 1931 40.780 marcos en concepto de derechos de autor es tan mezquino como achacárselo a cualquier escritor de éxito.
Un capitulo del libro se llama "Lujo y Ostentación" pero ¿cuál es el lujo del que se rodeaba Hitler? Nada más que Berchtesgaden, que por otra parte era una casa modesta. No creo que la residencia de Hitler haya sido más lujosa que la de cualquier otro mandatario de la época, o incluso de nuestra época. El autor incluso aprovecha para llamar a Hitler "chapucero" porque la casa le parece digna de ser rechazada en "cualquier curso de la Escuela Técnica Superior".
Pero el autor va más allá y se atreve a asegurar que para edificar el Berghof hubo que hacer una presión brutal sobre los dueños y que algunos incluso fueron enviados a campos de concentración. Sin embargo, se le olvida al autor mencionar una fuente que lo acredite. Si alguien sabe algo al respecto que informe por favor, aunque me temo que se trate de un bulo.
Después la traducción es una chapuza. Por ejemplo de Göring dice que fue "delegado del plan trimestral". Sin palabras.
Por supuesto que Hitler ganó dinero. Por supuesto que vivió como un pequeño burgués. Pero la realidad es que Hitler fue una persona de gustos muy sencillos. Nunca hizo ostentación de riqueza. Me resulta curioso que en estos días se afanen en convertir a Hitler en un avaricioso y codicioso cuyo único fin por dedicarse a la política era convertirse en millonario. Hace falta ser retorcido. Sobre todo en la época en que vivimos, cuyos políticos democráticos se han llenado los bolsillos de dinero público. Éste es el escándalo. Y no que Hitler fuera millonario, como por otra parte, no podía ser de otra manera. Sin embargo la única preocupación del Führer en su testamento fueron su familia, sus empleados, el partido y el Estado, a quienes cedió sus bienes. Aquí la única realidad es que Hitler ha hecho millonarios a quienes hablan mal de él. El resto es una patraña.