Espantosa es la miseria que el pueblo alemán tiene tras sí. Y no porque haya faltado la diligencia, ¡no! Millones de nuestro pueblo siguen trabajando como antes, millones de campesinos marchan tras el arado como antes, millones de obreros trabajan en el torno de banco, ante el retumbante yunque. ¡Millones de nuestro pueblo trabajan y otros millones anhelan trabajar, más no pueden! Decenas de millares ponen fin voluntariamente a una existencia que para ellos no parece contener más que dolores y miseria. Lo truecan por el otro mundo donde esperan encontrar más y mejores cosas que en la tierra. Tremenda es la desgracia que ha venido a buscarnos, dejando en todas partes el abatimiento y hasta la desesperación. Y nosotros nos preguntamos ¿por qué?
Es una crisis política. El pueblo alemán está en vías de decaimiento, todas sus fuerzas vitales las necesita para la lucha interior. La confianza en la fuerza de la propia voluntad, la propia fuerza, ha desaparecido. Millones dirigen la mirada hacia el resto del mundo con la esperanza de recibir de allá dicha y la salvación. El pueblo decae y en este decaimiento desaparece su fuerza vital, la fuerza para la afirmación de la vida. Los resultados de esta lucha de clases lo vemos alrededor de nosotros y debajo de nosotros y queremos aprender de ellos, pues una cosa hemos reconocido como primera presuposición para el restablecimiento de nuestro pueblo: ¡El pueblo alemán ha de volver a conocerse mutuamente!
Los millones de hombres divididos en profesiones, separados en clases artificiales, que, atacados de presunciones profesionales y locura de clases, no pueden comprenderse unos a otros, tienen que encontrar el camino de unos a otros. Una tarea extraordinaria, poderosa, ¡lo sabemos!. Cuando la locura ha sido defendida y predicada como idea política por espacio de 70 años, cuando la destrucción de la solidaridad popular ha sido casi una ley política 70 años seguidos, es difícil, sumamente difícil, querer cambiar el sentido de los hombres de un golpe. Sin embargo, no debemos desanimarnos ni desesperar. Lo que construyeron las manos del hombre, pueden derribarlo las manos del hombre, lo que inventó en un tiempo la insensatez humana, puede vencerlo y rehacerlo de nuevo una prudente sensatez.
Sabemos que este proceso de encontrarse unos a otros y comprenderse mutuamente no es cuestión de semanas o meses, ni siquiera de unos pocos años. Tenemos, empero, la inquebrantable voluntad de cumplir esta misión ante el pueblo alemán, estamos resueltos a conducir a los alemanes unos a otros, hasta empleando la fuerza si necesario fuese.
He aquí el sentido del 1 de mayo que a partir de hoy ha de ser celebrado en Alemania a través de los siglos, que en el día de hoy se encuentren unos a otros cuantos actúan en el gran engranaje de nuestra labor creadora nacional, y que una vez al año se estrechen las manos convencidos de que nada puede hacerse en tanto no contribuyan todos a la realización de esta labor. Y así, hemos elegido como lema de este día la máxima siguiente:
¡Honrad el trabajo y respetad al obrero!
Para millones es hoy difícil volverse a encontrar por sobre el odio y los errores procreados artificialmente en tiempos pasados. Hay un credo que nos permite recorrer fácilmente este camino. Que trabaje quien quiera y donde quiera, mas no puede ni debe olvidar que su compañero, el que cumple su deber lo mismo que él, es indispensable, que la nación no existe por el trabajo de un gobierno, de una clase determinada o por obra de su inteligencia, sino que solo vive por el trabajo común de todos. Si millones creen poder sacar de la naturaleza del trabajo una deducción acerca de la dignidad de su portador, se encuentran en un amargo error. Hay decenas de millares entre nosotros que quieren hacer depender el respeto al individuo de la clase de trabajo que éste hace. ¡No! Lo decisivo no ha de ser lo que él crea o hace, sino como lo hace. Que entre nosotros hay millones que trabajan año por año, sin la esperanza de adquirir jamás riquezas digo más, sin ganar lo suficiente para llevar una vida sin apuros, no ha de ser motivo para los demás para no creerse dignos de ellos, pues solo su idealismo y abnegación son los que permiten y facilitan el ser y la vida de la colectividad. ¡Desgraciados de nosotros si llegase a desaparecer este idealismo en nuestro pueblo y el valor de los hombres se quisiera medir únicamente por los bienes terrenales que le ha deparado la suerte! El valor de nuestro pueblo no sería ya entonces tan grande ni su existencia tan larga.
No es útil el explicar al obrero su importancia, el demostrar al campesino la necesidad de su existencia, el ir al intelectual, al trabajador mental para hacerles ver la importancia de su cometido y de su labor. Lo necesario es enseñar a cada clase social la importancia de la otra. Y así es preciso que vayamos a las ciudades a proclamar y anunciar la necesidad y la esencia del campesino alemán, que salgamos al campo y vayamos en busca de nuestra intelectualidad para hacerle ver la importancia de los obreros y trabajadores alemanes. Vamos a ver al obrero y al campesino para enseñarles que sin la inteligencia alemana no hay vida alemana; que todos juntos deben formar una gran comunidad: inteligencia, frente y puño, obreros, campesinos y ciudadanos.
El 1 de mayo ha de transmitir al mismo tiempo al pueblo alemán el reconocimiento de que: la aplicación y el trabajo solos no crean la vida si no se desposan con la fuerza y la voluntad de un pueblo. Aplicación y trabajo, fuerza y voluntad, actuando conjuntamente, solo cuando detrás del trabajo se levante el puño fuerte de la nación para proteger y amparar, puede venir la verdadera bendición.
Hay más, este día ha de hacerle comprender al pueblo alemán: ¡Pueblo alemán! Serás fuerte cuando seas uno, cuando hayas arrancado de tu corazón tus discordias y el espíritu de lucha de clases. Podrás poner detrás de tu trabajo una fuerza inaudita cuando enlaces tu trabajo con la voluntad de vivir de todo tu nacionalismo.
Tenemos la firme resolución de que todo alemán, sea quien sea, rico o pobre, hijo de sabios o de obreros de fábrica, vaya una vez en su vida al trabajo manual para conocerlo, para que algún día pueda mandar aquí con más facilidad por haber aprendido ya antes a obedecer. No pensamos en eliminar el marxismo únicamente por fuera, exteriormente; estamos resueltos a privarlo de las presuposiciones. Queremos ahorrar los trastornos mentales a las generaciones que vienen detrás de nosotros.
Los trabajadores de la cabeza y de la mano no deben estar nunca unos contra otros. Por esta razón, exterminamos la soberbia y la presunción que se apoderan tan fácilmente del individuo y le hacen ver con desprecio a los camaradas que "solo" trabajan en el torno de banco, junto a la máquina o detrás del arado. Pero no basta que cada alemán conozca esta clase de trabajo, precisa también que el obrero manual sepa, a su vez, que también hay necesidad del trabajo mental. También a él hay que hacerle ver que nadie tiene derecho a menospreciar a los demás y creerse superior a ellos, sino que todo el mundo debe estar preparado para la gran comunidad.
En este año realizaremos por primera vez esta gran idea ética que enlazamos con el servicio de trabajo obligatorio. Y sabemos que algún día, cuando hayan transcurrido 40 años, habrá experimentado la palabra trabajo manual para millones de seres humanos la misma transformación que sufrió en un tiempo el concepto de lansquenete, en cuyo lugar hubo de ponerse el soldado alemán.
Otra de las grandes misiones que pensamos llevar a la práctica en este año es la liberación de la iniciativa creadora de los fatales influjos de los acuerdos de mayoría. No solo en el Parlamento, no, también en la economía. Sabemos que nuestra economía no podrá prosperar en tanto no se encuentre una síntesis entre la libertad del espíritu creador y el deber con respeto del pueblo todo. Nuestra misión consistirá asimismo, por tanto, en conceder a los tratados la importancia que les corresponde. El hombre no vive para los tratados y contratos, sino que estos existen para facilitar la vida del hombre. Finalmente haremos este año todos los esfuerzos posibles para recorrer la primera etapa del camino de una administración económica orgánica, partiendo del reconocimiento fundamental de que: "No hay encumbramiento que no empiece en la raíz de la vida nacional y económica, en el campesino". De aquí parte el camino que conduce al obrero y finalmente a la inteligencia.
De aquí nace otra nueva tarea: la eliminación de la falta de trabajo procurando ocupación a los que no la tienen. La procuración de trabajo la dividimos en dos grupos. Primeramente la procuración del trabajo privado. Aquí emprenderemos este año una gran obra, la referente a la restauración de los edificios y casas alemanas para que centenares de millares tengan trabajo. En este momento y en este sitio vamos a apelar por primera vez al pueblo diciéndole : ¡Alemanes! No creáis que el problema de la procuración de trabajo se va a resolver en las estrellas. Vosotros tenéis también que ayudar y contribuir a su solución. Tenéis por confianza y prudencia que hacer lo que pueda dar trabajo. Cada uno tiene el deber personal de no vacilar en la creación de lo que necesita, de no esperar para mandar hacer lo que alguna vez tiene que mandar hacer. Cada empresario, cada propietario de casa, cada hombre de negocios, cada particular, tiene la obligación de acordarse del trabajo alemán. Si el mundo propala hoy falsas afirmaciones contra nosotros, si se proscribe el trabajo alemán, debemos esperar que el alemán se haga cargo él mismo de su trabajo.
¡Queremos trabajar y trabajaremos! Todo depende al fin del pueblo alemán mismo, de vosotros, de la confianza que tengáis en nosotros, depende de la fuerza con que os confeséis partidarios del Estado Nacional. Únicamente cuando todos seáis unos en la voluntad de salvar Alemania podrá encontrar el ciudadano alemán su salvación de su patria.
¡Camaradas alemanes! Si el mundo está así contra nosotros, con tanta mayor razón debemos formar una unidad, con tanta mayor razón debemos asegurarle: ¡Podéis hacer lo que queráis! ¡Pero nunca nos doblegaréis, jamás nos obligaréis a reconocer un yugo! ¡El llamamiento a igualdad de derechos no lo apartaréis de nuestro pueblo! El pueblo alemán ha vuelto en sí. ¡No tolerará en su seno a quienes no estén por Alemania! ¡Queremos merecer honradamente el nuevo encumbramiento de la nación por medio de nuestra aplicación, de nuestra perseverancia, de nuestra inconmovible voluntad! No imploramos del Omnipotente: "Señor, hacednos libres". Queremos ser activos, trabajar, tratarnos como hermanos, luchar juntos, para que algún día llegue la hora en que podamos presentarnos ante el Señor y podamos decirle: "Señor, ya ves, nos hemos cambiado". El pueblo alemán no es ya el pueblo sin honra, de la desvergüenza, de la anarquía, de la pusilanimidad de la incredulidad. No, Señor, el pueblo alemán es ya otra vez fuerte en su voluntad, fuerte en su perseverancia, fuerte para sobrellevar todo sacrificio.
¡Notable!
ResponderEliminarFrancamete: notable. Sorprende que haya sido pronunciado en 1933... Se adaptaría muy bien a hoy día.
Como siempre, leer o escuchar al Führer es una experiencia revitalizadora.
¡Gracias, Nacho!
Saludos,
Iván
Buenas
ResponderEliminar¡Magnifico video Nacho!
Deberia eliminarse en España la estupida lucha de clases que no nos lleva a ninguna parte, todos deberiamos ser iguales y ninguno, sea trabajador manual o intelectual deberia considerarse por encima de otro. ¡Ser un pueblo unido es lo que nos hace falta!
Deberiamos dejar atras la España de las 2 españas y volver a ser un pueblo unido. Solo asi podremos salir adelante y dejarnos de absurdas peleas que lo unico que hace es perjudicarnos. Porque parece ser, que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.
Lamentablemente esta es una ardua empresa, porque a muchos no les interesa el status quo ya existente.
Este es un mal endogamico de la democracia, ya que no se rema en el mismo sentido, nisiquiera cuando el pais va a pique.
Saludos a todos los camaradas.
¡Totalmente vigente!
ResponderEliminarNingún trabajador es menos que otro, cada trabajo tiene su dignidad. No se puede descalificar un oficio. La oportunidad de ascenso debe ser exclusivamente por mérito y no por amiguismo o herencia.
No se supone que Hitler es el "ser más maligno de la historia de la humanidad".
Ojalá los contenidos de tu blog se difundiesen más, son la otra cara de lo que nos enseñan en la escuela y la universidad.
¡Qué vivan los trabajadores!
Hola Nacho:
ResponderEliminarGracias por el post, senta muy bien para todos los días, y no únicamente para el 1° de mayo. Que bueno fuera que cada día al despertar y dirigirnos a nuestros compromisos con la sociedad la gente siempre tuviera presente esta bonita manera de pensar.
Como tú nos compartías en su momento decía el Führer que nadie es indispensable en este mundo, y en eso tenía mucha razón, pues no somos como el agua que si desapareciera todo el planeta vivo también lo haría... pero también el Führer recalcaba a su vez que todos los individuos de una nación son necesarios para su edificación.
Es muy diferente ser "indispensable" y ser "necesario".
Y en este mundo lleno de necesidades, morir con el corazón persuadido de que fuimos útiles para el prójimo, es sin duda, la satisfacción más poderosa que justifica nuestra existencia.
Saludos!
Atte: Ana V.
Ojalá los ascensos laborales se realizaran por mérito propio y no por enchufismo, pero esto es algo muy difícil de aplicar ya que el ser humano es corrupto por naturaleza y en según que sistemas como por ejemplo el que nos rige pues más todavía ya que genera un individualismo y un egoísmo persistente. Por supuesto que todo trabajo es importante y necesario, sea manual o intelectual, precisamente uno de los logros del III Reïch fue reducir las enormes diferencias de valoración entre un tipo de trabajo y otro, con lo cual contribuyó a una sociedad más igualitaria en este sentido, eliminó cualquier sentimiento de inferioridad y de superioridad. Referente al tema de las clases sociales, es cierto que hay intereses comunes entre clases sobre todo en materia financiera,la dependencia de la usura del dinero es algo que perjudica tanto a trabajadores como a empresarios, pero luego hay intereses contrapuestos entre productores y patronos, ya que estos últimos siempre intentan explotar lo más posible al trabajador y pagarle un sueldo lo más bajo posible, es una relación natural que emana de la condición humana, por ese mismo motivo las clases sociales no se pueden unir, no tiene sentido, es de lógica. Lo que sí puede ocurrir fue lo que ocurrió en la Alemania NS y es que el estado intervenga directamente en las relaciones laborales y establezca una legislación laboral que obligue a los empresarios a aplicar condiciones dignas de trabajo, tanto en salarios como en jornada de trabajo y todo lo que conlleva, de esta forma salen ganando las dos partes puesto que la riqueza se reparte mejor. Aunque sea algo desconocido para mucha gente, incluso del mundo NS el régimen NS mantuvo los consejos de fábrica, que era el núcleo del sindicalismo obrero, era el equivalente a los comités de empresa que hay en España y en Europa en general en las empresas y se encargaban de negociar con el DAF(Frente alemán del trabajo) las condiciones de trabajo, o sea, los trabajadores tenían autonomía sindical.
ResponderEliminarAl igual que ahora HONRAD AL TRABAJO Y RESPETAR AL OBRERO!!!.
ResponderEliminarSin duda Hitler es y será uno de los mas GRANDES oradores de la historia.
Saludos desde Perú
¡¡Eso es política!! Unir a un pueblo y no dividirlo,terminar con las malditas clases sociales y los partidos que no hacen más que disgregar la fuerza nacional y disiparla en absurdas luchas y peleas fratricidas.
ResponderEliminar¡Cuánto debería de aprender los chupópteros e inútiles politicastros que nos desgobiernan y nos dividen!
Muy buena entrada; tienes algún mail para contacto? Un saludo.
ResponderEliminarDesde luego que los partidos políticos son una porquería, sólo sirven para dividir a la población y fortalecer a los mismos de siempre, a la oligarquía. Son una auténtica lacra que encima tenemos que mantener con nuestros impuestos para luego gobernar en contra de nosotros mismos, de los trabajadores y encima nos hacen pagar las crisis capitalistas a base de recortes sociales y subidas de impuestos.
ResponderEliminarLos partidos no son la base de la democracia, como tanto cacarean los politiqueros. Un país no tiene porqué sacrificarse por sostener un sistema, el sistema debe servir al pueblo. Si no es así, lo que hay es una vulgar manipulación.
ResponderEliminarHitler fue -como dice Irving- un dictador por consenso. ¿Debía dejar hundirse a Alemania por el respeto escrupuloso al parlamentarismo? Hizo lo que tuvo que hacer, sin manipulaciones.
Lo que se conoce como democracia parlamentaria es una burda dictadura partitocrática que impone todo a la fuerza sin consultar nada a los ciudadanos, sólo cada 4 años para que los voten, no es una democracia participativa, y no lo es porque nunca dejarán que se imponga la voluntad popular, entonces se verían obligados a servir al pueblo. El parlamentarismo es una estafa total al servicio del sionismo.
ResponderEliminarComo siempre un placer leer tu blog Nacho. Imperdonable que se me pasara el cumpleaños del Führer este año.
ResponderEliminarSaludos desde Barcelona.
Saludos cordiales.
ResponderEliminarVuelvo a participar en el blog después de un tiempo sin hacerlo por circunstancias personales.
Estoy de acuerdo con las visiones que la mayoría de vosotros habéis expuesto.
Todos sabemos (o deberíamos) que los políticos no sirven al pueblo sino a entes desconocidos por muchos. También deberíamos saber que lo hacen no porque quieren, sino porque deben hacerlo y no tienen otra opción si quieren estar en política.
Los políticos saben perfectamente que actúan contra el pueblo (para eso les pagan), que toda decisión que toman (les dictan) y cada acción que emprenden (les obligan) van en contra del pueblo.
Sé que la mayoría de vosotros sabéis por donde van los tiros, pero a veces parece que lo olvidamos y volvemos a caer en el error de cargar contra los políticos de turno (cosa que por cierto hace hoy cualquiera por lelo que sea) y de esa forma no hacemos más que marear la perdiz sin llegar a ninguna parte.
Yo veo a compañeros, amigos, vecinos, desconocidos en el metro... y veo que los políticos sí que nos representan. Personas que si estuvieran en su lugar ( y no lo están porque no saben cómo llegar a ello) harían los mismo si no más.
Frel ha hecho una sencilla y excelente exposición de lo que es éste sistema. No obstante, me atrevo a decir que viendo el estado actual en el que se encuentra la mayoría de los mortales que habitan este dichoso planeta (y no me refiero a nivel económico), no quiero ni pensar el rumbo que tomaría el mismo si se dejara imponer la voluntad popular.
Dedico la mayoría de mi tiempo a contemplar y analizar el estado en el que se encuentra el pueblo, cómo ha llegado a ese estado y de qué forma podría salir de él.
Te puedo asegurar que si la voluntad popular(a pesar de su pasividad) se impusiera en lo que afecta a su bienestar en general, bienestar necesario para su supervivencia diaria, la clase política no haría lo que hace, no abusarían de los ciudadanos como lo hacen y sus privilegios se verían seriamente amenazados.Es lógico que se arremeta contra la clase política porque como bien indicas(último anónimo) son los que ejecutan los planes que elaboran ese poder oculto que la inmensa mayoría desconoce, aunque poco a poco cada vez hay más gente que lo intuye.
ResponderEliminarPara mí no es la evidente pasividad del populacho la nota más negativa del mismo. Si el pueblo (los siete mil millones de egos que habitan el planeta) se impusiera en lo que afecta a su bienestar está claro que la clase política no haría lo que hace, lo haría el propio pueblo. Yo no cargo contra el pueblo en sí, sino contra el estado lamentable en el que se encuentra sobre todo a nivel moral. Claro que dicho estado es el resultado de años y años de degeneración. Revertir la conducta del mismo llevaría muchísimo tiempo y yo no veo que éste proceso de reversión al que hago mención haya comenzado.
ResponderEliminarAtentamente,
José.
Cuando me refiero a la voluntad popular me refiero a cada país en concreto, no a nivel universal lo cual es tarea prácticamente imposible. Hablo del ejemplo de España, de la inexistencia de la democracia participativa y como bien indicas de la crisis moral que sólo consigue dividir y degradar a la misma ciudadanía, eso sí, todo producto del sistema impuesto y que por supuesto se puede revertir, aunque de momento sea difícil por falta de conciencia popular, pero conforme las condiciones de vida se vayan degradando más ya lo creo que llegará, a no se que otros intenten impedirlo aunque sea a la fuerza.
ResponderEliminarYo he hecho mención a la voluntad popular de todo el planeta, pero por supuesto cada uno a nivel de su nación. Frel, a mí me gustaría tener la concepción que tienes del pueblo español actual. Que la situación actual (centrándonos sólo en España) va a cambiar y no dentro de mucho es evidente. Pero confiar en que un pueblo generalmente analfabeto, laico, desvergonzado, envidioso y que además ha roto con valores tradicionales para adoptar los del "new world order" va a llevarnos a mejor puerto me cuesta.
ResponderEliminarYo estaría encantado de creer que el simple hecho de carecer de dinero va a concienciar a las personas y las va a guiar por el buen camino.
En mi mensaje anterior doy a entender el carácter de este pueblo, actualmente aletargado o aborregado, como quieras definirlo. Decir analfabeto lo veo demasiado fuera de sitio(en todo caso hay analfabetismo funcional), depende de lo que se entienda por dicho término, que culturalmente es limitado entre los países de Europa occidental es cierto, envidioso, pues también, pero bueno yo pienso como tú en el sentido de que dada la coyuntura económica actual y el hecho de carecer de dinero, va a conllevar abandonar por propia naturaleza esa lacra que ha sido hasta ahora el materialismo y el consumismo desenfrenado, va a concienciar a las masas y se van a abandonar esos valores adoptados del nuevo orden mundial, ese sería el buen camino a seguir.
ResponderEliminarEn mi última intervención, acabé la misma diciendo que estaría encantado de creer que el simple hecho de carecer de dinero va a concienciar a las personas y las va a guiar por el buen camino. Quizás debí mencionar que estoy seguro de que eso no sucederá.
ResponderEliminarEl pueblo en general es culturalmente analfabeto y no a niveles inferiores que antaño. Me temo que el hecho de que ahora la plebe compre libros y acceda a la universidad nos haya hecho pensar lo contrario.
Los que nos han llevado a la situación actual, lo han hecho de forma premeditada, no creo que ellos piensen que se les ha ido de las manos. Quieren al pueblo "indignado" con todo lo que le rodea y no hay más que mirarnos para ver el dominio que tienen sobre nosotros. Abajo con esa absurda idea de que el pueblo está despertando porque no es así.
Que el pueblo es culturalmente analfabeto es algo que comparto, ya lo he indicado en otro de mis mensajes, analfabetos funcionales hay muchos independientemente de la formación que tengan puesto que es un rasgo común,nunca como ahora la enseñanza ha estado más adoctrinada, todo con la idea de obedecer las consignas del sistema.
ResponderEliminarPor supuesto que el pueblo no está despertando, el llamado 15-M es una gran farsa dirigida por el sistema para neutralizar al populacho, para hacer creer que algo se mueve pero sin atacar a los responsables de esta nefasta situación en la cual nos encontramos. El pasado año por estas fechas ya se hicieron comentarios en el blog sobre el tema, yo obviamente también participé y me sigo manteniendo en la misma postura en relación al tema en cuestión, si el 15-M fuera un movimiento que luchara contra el sistema se enfrentaría directamente a los órganos de poder, es decir, manifestarse y protestar delante del parlamento en Madrid, delante de los parlamentos autonómicos, frente a los bancos....O sea enfrentarse a los verdaeros responsables de la situación y por lógica estando acampados en una plaza no se consigue nada, de hecho los promotores de las acampadas están subvencionados para ello, para evitar que otros sí quieran atacar a la raíz del problema.
Continuando con el anterior mensaje en relación al tema del 15-M me acuerdo el pasado año que en un canal de televisión(que suelo verla poco), en una tertulia se comentó que en la plaza del sol a los pocos días de la acampada un grupo de gente propuso ir a concentrarse frente al congreso de los diputados para protestar contra la casta política y los que organizaban o dirigían las acampadas se negaron en rotundo, eso de molestar a sus señorías, de eso nada,pero es que además según dijeron el grupo que propuso la acción se dirigió al congreso y no pudieron llegar porque la policía lo impidió, o sea, que estaban avisados de antemano. No es difícil imaginarse quien estaba detras de toda esa farsa.
ResponderEliminarEn realidad es una pena porque hay gente sana con buenas intenciones que está engañada y piensa que se puede conseguir mejorar la situación con el 15-M.
Algún conocimiento tenía sobre ese suceso que has mencionado del 15M del pasado año, gracias por explicarlo.
ResponderEliminarCreo al igual que tú que hay bastantes personas con muy buenas intenciones (aunque poco inteligentes a mi parecer) y que además están dispuestas a actuar. Pero incluso a éstas alturas de la película siguen confiando en y sin cuestionarse "la historia oficial", lo cuál para mí no es importante, sino fundamental.
Saludos, deseo compartir un hermoso concepto sobre Adolf Hitler, de parte de John Fitzgerald Kennedy, Presidente de Estados Unidos: " “Hitler emergerá, desde el odio que ahora le tienen, como una de las más significativas figuras que jamás haya vivido… Hay un misterio en el modo en que vivió y en la manera de su muerte, que vivirá y crecerá después de él. Él tenía aquello de lo que las leyendas están hechas”.(John Fitzgerald Kennedy)"
ResponderEliminarLos partidos son instrumento de los lobbies económicos para imponerse. Concuerdo con la idea de que los partidos no son la base de la democracia. Los "políticos profesionales" buscan la manera de mantener su oficio a costa de todo un pueblo. Lo del analfabetismo es puro y crudo. En mi país -Venezuela- vivimos una farsa de gobierno popular: Mantiene un discurso de izquierdas pero sus prácticas son capitalistas. Nominalmente persigue a los usureros y especuladores pero por la otra tolera el florecimiento de un mercado negro en que participan muchos de sus dirigentes.
ResponderEliminarQuiero poner acá un enlace hacia una curiosa noticia aparecido en un portal de noticias (valga la redundancia) de una radio chilena, donde se revela el "verdadero estado mental del dictador alemán":
ResponderEliminarhttp://www.biobiochile.cl/2012/05/15/en-la-cabeza-de-hittler-revelan-analisis-secreto-del-verdadero-estado-mental-del-dictador-aleman.shtml
Perdón por poner ésto acá y desvirtuar la entrada, Nacho.
Saludos.
Qué gracioso el "estudio" encontrado casualmente 70 años después y realizado en plena Segunda Guerra Mundial por un inglés, probablemente neutral, sobre el enemigo supremo alemán.
ResponderEliminar¿Qué va a decir en semejantes circunstancias? ¿Que era un gran estadista y uno de los personajes más admirables e importantes de la historia? ¿Que en unos pocos años levantó a una nación subyugada y ahogada en deudas injustas por todos sabemos quien?
Ese estudio debería de fijarse más en su propio jefe, el alcohólico, impresentable y maloliente Churchill, cabecilla y muñeco de la élite financiera internacional.
En fin, creo que cada vez que vea la palabra "estudio" voy a pasar página.
Saludos
Nacho o quien sea quisiera saber si ese discurso que aparece escrito en esta parte de tu link: Extracto del discurso de Hitler ante dos millones de trabajadores el 1 de Mayo de 1933 fue un discurso que dio hitler.Me fascina Hitler sin ser nazi y otra cosa Me gusta la historia por eso veo tu blogger espero tu respuesta gracias atentamente: un usuario asiduo a tu blogger
ResponderEliminarAnónimo, claro, es un discurso de Hitler. Comprendo tu fascinación hacia Hitler "sin ser nazi". Estate tranquilo. Es algo que nos ocurre a muchas personas y no debemos excusarnos por ello. Saludos,
ResponderEliminarAlejandro.
ResponderEliminarEn una sociedad capitalista pueden existir todos los medios necesarios para llevar a cabo una determinada obra( recursos materiales,tecnología y mano de obra), pero si no hay dinero nada se hace.Este absurdo es la base del funcionamiento de nuestras economias y es ahí donde los judíos tienen su fuerza. En la Alemania Nazi éste sagrado orden fué subvertido y el máximo valor económico ya no recidía en el dinero sino en el trabajo lo cual le granjeó el odio de los judíos en el mundo entero con las consecuencias por todos conocidas.