Hace poco comenté que se había publicado en edición de bolsillo la biografía de Toland. Fue un error. El libro publicado ha sido la biografía de Fest. La portada como vemos, es espantosa. Con la cantidad de fotos de Hitler que existen tan buenas.
Un capítulo entero de la biografía de Fest está dedicado a hacer una semblanza de Hitler que, ciertamente, deja mucho que desear. En muchas ocasiones Fest se deja llevar por extrañas conclusiones sexuales.
Fest considera que Hitler no era un amante de la música, "equivocadamente creía ser un amante de la música, pero en realidad significaba muy poco para él" llega a decir. La razón es porque a Hitler no le gustaba la música sinfónica o de cámara. Pero ¿es indispensable que te guste toda la música para poder afirmar que te gusta la música? Personalmente me parece una estupidez su argumento. Es de sobra conocido que Hitler no podía vivir sin música y que ésta desempeñó un papel muy importante en su vida desde niño. Y conocida es su gran colección de discos. Como la mayoría de los biógrafos, Fest incurre en contradicciones porque un poco más adelante pone en boca de Hitler "Sí, estoy muy solo, pero me consuelan los niños y la música". Bueno, si no eres amante de la música, difícilmente puedes consolarte con la música.
Pero eso no es todo. Después Fest se supera a si mismo y llega a afirmar que Hitler apenas leía " y que a su alrededor solo toleraba la presencia de admiradores o de quienes contestaban a todo con un sí". Bueno, no se si es necesario recordar lo mucho que leyó Hitler durante toda su vida. De hecho, es imposible imaginarse a Hitler sin libros. He intentado buscar un contexto a la afirmación de Fest y no lo encuentro. Decir que Hitler no leía es como decir que no tenía bigote. Un absurdo.
Otra obsesión de Fest en su obra es la sexualidad. Así pues, cuando nos habla del círculo de Hitler dice que "una parte del acompañamiento lo constituían efebos -según un observador- de cabellos ligeramente rizados, ordinarios, toscos, con gestos afeminados". Esta afirmación parece indicar que Hitler tenía inclinaciones homosexuales. Como sabemos, no es la primera vez que se habla del asunto. En su momento ya traté este tema en este post. En todo caso, me parece una estupidez decir que Hitler estaba rodeado de efebos puesto que sabemos que no es verdad. A no ser que Fest considere efebos al fotógrafo Hoffmann o al doctor Morell. Seguro que los miembros de las SS eran jóvenes y efebos, perfectos miembros de la raza aria, pero el personal de escolta de Hitler nunca intimó con él.
Fest afirma que "todos los informes y recuerdos que poseemos de quienes le rodeaban no nos ayudan a conocer mejor al Führer. Según él Hitler ocultaba "bajo una máscara su total falta de personalidad, en una escenificación cuyos resortes dominaba de manera magistral, como todos los testimonios coinciden en reconocer". No estoy de acuerdo con esta afirmación. Básicamente porque existen muchos testimonios de personas que convivieron con Hitler, y estos testimonios, son la base del conocimiento que tenemos sobre Hitler. Un poco más adelante Fest afirma que "no han quedado anécdotas sobre Hitler". Tenemos mil anécdotas sobre Hitler. En este blog se han publicado muchas.
Otro aspecto que resalta Fest es la supuesta obsesión de Hitler con la muerte. Al parecer Hitler escribió una carta en julio de 1928 en la que Hitler decía que contaba ya con treinta y nueve años de forma que "en el mejor de los casos, solo me quedan unos veinte años aprovechables" para cumplir sus trascendental misión. "El tiempo empuja. No me queda mucha vida por delante... Debo poner los cimientos sobre los que puedan seguir construyendo los otros. Yo ya no veré terminada la obra".
"Se servía de un aparato policíaco y de las sopas de harina. No fumaba, no bebía, evitaba incluso el café o el té, contentándose, en su lugar, con inocuas infusiones de hierbas medicinales. En los años posteriores, por influencia de su médico personal, el profesor Morell, recayó en el vicio de los medicamentos; constantemente tomaba remedios o, por lo menos, tenía pastillas disolviéndose en la boca. Se observaba a sí mismo con una preocupación de hipocondríaco. Unos simples espasmos de estómago los consideraba como un inmediato síntoma de cáncer. Cuando, durante la primavera de 1932, en el transcurso de la campaña electoral para la reelección de presidente del Reich, uno de sus correligionarios le visitó en el hotel donde se hospedaba, le manifestó, sin dejar de comer su plato de sopa de verduras, que no podía esperar demasiado tiempo; 'no puedo perder ni un solo año, tengo que estar en el poder cuanto antes, con el fin de llevar a cabo misiones gigantescas en el plazo de vida que todavía me resta. ¡Es preciso, es preciso!' Numerosas manifestaciones hechas en años posteriores, incluso algunos discursos aislados, contienen referencias similares. En el círculo íntimo del Führer, observaciones tales como 'ya no me queda demasiado tiempo por delante' 'marcharnos pronto de aquí' o 'pocos años de vida' se convirtieron en frases hechas, constantemente utilizadas".
Sin embargo, Fest no cita fuente. Así que no podemos fiarnos de estas declaraciones de Hitler.
En muchas ocasiones he mencionado la biografía de Fest. Es indudable que ocupa un peso pesado entre los biógrafos de Hitler. Se me antoja menos malicioso de Kershaw. Pero lamentablemente creo que Fest en ocasiones divaga con pensamientos de tipo sexual o psicológicos que dejan mucho que desear.
"Hitler, Joachim Fest, Una biografía" Planeta.
Pero eso no es todo. Después Fest se supera a si mismo y llega a afirmar que Hitler apenas leía " y que a su alrededor solo toleraba la presencia de admiradores o de quienes contestaban a todo con un sí". Bueno, no se si es necesario recordar lo mucho que leyó Hitler durante toda su vida. De hecho, es imposible imaginarse a Hitler sin libros. He intentado buscar un contexto a la afirmación de Fest y no lo encuentro. Decir que Hitler no leía es como decir que no tenía bigote. Un absurdo.
Otra obsesión de Fest en su obra es la sexualidad. Así pues, cuando nos habla del círculo de Hitler dice que "una parte del acompañamiento lo constituían efebos -según un observador- de cabellos ligeramente rizados, ordinarios, toscos, con gestos afeminados". Esta afirmación parece indicar que Hitler tenía inclinaciones homosexuales. Como sabemos, no es la primera vez que se habla del asunto. En su momento ya traté este tema en este post. En todo caso, me parece una estupidez decir que Hitler estaba rodeado de efebos puesto que sabemos que no es verdad. A no ser que Fest considere efebos al fotógrafo Hoffmann o al doctor Morell. Seguro que los miembros de las SS eran jóvenes y efebos, perfectos miembros de la raza aria, pero el personal de escolta de Hitler nunca intimó con él.
Fest afirma que "todos los informes y recuerdos que poseemos de quienes le rodeaban no nos ayudan a conocer mejor al Führer. Según él Hitler ocultaba "bajo una máscara su total falta de personalidad, en una escenificación cuyos resortes dominaba de manera magistral, como todos los testimonios coinciden en reconocer". No estoy de acuerdo con esta afirmación. Básicamente porque existen muchos testimonios de personas que convivieron con Hitler, y estos testimonios, son la base del conocimiento que tenemos sobre Hitler. Un poco más adelante Fest afirma que "no han quedado anécdotas sobre Hitler". Tenemos mil anécdotas sobre Hitler. En este blog se han publicado muchas.
Otro aspecto que resalta Fest es la supuesta obsesión de Hitler con la muerte. Al parecer Hitler escribió una carta en julio de 1928 en la que Hitler decía que contaba ya con treinta y nueve años de forma que "en el mejor de los casos, solo me quedan unos veinte años aprovechables" para cumplir sus trascendental misión. "El tiempo empuja. No me queda mucha vida por delante... Debo poner los cimientos sobre los que puedan seguir construyendo los otros. Yo ya no veré terminada la obra".
"Se servía de un aparato policíaco y de las sopas de harina. No fumaba, no bebía, evitaba incluso el café o el té, contentándose, en su lugar, con inocuas infusiones de hierbas medicinales. En los años posteriores, por influencia de su médico personal, el profesor Morell, recayó en el vicio de los medicamentos; constantemente tomaba remedios o, por lo menos, tenía pastillas disolviéndose en la boca. Se observaba a sí mismo con una preocupación de hipocondríaco. Unos simples espasmos de estómago los consideraba como un inmediato síntoma de cáncer. Cuando, durante la primavera de 1932, en el transcurso de la campaña electoral para la reelección de presidente del Reich, uno de sus correligionarios le visitó en el hotel donde se hospedaba, le manifestó, sin dejar de comer su plato de sopa de verduras, que no podía esperar demasiado tiempo; 'no puedo perder ni un solo año, tengo que estar en el poder cuanto antes, con el fin de llevar a cabo misiones gigantescas en el plazo de vida que todavía me resta. ¡Es preciso, es preciso!' Numerosas manifestaciones hechas en años posteriores, incluso algunos discursos aislados, contienen referencias similares. En el círculo íntimo del Führer, observaciones tales como 'ya no me queda demasiado tiempo por delante' 'marcharnos pronto de aquí' o 'pocos años de vida' se convirtieron en frases hechas, constantemente utilizadas".
Sin embargo, Fest no cita fuente. Así que no podemos fiarnos de estas declaraciones de Hitler.
En muchas ocasiones he mencionado la biografía de Fest. Es indudable que ocupa un peso pesado entre los biógrafos de Hitler. Se me antoja menos malicioso de Kershaw. Pero lamentablemente creo que Fest en ocasiones divaga con pensamientos de tipo sexual o psicológicos que dejan mucho que desear.
"Hitler, Joachim Fest, Una biografía" Planeta.