Cedade publicó en el centenario del nacimiento de Hitler, en 1989, dos especiales en los que incluía la visión que tenían del Führer diversos personajes. Extraigo algunos pasajes que considero interesantes. Florentine Rost van Tonningen , viuda de Meinoud Rost van Tonningen, numero dos del Movimiento Nacional Socialista de los Países Bajos, muerto en extrañas circunstancias tras la guerra. Ella dijo de Hitler:
- Los puntos culminantes de mi vida fueron: mi encuentro con el Führer, Adolf Hitler, un hombre que dedicó toda su vida al servicio del pueblo, cumpliendo su misión, encomendada por la Providencia. ¿Qué otro dirigente en todo el mundo consiguió unir a hombres y mujeres de todas las clases sociales en un todo solidario? Él se dedicó a todos.
- ¡Ustedes no pueden imaginarse de qué forma era querido y respetado! ¡Cómo se ofrendaron a él los soldados alemanes, especialmente de la SS, luchando caballerosamente, sirviendo de ejemplo al mundo entero!. Bajo su mandato reinaron el orden y la disciplina típicas de la tradición alemana. Los Congresos del Partido y las manifestaciones fueron acontecimientos únicos, que no habían tenido lugar nunca antes de forma semejante en toda Europa.
- Me encontré con Hitler en el año 1940, junto a mi marido, con ocasión de una conversación privada en el Hotel Adlon de Berlín. Su carisma y serenidad absolutas produjeron en mi, como en todo el que tuvo la suerte de conocerle personalmente, un profundo respeto. En nuestra conversación remarcó el gran respeto que sentía ante las mujeres del norte, crecidas de raíces cósmicas. Hitler elogió a todas las mujeres que se sacrificaron por sus maridos, por su familia y su patria y las consideraba la piedra angular de la nación. Agradezco a la Providencia haberme podido encontrar varias veces junto a mi querido esposo, ante nuestro Führer Adolf Hitler. Hitler fue la herramienta y el profeta, del que emanaba espiritualidad.
El número dos de la revista incluía un reportaje sobre Hitler y los animales. De hecho está extraído del librito del mismo nombre publicado en los años 70. Es un librito que a mi me gusta especialmente. No tiene mucha calidad, pero contiene fotos de Hitler rodeado de animales, la mayoría ya conocidas hoy y, básicamente sus reflexiones sobre los animales extraídas de sus conversaciones. En este blog se han publicado ya algunas. Me gustó especialmente una carta enviada desde Spandau por Rudolf Hess a su mujer en donde habla de forma indirecta de Hitler:
- Me conmovió la desgracia del pequeño perro. ¿Puede dudar alguien realmente que exista un alma finamente modelada en los animales? No lo puedo remediar: la idea de matar y de comer una criatura con una vida interior más sensible que la de muchos hombres es horrible, independientemente de que si haya pueblos que son especialmente aficionados a la carne de perro. No creo que el alma de otros animales -animales que son alimento moral para el hombre- se encuentre por debajo de la del perro. Teníamos una vez con nosotros un cervatillo en Reicholdsgrün que vino a nosotros como un bebé para que lo alimentásemos y que se convirtió pronto en un compañero inseparable de juegos de los niños aunque quería también a los mayores, los cuales le correspondían, hasta que por fin un día, escapándose del jardín, saltó del arroyo desapareciendo en el bosque, donde pronto encontró el amor de un ciervo, amor que superó a todo lo demás, quedándose en el bosque. Pero cuando nosotros caminábamos por el bosque se nos aparecía para saludarnos, incluso cuando estaba acompañado de crías, contemplada por los de su especie que, ciertamente, se extrañaban, pues debido a su instinto había aprendido lentamente que la bestia debe comportarse con extrema prudencia respecto al hombre.
- Nuestro cervatillo nos visitaba de tiempo en tiempo en el jardín y en la casa. ¡Qué pensamiento tan absurdo sería el aprovechar una de estas ocasiones para matarle porque su carne sabe tan bien! Lo mismo podría decirse del, para nosotros menos simpático, ganado vacuno: no hay más que ir a un matadero y contemplar cómo la pobre víctima, imaginando su destino, es empujada hasta el matarife. Uno que fue vegetariano durante 15 años de su vida (se refería a Hitler pero no lo menciona por su nombre debido a la estricta censura que le impide cualquier alusión política) me dijo en una ocasión que la mayoría de los hombres renunciarían a comer animales si se viesen obligados a matarlos personalmente y yo estoy convencido por mi parte de que con el progreso hacia formas superiores de cultura y ética nuestra especie acabará por fin apartándose con horror de toda forma de canibalismo, incluso de las aún hoy practicadas con los animales.
La segunda parte de la revista ofrece 100 opiniones sobre Hitler. Destaco alguna:
- Esta guerra no ha nacido de un capricho de Hitler o de Mussolini. Esta guerra forma parte de la guerra milenaria entre usureros y trabajadores, entre la usurocracia y todos lo que hacen una jornada de trabajo honrado con el brazo o con el intelecto. (Ezra Pound)
- No, Hitler no era un hombre vulgar. Por el contrario era una persona muy inteligente, con gran imaginación y una cultura musical muy profunda. También tenía unas hermosas manos y cuando se hablaba con él normalmente no se le caía el flequillo sobre la frente. (Diana Mitford)
- En Hitler palpitaba una activa concepción frente a la vida, que exigía una participación interna cada vez mayor; pero en el fondo, sus elementales arrebatos de cólera eran una prueba de la pasión que ponía en todas las cosas. (August Kubizek).
- Hitler ha sido el más grande Héroe de la historia alemana. La lucha de Hitler contra la marea bolchevique fue no solo en beneficio de Europa, sino del mundo entero. (Karl Dönitz).
- Adolf Hitler fue mi amigo, desde el día de nuestro primer encuentro hasta su muerte. Y yo también fui su amigo. (Heinrich Hoffmann).
- Era un hombre que sabía lo que quería y que estaba seguro de alcanzar su objetivo. Poseía una gran constancia y tenacidad. Estaba convencido de que tenía y de que podía salvar Alemania y que a ello estaba llamado. (Emmy Göring)
- Hitler había dado la orden incluso de hacer regresar del frente a las personas con talento fuera de lo común, para que pudiesen trabajar en las obras de arte... Él deseaba que la vida artística no se detuviese. Lo quiso hasta el final. (Arno Breker)
- Hitler daba la impresión de ser altamente inteligente, dejaba entrever una valiosísima y confiada memoria, parecía educado y era capaz de ofrecer claras exposiciones. (Herbert Hoover).
- Le gustaba pasear por el jardín y sentarse junto a la chimenea de la casa: la llamaba la tahona, ya que le hacían pasteles de almendra, justo lo que le gustaba a él... Siempre quería que los médicos le dijeran la verdad sobre su condición física... Hitler tomó la costumbre de no irse nunca a la cama hasta estar seguro de que el último avión enemigo había abandonado el espacio aéreo alemán... Solía hacer una corta siesta por la tarde de 10 minutos... Lee mucho, por supuesto, mucho, especialmente antes de quedarse dormido... El Führer le da mucha importancia a estar delgado. (Dr. Theo Morell)
- Hitler aunaba los dones de la bondad y la dureza y los golpes de la vida, en vez de suavizarlo, lo galvanizaron más.
(Conde von Krosigk)
- Hitler tenía una creencia firme en su papel histórico y en que él mismo era una criatura del destino... Poseía una férrea voluntad de afrontar los riesgos y un talento especial para simplificar los asuntos que otros hombres creerían difíciles.
(Allan Bullock)
- Hitler con frecuencia encuentra soluciones extremadamente sencillas para problemas que a otros hubieran parecido insolubles.
(Schacht)
- El Führer me da la impresión de ser una persona de sentimientos sumamente sinceros. Casi quisiera decir que aquí reina un ambiente de paternal cordialidad.
(Hans U. Rudel)
- Hitler seguramente permaneció fiel a Eva Braun y nadie ha dudado tampoco de la fidelidad de ella para con él.
(Prof. Hasselbach)
- Hemos recorrido el mundo. Pero las cosas que hemos visto en Alemania serían difíciles de imaginar. Es un milagro que solo un hombre y una voluntad pueden explicar.
(Eduardo VIII)
- No sabes lo que Hitler tiene en la cabeza hasta que no tienes el honor de escuchar a este hombre extraordinario.
(Wallis de Windsor)