24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

Hola, muy buenas a todos. Desear a todos una feliz Navidad y un feliz año 2013. El año que entra será el 80 aniversario de la subida al poder de Hitler. La prensa siempre celebra los aniversarios de Hitler y del nacionalsocialismo. Supongo que se tratará de una estrategia comercial para vender libros pero lo cierto es que no se dejan pasar los aniversarios. Curiosamente en las últimas semanas apenas hemos tenido novedades de Hitler. 

 A continuación, fotografías de Hitler en torno a la navidad. Muchas de ellas están sacadas del álbum de Eva Braun y de su lugar favorito, Berchtesgaden. En cierta forma, Hitler también tenía una familia con la que se sentía cómodo. Su familia eran sus colaboradores más cercanos. 

Un abrazo a todos los lectores!








24 de noviembre de 2012

La formación de Hitler y opiniones de sus colaboradores

Como sabemos, Hitler fue una persona autodidacta. Acostumbraba a decir que los años de guerra significaron para él como "treinta años de universidad". En Mein Kampf dijo que "Viena constituyó siempre la escuela de mi vida. Allí nacieron los fundamentos de mi concepción del mundo en general y de mi método de análisis político en particular. Estos conocimientos no me abandonaron jamás, aunque más tarde me vi obligado a ampliarlos". A los estudios literarios se dedicó especialmente en la prisión de Landsberg a la que él llamó "su universidad por cuenta del Estado".

Según Maser "Hitler no se limitó a almacenar los resultados de sus estudios, sino que aprendió a valorarlos de un modo consecuente hasta convertirlos en directrices de su propia vida"

En 1921 Hitler declaró: "Desde los 20 a los 24 años me ocupé cada vez más de los problemas políticos, pero en vez de asistir a reuniones, me dedicaba al estudio intensivo de las teorías económicas y de la bibliografía antisemita que en aquella época podía encontrar.. A partir de los 22 años me ocupé preferentemente de los escritos político-militares, pero sin dejar nunca el estudio de la historia universal".

Según varios testigos, Hitler empezó ya en los últimos años de escuela a estudiar por su cuenta obras especializadas, que no tenían nada que ver con las asignaturas de clase. Maser afirma que Hitler estudió lírica alemana. Tras el inicio de su carrera política Hitler lee novelas solo para distraerse. Los campos que más dominaba fueron la arquitectura, el arte, la historia y la técnica. También poseía grandes conocimientos de música, historia de la cultura, historia de las religiones, biología y medicina. 

Su otorrinoralingólogo dijo sobre él: "Poseía una capacidad asombrosa para comprender los nuevos temas médicos, tal como pude comprobar en el curso de una conversación sobre un libro de otología que él había leído en cierta ocasión... su formación médica general era sorprendente, lo mismo que su buena orientación. Conocía la relación existente entre los coágulos sanguíneos y los trombocitos, así como la influencia de la nicotina sobre los vasos coronarios o la posible relación entre una inflamación maxilar y la dentadura. De las sulfamidas y la penicilina sabía asimismo lo más importante".

En una ocasión Hitler declaró que aprovechaba las primeras horas de las mañanas y las últimas de la noche para estudiar libros importantes. El doctor Morell dijo de él: "La formación general de Hitler adolecía de la falta de una auténtica preparación universitaria que él intentaba compensar apropiándose de la mayor cantidad posible de conocimientos de toda índole adquiridos a través de la lectura". Josef Popp, su casero, vio varias veces a Hitler leyendo a Schopenhauer y Platón. En muchas ocasiones Hitler recurría  a citas y textos enteros de Schopenhauer.

 Jodl declaró poco antes de morir:

 "Gracias a sus conocimientos y a su inteligencia, a su palabra y a su voluntad, conseguía salir siempre triunfante en cualquier clase de discusión. Sus pensamientos eran una mezcla extraña de lógica y sobriedad, de escepticismo y fantasía; unas veces era capaz de adivinar el futuro pero otras se equivocaba. A mi particularmente me causó mayor admiración en el invierno de 1941-42, cuando gracias a su fe y su energía, consiguió afianzar el débil frente oriental. Hitler no era "ningún charlatán, sino una personalidad gigantesca que al final adquirió unas dimensiones infernales; pero anteriormente había sido verdaderamente grande, una personalidad gigantesca, aunque con ciertas reservas. Por desgracia, yo no ejercía sobre el Führer la influencia que por mi rango me correspondía. El motivo era su poderosa personalidad, propia de un hombre incapaz de tolerar los consejos."

Dönitz dijo de Hitler:

" Una personalidad poderosa... con una inteligencia y actividad extraordinarias, formación universal, aspecto vigoroso y una fuerza increíblemente sugestiva. No visitaba... con más frecuencia el cuartel general porque creía que de esta manera conservaba mejor mi energía y porque a los pocos días de permanecer en dicho cuartel general tenía la impresión de tener que inclinarme ante su fuerza sugestiva."

Walter Funk:

" Ya desde el primer encuentro me causó la impresión de una personalidad extraordinaria. Comprendía al instante todos los problemas y poseía una gran facilidad para expresarlos con elocuencia y abundancia de gestos."

Hermann Göring:

" La política exterior era uno de los temas sobre los que tenía ideas particulares... la política exterior por un lado y la dirección del ejército por otro eran los temas que más interesaban al Führer y los que mayor tiempo le ocupaban. Se preocupaba hasta de los detalles más insignificantes. En algunas ocasiones mandaba que le trajeran documentos, sin que los expertos pudieran adivinar cuáles eran sus motivos; otras veces exponía sus intenciones a los especialistas, pidiéndoles que le proporcionaran cuantos documentos y pruebas encontraran sobre el asunto. La decisión final siempre la tomaba él."

Keitel:

"Estaba tan bien informado sobre la organización, armamento, dirección y equipo de todos los ejércitos y de todas las flotas del mundo que era imposible cogerle en un error. Durante la guerra estudiaba por las noches las obras de Moltke, Schlieffen y Clausewitz. Ello nos inducía a pensar: esto solo lo consigue un genio. Incluso en los detalles más nimios relacionados con la organización y demás problemas diarios del ejército solía ser yo el discípulo en vez del profesor".

Raeder:

"Hitler hablaba mucho, le gustaba divagar, pero siempre perseguía un objetivo concreto con cada uno de sus discursos, objetivo que variaba según el círculo de oyentes. Era un maestro de la fanfarronería, igual que lo era de la dialéctica. Empleaba expresiones fuertes, dependientes a su vez del objetivo que quisiera alcanzar; hacía trabajar a su fantasía y en muchos de sus discursos se contradecía a si mismo. Nunca se podía saber de antemano cuáles eran sus intenciones y su meta final. Nunca pedía consejo, sino se limitaba a dictar las órdenes sin discusión."

Hjalmar Schacht:

"Hitler leyó muchísimo, adquiriendo una ingente cantidad de conocimientos con los que hacía juegos malabares durante los debates y discursos. En cierto aspecto no cabe la menor duda de que se trataba de un hombre genial. Tenía ideas que jamás se le habrían podido ocurrir a otra persona y que eran las apropiadas para salir de ciertas dificultades, a veces de un modo sencillo y a veces de un modo brutal. Era un psicólogo de masas excepcional con una genialidad diabólica. "




Cambiando de asunto, agradecer a mi amigo Pedro el envío de este regalo:

Se trata de un libro original del III Reich de la serie "Deutschland im Kampf" del año 1943. Pertenece a una serie de libros editados por el  Ministerio de Propaganda en donde se analizaba el día a día de la guerra. Muchas gracias, amigo Pedro. Eres muy amable.



En las últimas semanas  se están produciendo discusiones en el blog que a veces llegan al insulto. He eliminado algún comentario (uno por decisión del lector) difamatorio. Ya me conocéis. No me interesan las discusiones eternas porque no llevan a ningún sitio. Me habéis pedido también un post sobre Hitler y la raza. Lo he pensado muchas veces pero me parece arriesgado, habida cuenta de la polémica. Como sabéis, no me gusta hablar sobre la "cuestión judía". Y si voy a publicar un post sobre Hitler y el racismo, es obvio que debería tratar el tema de los judíos, ya que casi todas las referencias que tenemos sobre Hitler y el racismo son sobre los judíos. A veces incluso llego a la conclusión de que Hitler fue más antisemita que racista. Encontramos elementos racistas en el ideario hitleriano pero, básicamente, su ideología fue antisemita. Y no pretendo hacer de este blog un lugar antisemita ni de debate sobre tan espinoso asunto. Se que es una contradicción, pero me considero una persona muy respetuosa y me gusta que el blog sea un lugar neutral y amable. Sí os rogaría un poco de respeto hacia opiniones contrarias. Debe de haber cientos de blogs y foros en los que tratar esos asuntos. Espero que la calma llegue a los lectores y que éste sea un lugar de encuentro en donde lo que nos une sea más que lo que nos separa.

5 de noviembre de 2012

Hitler y los idiomas

Hoy nos relajamos un poquito con un aspecto poco conocido de Hitler: su conocimiento de idiomas extranjeros.  En nuestra época es muy común que si no se vive en países de habla inglesa, se incida mucho en el aprendizaje del inglés, y lo cierto es que a pesar de ello, muy pocos lo dominan. He leído en alguna ocasión un ataque a Hitler muy curioso: que solo hablaba alemán, y no muy bien. Pero si tenemos en cuenta la época en que vivió y la nuestra, donde tenemos una educación supuestamente superior, la realidad nos indica que, nuevamente, Hitler fue una persona extremadamente inteligente. En la actualidad, por mucho que nos enseñen idiomas, lo cierto es que no los hablamos correctamente, y Hitler, por el contrario, era capaz de leer sin problemas en inglés y en francés. 
Hitler, en las ciudades de Linz y Steyr, recibió clases de francés durante 5 horas a la semana y durante 4 años. Aunque en 1904 tuvo que repetir el examen de francés. No le gustaba mucho ese idioma, algo que insinuó ya en Mein Kampf. Sin embargo, en 1941 su profesor Gregor Goldbacher hizo alusión a ese examen, de donde se desprende que a Hitler no se le dio mal ese idioma. 

Su amigo de juventud, Kubizek dijo:

- El francés era la única lengua extranjera que Hitler estudió, o mejor dicho, que tenía que estudiar.

Amigos de Hitler anteriores a 1918 han atestiguado que Hitler se defendía con soltura en francés. Su casero de Munich Popp, que hablaba ese idioma, pudo comprobarlo, al igual que compañeros del ejército, que contaron que el conocimiento del francés por parte de Hitler le sirvió de mucho ya que como mensajero tuvo que tratar con franceses. Hitler por otra parte, leyó muchos libros en francés. 

Hitler no estudió inglés en la escuela. Sin embargo, era capaz de entenderlo lo suficiente como para defenderse. El hijo de su casero, Josef Popp, que vivió en Estados Unidos, valoró positivamente sus conocimientos de inglés.  Se sabe que entre 1913 y 1914 Hitler encargó libros y publicaciones inglesas en las bibliotecas de Múnich. 

El periodista norteamericano Karl Wiegand, que entrevistó a Hitler en enero de 1930, recibió varias respuestas de Hitler en inglés. Y según Werner Maser, el hecho de que a Hitler le gustara ver las películas inglesas y americanas en versión original y leer los periódicos y revistas inglesas y francesas, está suficientemente atestiguado. 

Hans Severus Ziegler, quien conoció a Hitler durante veinte años, dijo:

- No debe creerse que un estudiante de filología inglesa con varios semestres cursados pudiera saber más inglés que él.

Según también Maser, algunas personas que conocieron a Hitler antes de 1924 afirmaron que estudió durante algún tiempo yiddish y hebreo, sin embargo el biógrafo admite que no existen pruebas al respecto. Sin embargo, en las conversaciones de Hitler con Dietrich Eckart y en sus conversaciones de sobremesa queda demostrado su conocimiento de esos idiomas. Según Maser:

- Al pintor Hitler, que era capaz de desarrollar pensamientos de gran plasticidad y que además poseía una memoria privilegiada, no le debió resultar nada difícil confeccionarse en poco tiempo un catálogo de palabras hebreas que pudieran serle de alguna utilidad. 

En las conversaciones de sobremesa, en fecha 7 de marzo de 1942, tenemos unas declaraciones del propio Hitler:

- Si se compara el idioma alemán con el inglés, y luego con el italiano, se presentan al espíritu inmediatamente algunas consideraciones. El idioma inglés carece de la posibilidad de expresar pensamientos que van más allá del orden de las cosas concretas. Esta posibilidad la tiene el idioma alemán, y por eso Alemania es el país de los pensadores.

El italiano es la lengua de un pueblo de músicos. Me convencí de esto el día que en Obersalzberg oí  a un ciego de guerra italiano. ¡Qué olas de elocuencia, qué apoteosis! Traducido su discurso, no quedaba en nada: puro aire.

Nosotros los alemanes no tenemos costumbre de hablar por hablar. No nos emborrachamos con los sonidos. Cuando abrimos la boca es para decir algo. Pero nuestra lengua se empobrece en vocales y debemos reaccionar contra esta tendencia. 

Alegrémonos por disponer de un vocabulario bastante rico para matizar hasta el infinito nuestro pensamiento. Y aceptemos con agradecimiento las palabras extranjeras que han entrado en nuestra lengua, aunque no sea más que por su sonoridad. ¿Qué sucedería si expulsáramos de la lengua alemana las palabras de origen extranjero que ha asimilado? Primero, no sabríamos exactamente dónde conviene pararse en este camino. Después, sacrificaríamos estúpidamente una rica aportación que debemos a nuestros predecesores. 
Mientras una lengua evoluciona, es que vive, sigue adecuándose a la expresión de los pensamientos y de las ideas nuevas. Me gustaría que cuando tomamos una palabra de una lengua extranjera, la ortografía alemana correspondiera a su pronunciación, de modo que todo el mundo pueda pronunciar ese término de la misma forma. El ejemplo de los ingleses, en lo que a esto se refiera, no es recomendable. Desde el momento en que una lengua dispone de una letra para cada sonido diferente, no se puede admitir que la pronunciación exacta depende del conocimiento de la lengua en la cual la palabra tiene su origen. Una palabra debe escribirse como se pronuncia. 

21 de octubre de 2012

Hitler y la religión

Ya hemos tratado en no pocas ocasiones el asunto de "Hitler y la religión" ocasionando con ello debates más o menos encendidos. Personalmente opino que en este asunto existen tantas versiones como cada uno quiera. Por eso, cuando alguien quiere defender a un Hitler religioso obtiene material abundante para hacerlo. Pero lo mismo ocurre a la inversa: se poseen no pocas declaraciones del Führer criticando las religiones y en particular a la Iglesia. Werner Maser trató el asunto en su biografía. Comienza con esta declaración de Hitler:

- Al regular mi vida fundándome en los conocimientos que Dios me ha dado, puedo equivocarme, pero no mentir.

Maser afirma que Hitler se tenía por una persona religiosa y "profundamente piadosa" pero que rechazaba a la Iglesia. Sin embargo Maser acepta que resulta difícil conocer quiénes fueron los modelos en los que basó sus convicciones espirituales. Que Hitler demostró aversión hacia la Iglesia está bastante demostrado, aunque lo cierto es que perteneció a ella hasta su muerte. Según Maser, Hitler opinaba que el hombre del siglo XX, debido a los avances científicos, no debería tomar en serio a la Iglesia. Sin embargo, opinaba que la religión es beneficiosa para la humanidad. Y cita una declaración de Hitler de noviembre de 1941:

- Para el ser humano, una profundización del sentimiento íntimo es algo completamente maravilloso. 

O estas:

- Lo cierto es que somos criaturas y que existe una fuerza creadora. El pretender negar este hecho es una tontería. Todo aquel que cree en algo, aunque sea algo erróneo, es superior a aquel que no cree en nada. 


- No quiero imponerle mi filosofía a una viejecita campesina. La enseñanza de la Iglesia es también una especie de filosofía, aunque no se esfuerza en ir tras la verdad. Como los hombres no pueden pensar cosas grandes a coro, eso no perjudica en nada. De una manera u otra, todo desemboca en un reconocimiento de la impotencia del hombre ante la ley natural eterna. Esto no causa ningún perjuicio si llegamos al conocimiento... de que la salvación del hombre consiste en tratar de comprender la Providencia divina sin que crea que puede rebelarse contra esa Ley. Si el hombre se adapta humildemente a las leyes, es digno de admiración.

Como observamos, Hitler sustituía el concepto de Dios por el de "Providencia".  Los estoicos empelaron esta palabra para designar la fuerza que gobernaba todos los acontecimientos de la tierra y toda la vida humana ( Werner Maser biografía). El propio Maser llegó a esta conclusión:

- Cuando Hitler hablaba de Providencia lo hacía en el sentido de la providencia estoica que todo lo ve y que ha creado el mundo para dirigirlo y gobernarlo según sus propios fines. Numerosas pruebas demuestran que estaba firmemente convencido de encontrarse bajo la influencia divina. Tanto en público como en privado solía interpretar sus éxitos o sus fracasos bajo esta perspectiva. 

Hitler, que contrariamente a lo que se cree, se creía responsable de sus fracasos, le dijo a su otorrinolaringólogo Giesing, en relación a la derrota de Stalingrado:

- La suerte suele repartir de vez en cuando reveses como el de Stalingrado; yo se que la Providencia ha tenido también en cuenta a la parte contraria y en el futuro la tendrá todavía más.

En otra ocasión, y hablando sobre el atentado de julio de 1944 dijo:

- Si en alguna ocasión me han asaltado dudas sobre la tarea que me ha encomendado la Providencia, ya se me han disipado por completo. Día tras día considero un auténtico milagro haber salido con vida de entre tantos montones de ruinas.

Poco antes de suicidarse, Hitler le dijo a su médico:

- La Providencia me ha guiado hasta ahora con toda seguridad; continuaré por el camino que me ha marcado a pesar de todos los obstáculos intermedios. 

Según Maser Hitler sustituyó la palabra "Dios" por "Providencia" porque consideraba que la Iglesia hacía un mal uso de la palabra "Dios". Hitler creía también en convicciones científicas.

En 1941 dijo:

- Cuando se dice que el rayo es enviado por el buen Dios, no se está expresando ninguna inexactitud. Pero lo que si es seguro es que el buen Dios no ha enviado el rayo en la forma que afirma la Iglesia. La definición de la Iglesia es un uso impropio de la palabra para fines terrenales. 

Hitler pensaba que la religión había surgido para que los hombres "pudieran comprender intelectualmente las imágenes de un pasado remoto, que se habían convertido en esquemas, adornándolas con los símbolos externos que habían de servir para que la Iglesia conservara su influencia."

Hitler creía que la religión había influido positivamente en el proceso evolutivo  durante un periodo determinado, al mismo tiempo que profetizaba que la transformación de las relaciones económicas, establecida por el comunismo, acabaría por superarla. Hitler, por el contrario, no estaba convencido de ello ni deseaba que se produjera semejante evolución. En su opinión, la religión "había sido mas humana en sus comienzos" pero quería conservarla a toda costa -quizá por considerarla un medio idóneo para someter a los hombres y para reforzar el poder- aunque no así a la Iglesia. En su prisma, esta última no tenía reservado ningún lugar positivo en la historia. Sobre la Edad Media opinaba:

- El periodo que va desde mediados del siglo III hasta mediados del XVII ha sido seguramente la época más atroz de rebajamiento humano. La sed de sangre, la mezquindad, y la mentira dominaban esos tiempos.

En 1942 declaró:

- Yo no soy de la opinión de que tenga que quedar algo de lo que hubo antes. La Providencia le ha dado al hombre razón para que obre conforme a ella. La razón me muestra que el dominio de la mentira será quebrantado. También me muestra que eso no se conseguirá ahora... No es que me de miedo la lucha, pues si llega el momento la entablaré sin el menor titubeo, actuando con rapidez en cuanto tenga la prueba de que ello pueda suceder.

En una ocasión Hitler confesó que en su juventud había defendido la idea de destruir a la Iglesia de un modo radical, como con dinamita, para así borrarla de la faz de la tierra. Sin embargo después Hitler quiso obrar con inteligencia.

Por supuesto, en los debates sobre religión y Hitler se habla a menudo del anticlericalismo de muchos dirigentes nazis, como Bormann o Himmler. Y se habla del misticismo de Himmler y de sus estrambóticas ideas que quería imponer. Pero lo cierto es que Hitler no comulgó jamás con la ideología de Himmler y apenas le daba importancia. Tampoco Hitler fue partidario de que las masas le veneraran como a un Dios. Quién sabe, pero tengo la impresión de que el concepto de religión que tenemos aún hoy, sería muy diferente de haber triunfado Hitler. De lo que no cabe duda, es de que Hitler ha sido el único líder histórico que se planteó cambiar la religión de un modo absolutamente único en la historia. El comunismo, con su ateísmo radical, no ha logrado erradicar las creencias de las personas que dominó. La prueba más evidente es que en países en donde el comunismo gobernó durante décadas, como Polonia o Rusia, la religión tiene hoy en día muchísima influencia.

Seguiré en futuros posts hablando sobre Hitler y la religión. Por supuesto, se que el asunto da para miles de interpretaciones y que cada cual intenta obtener conclusiones para un lado u otro. El hecho de que Hitler sea considerado hoy en día la encarnación del mal y del mismo diablo nos da una idea de lo peligroso del asunto y de cómo la religión, en cierta forma, condiciona también nuestros pensamientos. 


6 de octubre de 2012

La casa donde nació Hitler, la Guarida del Lobo y otras noticias

La casa natal de Hitler quedó vacía el año pasado. Como sabemos, se trata de la localidad austriaca de Braunau am Inn. El ayuntamiento admite tener un problema porque no sabe qué hacer con ella. Hasta ahora daba cobijo a personas discapacitadas pero cuando éstas fueron trasladadas a un edificio más moderno, la casa quedó vacía. Un responsable del municipio ha declarado:

"Sencillamente no se puede hacer desaparecer, por desgracia la tenemos aquí. Hitler no se quedó mucho tiempo, dos o tres semanas, pero eso es suficiente, él nació en esta casa y ahora tenemos que convertirla en algo positivo" declara un responsable del municipio. 

El alcalde ha declarado que preferiría que se convirtiera en una casa de apartamentos antes que convertir el edificio en un lugar anti nazi. Como vemos, se trata de un debate un tanto absurdo. Porque, se haga lo que se haga, incluso aunque destruyan el edificio, la historia no se podrá borrar: allí nació Hitler, algo que nadie podrá destruir. Curiosamente, hasta hace poco ni el edificio ni la localidad eran objeto de debate político ni periodístico. Pero el hecho de convertirlo en debate originará más curiosidad por la gente, que acudirá en mayor número a visitarla, sean nazis o anti nazis. Creo que es muy tarde ya para borrar las huellas de Hitler, por mucho que se empeñen. 


Otro lugar polémico es la famosa Guarida del Lobo, en Polonia. Las autoridades polacas finalmente lo han convertido en un lugar turístico. El edificio se encuentra en la antigua Prusia Oriental, ahora Polonia. Allí tuvo lugar el atentado del 20 de Julio de 1944. Los alemanes abandonaron el lugar a principios de 1945 y lo minaron y destruyeron en su mayor parte. Pues bien, ahora el lugar se ha convertido en un hotel de 55 camas, cuatro habitaciones individuales, 24 dobles y una familiar. Uno de los antiguos búnkers se ha convertido en un restaurante con capacidad para 80 personas. Los turistas que lo deseen pueden dormir en la misma habitación en la que durmió Hitler. Todo se enmarca dentro de "los aficionados a la Segunda Guerra Mundial". Pero ya sabemos que es el nombre "Hitler" lo que atrae al turismo. 

Por 25 euros se puede alquilar una antigua habitación ocupada por la guardia personal de Hitler. Todo acompañado por guías que explican la historia del lugar. Personalmente celebro la decisión y creo que es una buena oportunidad para estar en un lugar en donde Hitler vivió y en donde tomó decisiones muy importantes. Yo desde luego, en cuanto pueda iré. 

Y bien, nuestro amigo JMC ya nos avisó en el anterior post de otra noticia. El joven mallorquín que pretendía atentar en una universidad, ya tiene justificación para la prensa sensacionalista: ¡leía a Hitler! Así, nuestra tonta prensa ya tiene justificación moral. Todos sus miedos quedan disipados de manera absurda. Y de paso, adoctrinan a las masas con un axioma ciertamente curioso: leer a Hitler es peligroso. Me gustaría saber en qué parte del Mein Kampf, Mi Lucha, se encuentra escrito que hay que poner bombas en universidades. O en dónde está escrito algo relacionado con atentar contra jóvenes universitarios. Es algo demencial. El hecho de que un loco lea a Hitler no nos indica nada. Solamente que un loco lee a Hitler. Supongo que ese loco leerá en Internet sin parar, o verá la televisión, y nadie relaciona eso con actividades terroristas. Como siempre, la información solo depende de qué tipo de personas las recojan. Pero la prensa liquida como siempre el asunto con el titular "leía a Hitler". Algo ciertamente difícil de digerir pero muy efectista. Bien, Juan Manuel Morales, que así se llama el chico de 21 años, se encuentra detenido. Desde luego, no le vamos a dar publicidad al chico, solamente resaltar el hecho de que el nombre de Hitler aparezca una vez más junto al de un loco asesino.

Panzer y Hectópolis, muchas gracias por vuestras felicitaciones. La verdad es que no suelo ver las estadísticas del blog. Al final casi siempre somos los mismos los que debatimos los temas. Pero me alegro mucho de saber que el blog tiene visitas, para que la gente se plantee que leer sobre historia, y sobre todo de Hitler, tiene que estar sujeto a muchas reflexiones. Y si, seguro que hago un post sobre Hitler en 1940. Es un tema interesante, pero que tendría infinidad de salidas, ya que en ese año la actividad de Hitler fue frenética, tanto a nivel político, militar como personal.