- La tierra es propiedad nacional. Los individuos no pueden tener más que el usufructo de la misma. Por lo tanto, que cada cual saque su pedazo de terreno el máximo de lo que pueda rendir. Puesto que el profesor Hoffmann puede afirmar que su hacienda da las mayores cosechas de la región, yo opino que eso está muy bien, y que ello es una razón mayor para que la conserve. Cuanto más dinero invierta en ella, más provecho sacará.
- El hecho de hablar varias lenguas no es un signo de inteligencia. Se encuentran corrientemente niños que hablan tres o cuatro lenguas, por poco que tengan institutrices extranjeras.
Sobre las recomendaciones:
- No se obtenía absolutamente nada en Austria sin recomendaciones. Cuando llegué a Viena, llevaba una para Roller, pero no la utilicé. Con aquella recomendación, me hubieran contratado inmediatamente. Sin duda fue preferible que no sucediera así. No me ha hecho daño tener que comer suela de zapato.
Sobre la corrupción:
- Había antes diez mil veces más corrupción que hoy. La diferencia es que no se hablaba de ello. Cuando condenamos a un prevaricador, no ha de ser un pretexto para dar grandes voces. Entre nosotros no hay mal endémico, no hay más que casos especiales.
- Hay quien dice que el mundo es malo y desea dejar esta vida. ¡A mi me gusta este mundo! Si ese deseo de morir es debido a un disgusto amoroso, doy al desesperado el consejo de esperar un año. Los consuelos vendrán. Pero si es por otra razón por la que un ser humano quiere morir, entonces que muera, no se lo impido. Llamo sencillamente la atención sobre el hecho de que no es posible escaparse completamente de este mundo. Los elementos que componen nuestro cuerpo pertenecen al ciclo de la naturaleza. En cuanto a nuestra alma, pudiera ser que volviera al limbo, esperando una ocasión de reencarnarse. Pero me contrariaría que todo el mundo quisiera acabar con la vida.
- Adén es, por lo visto, uno de los peores hornos del globo. Estoy bien decidido a no atravesar jamás el Mar Rojo. ¡Me daría un ataque!
Sobre los artistas y la política:
- Hace tiempo que conozco a los actores y a los artistas en general. De vez en cuando resulta conveniente poner fin a sus impertinencias y dirigirles una amonestación.
Actitud con los adversarios:
- He sido particularmente correcto con mis adversarios. He hecho del ministro que me condenó, mi ministro de Justicia. Entre mis carceleros hay varios que han llegado a ser jefes de la SA. El director de mi prisión ha ascendido. El único que no ha mejorado de situación ha sido Schweyer. Al contrario, le he suprimido las acumulaciones, ya que además de su pensión de ministro, cobraba dieciocho mil marcos a título de administrador de la electricidad de Baviera.
- Espíritu de decisión no significa obrar a cada instante. El espíritu de decisión consiste sencillamente en no dudar cuando una convicción interior os manda obrar.
- He sostenido siempre el punto de vista de que el Partido debe permanecer aparte de la religión.