30 de agosto de 2010

Hitler africano!

Se acaba el mes de agosto y volvemos a la rutina. Durante este mes las noticias sobre Hitler, cómo no, no han cesado. Y me temo que nos encontramos ante una nueva "ofensiva" difamatoria contra él. El historiador Thomas Weber va a publicar un libro llamado "La primera guerra de Hitler" en donde asegura que el Führer no fue un valeroso soldado durante la Primera Guerra Mundial y que esa fama se creó durante el III Reich. Este historiador se basa en nuevos documentos encontrados en el Archivo de Guerra de Baviera.  Me sorprende que aún hoy en día se encuentren nuevos documentos relativos a Hitler, habida cuenta de que los historiadores llevan muchos años rastreando cualquier papel referente al Führer. No es la primera vez que algún historiador haya sugerido que la valentía de Hitler en el frente no fue más que una leyenda creada por el III Reich. Sin embargo esto desluciría a historiadores muy consagrados que han descrito a Hitler como un soldado nada temeroso, valiente y un gran compañero de sus camaradas. Lo que no logro entender es cómo se emplea como argumento una supuesta leyenda creada durante el III Reich cuando de sobra es conocido que desde 1945 los historiadores y políticos se han encargado de desmontar, pieza por pieza, todo el entramado intelectual y social del nacionalsocialismo. A ver cómo lo explica.

Una de las noticias más repetidas durante este mes ha sido esa que afirma que Hitler tenía raíces africanas y judías. Lo curioso de este estudio es que se basa en las muestras de salivas de 39 familiares del Führer. Bien, lo primero que hay que resaltar es que los supuestos familiares actuales de Hitler lo pueden ser en un grado muy remoto, puesto que Hitler no tuvo descendencia y sus hermanos tampoco fueron de la misma madre. Por lo tanto, yo creo que se trata de un estudio poco creíble. Al parecer se han tomado análisis de ADN de estos supuestos familiares y el resultado ha sido un cromosoma más presente en los habitantes de Marruecos, Argelia, Túnez o los propios judíos, "A partir de este supuesto se puede concluir que Hitler estaba relacionado con personas a las que él despreciaba"  han afirmado Jean-Paul Mulders y el historiador Marc Vermeeren. Bien, no es la primera vez que investigan a descendientes de Hitler, ya hablé una vez de ello en el blog. Me parece una estupidez que no demuestra nada. No solo eso, por mucho que los cromosomas de Hitler sean africanos, ello no le quita ni un ápice de credibilidad al ideario racista de Hitler. Es más, podría afianzarlo. Hitler no era un idiota en ese sentido. Era el primero que sabía perfectamente que los pueblos emigran constantemente. Aquí lo único que cuenta es el descrédito y la difamación que con la noticia se pretende dar a Hitler. Los titulares de la prensa han sido vergonzosos. Poco más o menos nos vienen a decir que Hitler era negro. Los titulares han sido del tipo "Hitler descendía de africanos". Sinceramente, hace falta ser imbécil. Pero el descrédito a Hitler se va refinando poco a poco.

De todas formas, quien estudia este tipo de asuntos, no deja de dar la razón a Hitler. Es decir, quien afirma que una persona tiene cromosomas de un cierto continente, no deja de estar apoyando las diferencias raciales de las personas, es decir, no deja de refutar el ideario racista. Hoy en día nos quieren inculcar que las razas no existen, que todos somos iguales etc. Y demostrando que Hitler tenía raíces africanas lo que nos están diciendo a su vez, es que las razas existen. Por otra parte, si Hitler tenía cromosomas judíos con ello nos quieren decir a su vez que los judíos tienen unos cromosomas diferentes a los demás, con lo que también están apoyando las tesis de Hitler. También dudo mucho que este estudio absurdo llegue a buen puerto, ya que los propios judíos no se deben de sentir muy cómodos sabiendo que Hitler pertenecía a su raza, ¿no os parece?

13 de agosto de 2010

Berlín y el III Reich turístico


Puerta de Brandenburgo
Ya estoy de regreso de Berlín. Cuando uno aterriza por primera vez en la capital y está un poco despistado lo mejor que se puede hacer es acercarse lo primero a la Puerta de Brandeburgo, que todos conocemos perfectamente y que es el centro más turístico de la ciudad. Es uno de los puntos más visitados y en la actualidad es una atracción turística para hacerse múltiples fotografías. En la actualidad es más un lugar americano que alemán. La gran embajada americana situada justo al lado y un museo dedicado a Kennedy nos hacen recordar quién manda en el mundo hoy, lo que a mi gusto desluce un poco la visita, pero nuestra imaginación puede borrar eso perfectamente si lo obviamos. Y es que para visitar Berlín queriendo ver el Berlín de Hitler hay que tener una cierta imaginación, pero ese es otro cantar. Allí se ofrecen tour más o menos gratuitos de la ciudad. Un grupo de chicos con camiseta roja los ofrecen en diferentes idiomas. En concreto hay un tour del III Reich así que me apunté por curiosidad.  En mi caso un chico español ofreció el recorrido a pie durante unas cuatro horas. Comienza con un esbozo biográfico de Hitler justo en la misma Puerta de Brandeburgo. La verdad es casi no tuve ninguna objeción a lo que dijo. Se notaba que el chico conocía la biografía de Hitler.
Hotel Adlon
Reichstag
Estaba muy influenciado por el historiador Kershaw, de hecho le pregunté por sus lecturas y me dijo que era la biografía que había leído. Justo al lado de la Puerta de Brandeburgo se encuentra el hotel Adlon, escenario de importantes acontecimientos del III Reich. Esta reformado hace no mucho. Después nos dirigimos hacia el Reichstag. El guía dijo, por supuesto, que su incendio no está del todo aclarado, dejando al visitante la idea de que fueron los nazis quienes lo hicieron. Todos sabemos que, a pesar de ser un símbolo de Berlín, a Hitler nunca le gustó mucho y que apenas lo utilizó. A pesar de todo, es un edificio histórico que hemos visto en muchas fotografías de la época y resulta emocionante encontrarse allí. A todos nos vienen a la mente los últimos días de la guerra, con los soviéticos izando la bandera allí. Justo después, el guía nos dirigió hacia un monumento soviético que simboliza su victoria en la guerra. No es el único que hay en Berlín, pero si el más céntrico. El guía insistió en el esfuerzo soviético durante la guerra, lo que no deja de ser cierto. Lo que no se le plantea al visitante es el por qué, una vez derribado el imperio soviético, de la existencia de esos vestigios de la dictadura comunista. Hay una gran escultura dedicado al soldado desconocido soviético que los alemanes llamaron "monumento dedicado al violador desconocido", por la gran cantidad de mujeres alemanas violadas por soldados rusos. 
Monumento soviético

Antiguo Ministerio del Aire
Después se continua por la calle en donde estaba situada la Nueva Cancillería, ocupada en la actualidad por unos edificios ciertamente no muy bonitos. No es un lugar que recuerde en absoluto a lo que fue pero el hecho de saber que allí mismo tuvieron lugar los acontecimientos finales en la vida de Hitler le confieren al lugar un halo especial. Quizá sea el lugar de Berlín donde más imaginación haya que echar ya que se ha querido borrar para siempre todo recuerdo de Hitler. Justo al lado se encuentra el antiguo edificio del Ministerio del Aire de Hermann Göring. Es el edificio del III Reich mejor conservado de Berlín, casi intacto, y en la actualidad lo ocupa el Ministerio de Finanzas. Uno se pregunta qué milagro ocurrió para que en medio de la destrucción más absoluta se mantuviera en pie ese edificio. El edificio es impresionante y yo creo que es uno de los lugares en donde uno puede imaginarse estar en una calle del III Reich.

Ruinas Edificio Gestapo
En general, el tour del III Reich me parece, lógicamente, muy básico. Apenas se sale del centro de la ciudad y yo creo que lo podrían ampliar un poco más. Otro defecto que le veo es que el guía incide especialmente en la destrucción de Alemania y en su derrota, y apenas en los éxitos de Hitler y, mucho menos aun, en los logros sociales alcanzados por el III Reich. No en vano, la empresa que gestiona este tipo de tours es americana. Así que con eso esta todo dicho. Al final, como es obvio, la gente se va del tour con la idea de los horrores del nazismo. De hecho acaba en una exposición llamada "Topografía del Terror", en donde se encontraba un edificio de la Gestapo.

Una de las calles que más nos pueden recordar al Berlín de Hitler es, sin duda, Unter den Liden. Se encuentra reconstruida casi por completo, pero se ha respetado bastante el original. Impresiona ver las imágenes apocalípticas del fin de la guerra y compararlas con la actualidad. Con todo, paseando por esta amplia avenida podemos detenernos en varios puntos relacionados con Hitler y el III Reich. Por ejemplo, tenemos la Catedral en donde se casó Hermann Göring y a la que asistió Hitler.

Muy cerca de la Catedral, llegamos al Museo Histórico Alemán. Si solo estás interesado en la época nacionalsocialista, te puedes saltar directamente todos los siglos de historia, aunque personalmente creo que merece la pena observarlo todo. Personalmente es el museo que más me ha gustado. Bien, una vez situados en las salas que más nos interesan, nos podemos encontrar con uniformes de las SA y de las SS, carteles electorales de la época etc. Saqué todas las fotos que pude así que os voy a poner unas cuantas:

Uniforme de las SA


Uniforme de las SA







Uniforme de las SA

Este museo es quizá el único lugar de la ciudad en donde se exhiben banderas con la cruz gamada, ya que como sabemos, en la actualidad están absolutamente prohibidas en Alemania. 

Cartel de Propaganda


Uniformes de las SA









Uniforme de las SS



Batería antiaérea
El famoso Coche del Pueblo

Busto de Hitler








Perfil del busto de Hitler



Este busto de Hitler es lo más emocionante sobre Hitler que se puede ver en el museo. Al parecer, de este molde se encargaron  varias copias y es original de la época. Hitler nunca posó personalmente para la obra, así que el artista tuvo que hacerlo a partir de fotografías.

Otro lugar que se encuentra en la Unter den Liden es la Biblioteca Nacional. Allí es donde se quemaron 20.000 libros por orden de Goebbels. Justamente en el suelo en donde ardieron las obras se encuentra un homenaje que consiste en unas estanterías vacías que se pueden ver desde el mismo suelo:

Otro museo que creo que merece la pena visitar es el Museo de la Técnica, de reciente apertura. Básicamente solo está dedicado a barcos y aviación, pero hay varios aviones de la época nacionalsocialista:


Una de las calles más animadas de Berlín es la Friedrichstrasse. Cerca de allí  hay un búnker conservado perfectamente en donde durante la guerra se guardaban las obras de arte. Es este:


Hice la fotografía con los nombres de las calles en la que se encuentra ubicado por si alguien quiere visitarlo.




Muy cerca de allí se encuentra el teatro Admiralspalast, uno de los teatros frecuentados por Hitler. En la actualidad se encuentra reformado, pero conserva su aspecto original. Recientemente se estrenó una parodia sobre Hitler. Este es el teatro:
Admiralspalast Berlín
 Uno de los "platos fuertes" de la visita al Berlín nacionalsocialista y de Hitler, es el Estadio Olímpico, no solo por su perfecto estado de conservación sino porque a todos nos vienen a la mente las imágenes perfectamente captadas por Leni Riefensthal. Es toda una delicia visitarlo, recomendando alquilar una audio-guía. Ciertamente ahí me explayé tomando fotografías. Os muestro algunas:






Detalle de antigua esvástica. 

Para terminar, una curiosidad. Al termino de la guerra y durante la reconstrucción de la ciudad, en el lado este de la ciudad se construyeron unos barrios para obreros. A la larga avenida se le llamó Stalin Allee. Cuando finalizaron las obras los arquitectos se dieron cuenta de que esas construcciones guardaban un gran parecido con las maquetas realizadas por Hitler y Speer. Así que nos encontramos ante una de las ironías de la historia.  Personalmente es una de las calles que más me gustan de Berlín:
Ah! y otra cuestión, si visitáis la ciudad con amigos no aficionados a la historia del III Reich y de Hitler, deberéis tener mucha paciencia. Nunca van a entender por qué te quieres parar en determinado lugar, por qué no quieres visitar otros y por qué te emocionan tanto algunos rincones de la ciudad. Por supuesto, tus amigos siempre te considerarán una especie de "loco". Lo mejor es no discutir el asunto con ellos. Los aficionados al III Reich y a la II Guerra Mundial somos como una especie diferente, muy difícil de entender para el resto de los mortales. ¿Verdad?