Los libros del Gran Dictador - Timothy W. Ryback
He terminado de leer el libro de Timothy W. Ryback "Los libros del Gran Dictador".La edición española es un espanto, empezando por la portada. En las imágenes podéis observar el resultado . La editorial Destino no solo le ha cambiado el título, en el original "Hitler's private library" por el imposible "Los libros del Gran Dictador". El atropello no queda ahí, la misma portada es un espanto, nos muestra a un Hitler endemoniado dispuesto a asesinar al planeta tierra. Disponemos de miles, millones diría yo, de fotografías de Hitler y deciden poner una ilustración a todas luces maliciosa. Por lo menos en su edición original, el libro de Ryback tiene una portada aceptable. Se puede ver al Führer posando junto a sus libros. Una magnífica fotografía que bien podían haber utilizado en el mercado español. Compré el libro ya molesto por todo ello. Sin embargo, el tema me interesa como para boicotear el libro.
He terminado de leer el libro de Timothy W. Ryback "Los libros del Gran Dictador".La edición española es un espanto, empezando por la portada. En las imágenes podéis observar el resultado . La editorial Destino no solo le ha cambiado el título, en el original "Hitler's private library" por el imposible "Los libros del Gran Dictador". El atropello no queda ahí, la misma portada es un espanto, nos muestra a un Hitler endemoniado dispuesto a asesinar al planeta tierra. Disponemos de miles, millones diría yo, de fotografías de Hitler y deciden poner una ilustración a todas luces maliciosa. Por lo menos en su edición original, el libro de Ryback tiene una portada aceptable. Se puede ver al Führer posando junto a sus libros. Una magnífica fotografía que bien podían haber utilizado en el mercado español. Compré el libro ya molesto por todo ello. Sin embargo, el tema me interesa como para boicotear el libro.
Ryback, a pesar de haber estudiado profundamente el asunto, se basa en clichés y estereotipos sobre Hitler. Así pues, comienza el libro con el manido título de "El hombre que quemaba libros". Como todos sabemos, se debe referir (aunque no lo menciona) a la famosa pira que organizó Goebbels apenas comenzado el III Reich. Hace falta ser un imbécil para no darse cuenta de que la palabra "libros" es tan abstracta que lo mismo podemos hablar de un libro sobre recetas de cocina que otro sobre guerra. Pero en general la gente suele pensar que los libros siempre son buena cosa. Sin embargo, existen tantos libros que es normal que haya regímenes que prohíban muchos de ellos y el de Hitler, como es lógico, no iba a ser una excepción. Sin ir más lejos, la mayoría de los regímenes actuales, prohíben el Mein Kampf. Si aplicáramos la misma lógica, ningún libro debería estar prohibido. A mi esto me parece una tontería. Sí, bajo el régimen de Hitler hubo censura de libros, como en todos los regímenes.
Ryback dice que Hitler era famoso por no escuchar nunca a nadie. Esto es falso. Si Hitler no hubiera escuchado nunca a nadie, no habría logrado ni siquiera llegar al poder. Si Hitler no hubiera escuchado nunca a nadie, en definitiva, no habría llegado si quiera a ser quien fue.
Ryback solo ha tenido acceso a una mínima parte de la biblioteca de Hitler. Se dice que Hitler tuvo una biblioteca de unos 16.000 volúmenes y el autor solo ha tenido acceso a unos pocos. Se basa en su estudio en los márgenes que supuestamente Hitler escribió en sus libros. La biblioteca de Hitler fue saqueada tras la guerra. En un principio estaba ubicada en su apartamento de Múnich, en el Obersalzberg, en la Casa Parda y en la Cancillería. En 1945, unos 10.000 libros fueron enviados a Moscú y no se ha vuelto a saber de ellos. Soldados americanos saquearon a placer los libros que encontraron en el Berghof. Lo mismo hicieron en Múnich. Una parte de la biblioteca de Hitler, unos 3.000 volúmenes, fueron puestos a resguardo de las bombas en una mina de sal, cerca de la residencia alpina de Hitler por orden del propio Führer. Estos volúmenes fueron enviados a Estados Unidos y, al parecer, olvidados durante años.
Una de las anécdotas más conocidas de este libro es la siguiente:
- En la primavera de 2001, cuando abrí por vez primera el Berlín de Osborn en el ambiente mortecino de la sala de la sección de libros raros, hasta donde llegaba el ruido apagado del tráfico del mediodía, descubrí, encajado entre las páginas 160 y 161, un hirsuto pelo negro de unos veinticinco milímetros que parecía de un bigote, hallazgo que riza el rizo de la intuición benjaminiana: el coleccionista guardado en sus libros...literalmente.
Sinceramente, opino que no se puede tener más desfachatez. Si después de sesenta años, y tras pasar por múltiples manos, las posibilidades de que este pelito pueda ser de Hitler son mínimas. Pero el infeliz, el caradura de Ryback ha vendido "su" historia y ésta se ha convertido en muy popular. Los periódicos de todo el mundo publicaron la noticia, casi como la más destacable. Sinceramente, me parece tan poco relevante y tan poco serio, que en esta anécdota obtenemos casi el poco valor del estudio.
En ocasiones el autor se centra en asuntos que nada tienen que ver con la literatura y Hitler. En una ocasión Ryback nos habla del lujo que Hitler disfrutó mientras estuvo encarcelado en Landsberg. A su celda le llama "suite" y nos dice que los guardias de la prisión saludaban al grito de "Sieg Heil". A mi me parece que es muy improbable, puesto que según tengo entendido, el término "Sieg Heil" lo acuñó Goebbels y de todos es conocido que la relación entre Hitler y Goebbels surgió después de que el Führer estuviera en prisión. Corregidme si me equivoco.
El autor también se extiende en la redacción por parte de Hitler del Mein Kampf. Dice Ryback que durante mucho tiempo se supuso que Hitler dictó el libro a Rudolf Hess y a su chófer Emil Maurice. Sin embargo Ryback asegura que Hitler ya comenzó el libro antes de que llegaran a prisión Hess y su chófer. Y nos dice que el Führer lo mecanografió. Ian Kershaw dice en su biografía de Hitler que éste lo dictó a Hess y a su chófer (página 249 del primer volumen). Joachim Fest, nos dice que "Hasta avanzadas horas de la noche tecleteaba la máquina de escribir y podía oírse cómo, en la estrecha habitación, dictaba a su amigo Hess." (página 290). En la biografía de Toland se afirma que Hitler le dictaba el libro a Maurice y que después, "en la soledad de su celda, mecanografiaba laboriosamente el manuscrito, con dos dedos, en la máquina de escribir que le había prestado el alcaide." (página 298). Así que ahí tenemos un debate interesante: ¿mecanografió Hitler su propio libro?
Ryback, por supuesto, practica en su libro la difamación hacia Hitler, como no podía esperarse de otra forma. Por ejemplo, si Hitler citaba a Kant, Goethe o Schopenhauer "los utilizaba como meros latiguillos y perfectamente podría haber cazado al vuelo sus nombres en una conversación o lectura casual." De nuevo se aprecia el empleo "perfectamente podría" para achacar a Hitler algo de lo que no se está seguro. Ryback practica lo que hacen la mayoría de los biógrafos de Hitler: no dudar en criticar a Hitler aun no estando seguros de lo que dicen. Pero bueno, uno ya está habituado a este tipo de estilo.
Otra cuestión que no me ha gustado del libro de Ryback es el método utilizado por éste para el estudio de los libros de Hitler que quedan. Se trata de un método muy poco eficaz ni fiable. Él mismo lo relata:
- ... Varios de estos libros estaban muy usados; algunas de sus páginas, dobladas, y los lomos, por el mucho uso, se abrían sin rezongar, con frecuencia por las páginas provistas de ilustraciones. En una reedición de 1934 de la antología de escritos nacionalistas y antisemitas preparada por Lagarde a finales del siglo XIX había casi cien páginas con márgenes escritos a lápiz: subrayados, líneas verticales y algún que otro signo de interrogación."
Entiendo que los márgenes sean una buena fuente de trabajo para su tesis. Pero que diga que algunos libros se nota que están más manoseados y que se abren justo en la página en que Hitler lo dejó, me parece más propio de la magia que de un estudio serio. Para empezar porque el paso del tiempo necesariamente tiene que dificultar esa labor, y porque desde entonces, estos libros ya han sido "manoseados" por miles de personas. En una ocasión Ryback asegura que en otro libro "las dieciséis primeras páginas se abren con facilidad, como si una lectura atenta las hubiera desentumecido." Ya me gustaría que alguien me explicara cómo las dieciséis primeras páginas de un libro de unos 70 u 80 años se abren con facilidad y no el resto. De nuevo practicando la ciencia-ficción para escribir sobre Hitler.
En otras ocasiones Ryback mete gazapos imperdonables. Por ejemplo, afirma que Traudl Junge fue "una de las secretarias que trabajó para Hitler durante más tiempo", cuando fue justo al revés: Junge solo trabajó para Hitler durante poco más de dos años. También asegura Ryback que los éxitos militares de Hitler no se deben a él, sino que hasta entonces "la función de Hitler en las operaciones militares había sido eminentemente decorativa." Con esto Ryback lo que pretende asegurar es que los éxitos militares de Alemania hasta 1942 no se deben a Hitler y que cuando éste tomó el mando del ejército, solo conoció fracasos. No entiendo por qué hay que incluir esta información en un libro sobre las lecturas de Hitler, y después no comprendo cómo diablos saca Ryback esa conclusión sin ser un experto militar y, sobretodo, siendo absolutamente falso. Los fracasos de Hitler durante la guerra no hay que achacarlos exclusivamente en el propio Führer. Son múltiples los motivos, y en más de una ocasión se han tratado aquí.
Es una lástima que, lo que podría tratarse de un interesante estudio sobre Hitler, se haya quedado al final en el típico libro escrito sobre Hitler que hace más hincapié en el desprestigio que en el propio estudio imparcial.
Una de las anécdotas más conocidas de este libro es la siguiente:
- En la primavera de 2001, cuando abrí por vez primera el Berlín de Osborn en el ambiente mortecino de la sala de la sección de libros raros, hasta donde llegaba el ruido apagado del tráfico del mediodía, descubrí, encajado entre las páginas 160 y 161, un hirsuto pelo negro de unos veinticinco milímetros que parecía de un bigote, hallazgo que riza el rizo de la intuición benjaminiana: el coleccionista guardado en sus libros...literalmente.
Sinceramente, opino que no se puede tener más desfachatez. Si después de sesenta años, y tras pasar por múltiples manos, las posibilidades de que este pelito pueda ser de Hitler son mínimas. Pero el infeliz, el caradura de Ryback ha vendido "su" historia y ésta se ha convertido en muy popular. Los periódicos de todo el mundo publicaron la noticia, casi como la más destacable. Sinceramente, me parece tan poco relevante y tan poco serio, que en esta anécdota obtenemos casi el poco valor del estudio.
En ocasiones el autor se centra en asuntos que nada tienen que ver con la literatura y Hitler. En una ocasión Ryback nos habla del lujo que Hitler disfrutó mientras estuvo encarcelado en Landsberg. A su celda le llama "suite" y nos dice que los guardias de la prisión saludaban al grito de "Sieg Heil". A mi me parece que es muy improbable, puesto que según tengo entendido, el término "Sieg Heil" lo acuñó Goebbels y de todos es conocido que la relación entre Hitler y Goebbels surgió después de que el Führer estuviera en prisión. Corregidme si me equivoco.
El autor también se extiende en la redacción por parte de Hitler del Mein Kampf. Dice Ryback que durante mucho tiempo se supuso que Hitler dictó el libro a Rudolf Hess y a su chófer Emil Maurice. Sin embargo Ryback asegura que Hitler ya comenzó el libro antes de que llegaran a prisión Hess y su chófer. Y nos dice que el Führer lo mecanografió. Ian Kershaw dice en su biografía de Hitler que éste lo dictó a Hess y a su chófer (página 249 del primer volumen). Joachim Fest, nos dice que "Hasta avanzadas horas de la noche tecleteaba la máquina de escribir y podía oírse cómo, en la estrecha habitación, dictaba a su amigo Hess." (página 290). En la biografía de Toland se afirma que Hitler le dictaba el libro a Maurice y que después, "en la soledad de su celda, mecanografiaba laboriosamente el manuscrito, con dos dedos, en la máquina de escribir que le había prestado el alcaide." (página 298). Así que ahí tenemos un debate interesante: ¿mecanografió Hitler su propio libro?
Ryback, por supuesto, practica en su libro la difamación hacia Hitler, como no podía esperarse de otra forma. Por ejemplo, si Hitler citaba a Kant, Goethe o Schopenhauer "los utilizaba como meros latiguillos y perfectamente podría haber cazado al vuelo sus nombres en una conversación o lectura casual." De nuevo se aprecia el empleo "perfectamente podría" para achacar a Hitler algo de lo que no se está seguro. Ryback practica lo que hacen la mayoría de los biógrafos de Hitler: no dudar en criticar a Hitler aun no estando seguros de lo que dicen. Pero bueno, uno ya está habituado a este tipo de estilo.
Otra cuestión que no me ha gustado del libro de Ryback es el método utilizado por éste para el estudio de los libros de Hitler que quedan. Se trata de un método muy poco eficaz ni fiable. Él mismo lo relata:
- ... Varios de estos libros estaban muy usados; algunas de sus páginas, dobladas, y los lomos, por el mucho uso, se abrían sin rezongar, con frecuencia por las páginas provistas de ilustraciones. En una reedición de 1934 de la antología de escritos nacionalistas y antisemitas preparada por Lagarde a finales del siglo XIX había casi cien páginas con márgenes escritos a lápiz: subrayados, líneas verticales y algún que otro signo de interrogación."
Entiendo que los márgenes sean una buena fuente de trabajo para su tesis. Pero que diga que algunos libros se nota que están más manoseados y que se abren justo en la página en que Hitler lo dejó, me parece más propio de la magia que de un estudio serio. Para empezar porque el paso del tiempo necesariamente tiene que dificultar esa labor, y porque desde entonces, estos libros ya han sido "manoseados" por miles de personas. En una ocasión Ryback asegura que en otro libro "las dieciséis primeras páginas se abren con facilidad, como si una lectura atenta las hubiera desentumecido." Ya me gustaría que alguien me explicara cómo las dieciséis primeras páginas de un libro de unos 70 u 80 años se abren con facilidad y no el resto. De nuevo practicando la ciencia-ficción para escribir sobre Hitler.
En otras ocasiones Ryback mete gazapos imperdonables. Por ejemplo, afirma que Traudl Junge fue "una de las secretarias que trabajó para Hitler durante más tiempo", cuando fue justo al revés: Junge solo trabajó para Hitler durante poco más de dos años. También asegura Ryback que los éxitos militares de Hitler no se deben a él, sino que hasta entonces "la función de Hitler en las operaciones militares había sido eminentemente decorativa." Con esto Ryback lo que pretende asegurar es que los éxitos militares de Alemania hasta 1942 no se deben a Hitler y que cuando éste tomó el mando del ejército, solo conoció fracasos. No entiendo por qué hay que incluir esta información en un libro sobre las lecturas de Hitler, y después no comprendo cómo diablos saca Ryback esa conclusión sin ser un experto militar y, sobretodo, siendo absolutamente falso. Los fracasos de Hitler durante la guerra no hay que achacarlos exclusivamente en el propio Führer. Son múltiples los motivos, y en más de una ocasión se han tratado aquí.
Es una lástima que, lo que podría tratarse de un interesante estudio sobre Hitler, se haya quedado al final en el típico libro escrito sobre Hitler que hace más hincapié en el desprestigio que en el propio estudio imparcial.