No he leído nunca un libro de David Solar. Ni tengo pensado hacerlo. Confieso que tampoco debería perder el tiempo leyendo sus entrevistas ni sus artículos. Pero como apasionado de Hitler que soy, me pica la curiosidad. También es importante conocer la opinión de una de las personas que más escribe sobre Hitler en España. No es la primera vez que se habla de D.Solar en este blog. El historiador se encuentra promocionando su último libro, que no recuerdo el título, algo así como "La venganza de Hitler" o algo parecido. El título del libro le lleva a Solar a disertar sobre el asunto allá donde vaya. Lo primero que llama la atención es la palabra "venganza". Personalmente creo que tratar de entender a Hitler bajo el prisma de la venganza es un error garrafal. Porque, aunque nos disguste la política de Hitler, bien pudo tener razón en sus motivos. Lo uno no quita lo otro. Veamos lo que dice el diccionario sobre la palabra "venganza":
"Satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos"
Evidentemente los triunfos de Hitler le proporcionaban satisfacción personal. Pero Hitler no se caracterizó por la venganza. Pudo imponer un armisticio mucho más duro a Francia y no lo hizo para no herir el orgullo francés. Según Solar, "Hitler soñaba su venganza". Pero yo añadiría: ¡estaba en su derecho! En una época en que las potencias europeas, Estados Unidos y Japón se expandían, Alemania tenía también todo su derecho. Hoy en día nos sorprende mucho ver que Hitler "devoraba" países. Pero es que el contexto ha cambiado mucho. En aquella época existía la colonización. Precisamente Gran Bretaña era el país que más colonias tenía en el mundo. Rusia siempre fue un país expansionista. Así que, de entrada, no me parece justo criticar a Hitler por querer expandirse, máxime cuando las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial obligaron a Alemania a ceder vastas extensiones de suelo. Criticar a Hitler por su política expansionista es demagogia pura.
Uno de los aspectos sobre los que más se incide a la hora de hablar sobre Hitler es la famosa "puñalada por la espalda" tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. No solo se dice que no existió, sino que "Hitler se la tragó". Según Solar "la puñalada por la espalda" es una tesis falsa. Y Hitler era tan tonto que se la tragó. Esto es un reduccionismo absoluto. No solo Hitler se tragó la farsa sino que convenció a todo un país para que se la tragara a su vez. Es decir, Solar está explicando la historia según la óptica aliada de la época, lo cual reduce el entendimiento de la misma historia.
David Solar tiene una forma de explicar a Hitler muy anticuada. No se abona a los nuevos tiempos en absoluto. Escribe como lo hacían los historiadores hace décadas. Claro, que para el poco exigente público español, con eso basta. Sin embargo una nueva hornada de historiadores han surgido que se plantean el "fenómeno Hitler" desde otra óptica más imparcial. Lo que menos necesitamos a la hora de entender a Hitler son historiadores de ese tipo. Necesitamos historiadores más arriesgados que no tengan miedo de llamar a las cosas por su nombre y no nos vendan a un Hitler "que se traga países" movido por su sed de venganza. Eso está bien para un público conformista e infantil. Pero con esas tesis pasadas de moda no se avanza nada en absoluto.
La noticia de la conferencia de Solar aquí.