31 de octubre de 2009

Fritz Darges y manga japonés

Estos días se está hablando en la prensa sobre la muerte de Fritz Darges, quien fuera ayudante de Hitler durante un tiempo. La anécdota más conocida de este hombre fue precisamente su despido. Según se cuenta, en julio de 1944, unos días antes del atentado, Hitler se encontraba junto a Fritz Darges y una mosca entró en la habitación. Hitler ordenó a Darges que se deshiciera de ella. Entonces a éste no se le ocurrió otra cosa que decirle que eso era competencia del adjunto de la Luftwaffe, Nicolaus von Below, que se encontraba allí mismo. En ese momento Hitler se enfadó y le dijo que debería estar en el frente del este y le despidió.

Es una anécdota un tanto turbia. Porque ese humor es muy típico de Hitler y dudo mucho que se lo tomara tan mal como para despedir a su ayudante, a no ser que existiera otro importante motivo. Por otra parte Darges jamás ha hablado mal de Hitler y le ha sido leal hasta el fin de sus vidas. Así que dudo mucho que ese incidente fuera realmente así.

Al parecer, Darges ha dejado a la posteridad un libro que promete informaciones muy importantes. Claro que esto es típico de la prensa. Dudo mucho que sus declaraciones sean sorprendentes ni nuevas. Ya veremos cuando salgan a la luz.

Hoy me he comprado el libro del autor manga japonés Shigeru Mizuki. Sólo cuesta 12 euros. Lo primero que he hecho ha sido leer los créditos y he comprobado que se trata de un libro escrito en 1971. En ese caso, y no tratándose de un historiador, es lógico que haya que cogerlo con muchas reservas. Muchas. Sobre todo, leyendo la bibliografía que utilizó el autor. En ella aparecen nombres tan dudosos como Hermann Rauschning, quien se dedicó durante años a difamar a Hitler con mentiras, William L. Shirer o Werner Maser. También aparecen nombres japoneses que no conozco. El único historiador "serio" que el autor utilizó fue Alan Bullock, historiador que ya ha quedado un poco desfasado. Pero bueno, entiendo que no se trata de un libro para profundizar sobre Hitler. Se trata de su vida ilustrada. Y en ese sentido resulta gracioso ver a un joven Hitler y las ilustraciones resultan atractivas. Pero nada más. Sin duda se trata de una forma de acercar a Hitler a personas que apenas leen libros y les gusta más el mundo del cómic. El libro, como todos los manga, hay que leerlo al revés. 

28 de octubre de 2009

Hitler... de nuevo en versión manga

Se acaba de editar "Hitler, la novela gráfica" del escritor manga japonés Shigeru Mizuki, que fue soldado en la segunda guerra mundial. Esta vez no se trata del Mein Kampf, sino de la vida de Hitler. El precio del libro no es muy caro, unos 12 euros. Aún no la he visto en las librerías pero si se puede comprar ya por Internet. En cuanto lo tenga en mis manos, haré un comentario. Lo que esta claro es que con Hitler no nos vamos a aburrir nada. Tenemos noticias cada semana.

25 de octubre de 2009

Los inicios en política


He estado escaneando alguna foto de Hitler y me han llamado la atención estas tres, menos conocidas. Dos de ellas pertenecen al periodo de la primera guerra mundial y en ellas observamos a un Hitler en plena camaradería, muy lejos del Hitler solitario que han presentado en muchas ocasiones. El retrato pertenece a la época de la posguerra, cuando Hitler aún pertenecía al ejército. Se puede observar que aún no se había recortado el bigote de la forma tan característica.
Hitler se hizo llamar "wolf", lobo, después de la primera guerra mundial. Su mismo nombre se puede traducir como "lobo afortunado". "Wolf" le llamarían sus amigos íntimos y en el futuro la mayor parte de sus cuarteles generales tendrían también ese seudónimo.

La primera vez que Hitler voló en su vida fue para ir a Berlin, junto a Röhm. Por aquella época apenas existían los vuelos comerciales y viajar en avión constituía todo una odisea. El piloto que llevó el avión fue nada más y nada menos que Ritter von Greim, quien tendría un lugar protagonista en los últimos días de Hitler casi 25 años después. Bien, pues en esa ocasión Hitler vomitó en varias ocasiones. Alemania entera estaba bajo la amenaza de la revolución y había miles de obreros en huelga. Hitler tuvo que bajar del avión con una barba postiza para no caer en manos de los comunistas. ¿Os imagináis que impagable sería una foto de Hitler con barba postiza? Bueno, lo cierto es que Hitler se bajó del avión jurando que nunca más volvería a volar. Como sabemos, no lo cumplió. Después fue uno de los primeros líderes en utilizar un avión para desplazarse durante las campañas electorales. Y ya como canciller, el avión se convirtió en su medio de transporte habitual.

Cuando Hitler comenzó en política, Alemania era un hervidero político. La revolución bolchevique amenazaba al país entero. Hitler se dedicó a la política porque consideraba que la derrota de Alemania había sido injusta, lo que se llamó "la puñalada por la espalda". Pero, ¿fue ese el verdadero motivo? Mucho se ha especulado al respecto. Muchos soldados alemanes que lucharon en la primera guerra mundial se sintieron muy decepcionados porque tantas muertes y tantos sufrimientos fueran en vano. Hitler fue uno de esos soldados. Pero Hitler por entonces no era un ignorante. Había leído mucho y conocía perfectamente el panorama político. Cuando comenzó en política sabía perfectamente lo que hacía. Los primeros mitines políticos de Hitler fueron en una famosa cervecería de Múnich y en el Zirkus Krone. No se me ocurre un entorno menos adecuado para acabar siendo canciller de un país. Pero en aquella época las revoluciones empezaban en cervecerías, bares o carpas de circo. Cuando Hitler hablaba era habitual que las jarras de cerveza volaran por encima de las cabezas del público. Muchas de esas jarras iban dirigidas a Hitler, quien las esquivaba con gran habilidad. Lo que me llama la atención de esa época es que Hitler, muy al principio, se hiciera tan notorio. Al poco tiempo de ingresar en el partido, Hitler ya tenía chófer y guardaespaldas.

Leyendo la biografía de Toland, he visto un hecho poco conocido sobre Hitler. Se trata de la primera vez que Hitler pisó una cárcel. Fue detenido por incitar al desorden público y encarcelado en la prisión de Stadelheim. Estuvo cinco semanas encerrado. Otro dato que desconocía era que por aquella época Hitler estaba escribiendo un libro llamado precisamente "El Tercer Reich". Sin embargo nada se sabe de ese libro así que supongo que eso formará parte de una leyenda. A pesar de todas las dificultades, Hitler recordaría su primera época en política con añoranza:

- Mis recuerdos más felices son de aquella época. Hoy, cuando me encuentro con alguno de ellos, me emociono extraordinariamente. Me demostraban un aprecio realmente conmovedor. Gente que tenía puestos pequeños en los mercados venía corriendo a verme "para llevarle un par de huevos a Herr Hitler"... Siento mucho cariño por esos individuos sin pretensiones.

12 de octubre de 2009

John Toland (1)


Llevo varias semanas leyendo la biografía de John Toland de Hitler. Confieso que compré el grueso libro con muchas reservas pero que, de momento, no me está defraudando. Aún es pronto para hacer una valoración de la biografía, ya que estoy haciendo las oportunas anotaciones y tengo que comprobar muchas fuentes. Por ejemplo, la biografía peca de recurrir a fuentes no muy fiables pero, teniendo en cuenta que se escribió en los años setenta, es comprensible. Menos comprensible es que historiadores más recientes, como Kershaw, las sigan utilizando. Para empezar, me agrada el estilo en el que está escrita. Los pasajes dedicados a la muerte de la madre de Hitler son especialmente conmovedores. Toland desmitificó muchos aspectos de la juventud de Hitler y la narración que hace de ella es bastante correcta. Por ejemplo, la descripción que hace del joven Hitler no es la habitual en otros biógrafos. Así ve Toland al joven Hitler:

"Hitler no era ni orgulloso ni arrogante; por el contrario, era servicial y bondadoso... si alguien necesitaba dinero para pasar otra noche en la pensión, él contribuía de buena gana con su parte..." Cuando Hitler abandonó Austria para ir a Múnich, sus compañeros de residencia lo sintieron. "Con él perdíamos a un buen camarada; nos ayudaba a todos siempre que podía".


Este tipo de declaraciones no son las habituales en las biografías de Hitler. Siempre es más aceptable un joven Hitler solitario y taciturno. Cuando Hitler marchó a Múnich, fue reclamado por Austria para hacer el servicio militar. Al no vivir en Austria, Hitler se expuso a un arresto y a una multa por eludir su obligación. Hitler tuvo que pasar una noche en comisaría. Hitler escribió entonces una carta aclaratoria a Linz:

- En la notificación se me describe como pintor. Ese título me corresponde por derecho, pero sólo es correcto en un sentido limitado. Es verdad que me gano la vida como pintor por cuenta propia, pues carezco por completo de otros ingresos (mi padre fue funcionario público), pero lo hago sólo para continuar con mis estudios. No puedo dedicar más que una parte de mi tiempo a ganarme el sustento, pues todavía no he completado la etapa de formación como pintor arquitectónico. En consecuencia mis ingresos son muy exiguos y apenas alcanzan para vivir al día. Yo era un joven sin experiencia ni respaldo financiero y demasiado orgulloso para pedir ayuda a nadie o mendigar. Sin ningún apoyo, no contaba más que con mis propios recursos, y las coronas y heller percibidos por mi trabajo a menudo bastaban solamente para conseguir un lugar donde dormir. Durante dos años, mis únicas amigas fueron la aflicción y la necesidad, y no tuve otro compañero que el hambre constante e insatisfecha. Nunca conocí la belleza de la palabra "juventud". Hoy, después de cinco años, mis recuerdos todavía conservan la forma de dedos, manos y pies congelados. Aun así, no puedo recordar aquellos días sin cierta alegría, ahora que lo peor ha quedado atrás. Pese a la gran necesidad y a haber frecuentado ambientes poco recomendables, mantuve limpio mi apellido y no soy culpable ante la ley y tengo la conciencia limpia, excepto por no haberme presentado para incorporarme al servicio militar, pues no sabía en ese entonces que se me habia convocado. Es lo único de que me siento responsable. Una multa moderada debería ser suficiente, y yo la pagaría sin protestar".
Después de pasar un examen, Hitler fue declarado "no apto para el combate ni para servicios auxiliares; demasiado débil. Incapaz de portar armas". Esto no preocupó en absoluto a Hitler ya que no deseaba pertenecer al ejército austriaco. Ciertamente el dictamen del tribunal no fue muy bueno, habida cuenta del comportamiento posterior de Hitler como soldado durante la primera guerra mundial, en donde se distinguió por su valentía.

Tenemos otra carta escrita por Hitler, cuando ya estaba en el ejército que escribió a su casero, el sastre Popp.  La publiqué en el blog, aquí. Por lo demás, los compañeros de Hitler le apreciaban bastante. "Es un tipo un poco raro y vive en un mundo aparte, pero por lo demás es buena persona", comentó uno de sus compañeros. A Hitler le llamaban "Adi" y en general resultaba un compañero excelente, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Resultaba especialmente entretenido estar con él durante las largas horas que transcurrían entre combate y combate porque Hitler siempre tenía conversación. También se dedicaba a pintar. Ya por aquella época Hitler se encontró cara a cara con la muerte y, sin embargo, siempre salía con vida de las más difíciles situaciones. Toland dice que "era como si lo protegiera un amuleto o conjuro". Ciertamente, esto ocurriría siempre a lo largo de su vida. En general, los soldados estaban encantados de estar junto a Hitler porque decían "Si Hitler está con nosotros, nada sucederá" (Fest, pag. 1009). Toland también pone en boca de Hitler una frase que no tiene ninguna fuente, por lo que podemos tener reservas a la hora de valorarla:

- Oiréis hablar mucho de mí. Esperad solamente a que me llegue el momento.

Es una frase que queda muy bien en un jóven Hitler pero que es muy probable que no sea cierta. Dudo mucho que Hitler quisiera dedicarse a la política en aquella época. Aunque también es cierto que Hitler pensaba que iba a triunfar en el mundo de la arquitectura, así que bien la pudo pronunciar pensando más bien eso que en el famoso gobernante que acabó por convertirse.

Uno de los aspectos que se ha tratado sobre el Hitler de la primera guerra mundial es por qué solo ascendió hasta el grado de cabo, cuando Hitler perfectamente podría haber ascendido más. Toland tiene una versión más adecuada para eso, lejos de otras que aseguran que a Hitler no lo ascendieron porque no valía. Toland dice que Hitler era más importante como mensajero y que no podía ascender a una categoría superior a la de cabo porque si lo promovían tendría que renunciar a las tareas de mensajero y la unidad perdería a uno de sus mejores correos. El mismo Joachim Fest dice en su biografía que el mismo Hitler fue quien se negó que lo propusieran para el ascenso (pag. 108).

Durante los años de guerra, los soldados tenían que comer a menudo carne de gato o de perro. Hitler, que no podía llevar una dieta vegetariana como era su deseo, tuvo que conformarse con comer en alguna ocasión algún gato, ya que se veía incapaz de comerse un perro. Pero, nos dice Toland, la comida preferida de Hitler en aquella época era una simple tostada untada con miel o mermelada.

Conocemos bien la obtención de Hitler de la Cruz de Hierro de primera clase. Sin embargo, Hitler recibió más condecoraciones. Son estas:
- El 17 de septiembre de 1917: Cruz Militar de tercera clase con espadas.
- el 9 de Mayo de 1918: El Regimentsdiplom por su valentía.
- El 18 de Mayo de 1918: La medalla a los heridos.
- El 25 de Agosto de 1918: La medalla al servicio de tercera clase.


Creo que estos datos son suficientes para acallar a aquellos que han insinuado que Hitler no fue valiente durante la guerra y que consiguió la Cruz de Hierro a base de artimañas.

8 de octubre de 2009

David Solar


No he leído nunca un libro de David Solar. Ni tengo pensado hacerlo. Confieso que tampoco debería perder el tiempo leyendo sus entrevistas ni sus artículos. Pero como apasionado de Hitler que soy, me pica la curiosidad. También es importante conocer la opinión de una de las personas que más escribe sobre Hitler en España. No es la primera vez que se habla de D.Solar en este blog. El historiador se encuentra promocionando su último libro, que no recuerdo el título, algo así como "La venganza de Hitler" o algo parecido. El título del libro le lleva a Solar a disertar sobre el asunto allá donde vaya. Lo primero que llama la atención es la palabra "venganza". Personalmente creo que tratar de entender a Hitler bajo el prisma de la venganza es un error garrafal. Porque, aunque nos disguste la política de Hitler, bien pudo tener razón en sus motivos. Lo uno no quita lo otro.  Veamos lo que dice el diccionario sobre la palabra "venganza":

"Satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos"

Evidentemente los triunfos de Hitler le proporcionaban satisfacción personal. Pero Hitler no se caracterizó por la venganza. Pudo imponer un armisticio mucho más duro a Francia y no lo hizo para no herir el orgullo francés. Según Solar, "Hitler soñaba su venganza". Pero yo añadiría: ¡estaba en su derecho! En una época en que las potencias europeas, Estados Unidos y Japón se expandían, Alemania tenía también todo su derecho. Hoy en día nos sorprende mucho ver que Hitler "devoraba" países. Pero es que el contexto ha cambiado mucho. En aquella época existía la colonización. Precisamente Gran Bretaña era el país que más colonias tenía en el mundo. Rusia siempre fue un país expansionista. Así que, de entrada, no me parece justo criticar a Hitler por querer expandirse, máxime cuando las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial obligaron a Alemania a ceder vastas extensiones de suelo. Criticar a Hitler por su política expansionista es demagogia pura.

Uno de los aspectos sobre los que más se incide a la hora de hablar sobre Hitler es la famosa "puñalada por la espalda" tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. No solo se dice que no existió, sino que "Hitler se la tragó". Según Solar "la puñalada por la espalda" es una tesis falsa. Y Hitler era tan tonto que se la tragó. Esto es un reduccionismo absoluto. No solo Hitler se tragó la farsa sino que convenció a todo un país para que se la tragara a su vez. Es decir, Solar está explicando la historia según la óptica aliada de la época, lo cual reduce el entendimiento de la misma historia.

David Solar tiene una forma de explicar a Hitler muy anticuada. No se abona a los nuevos tiempos en absoluto. Escribe como lo hacían los historiadores hace décadas. Claro, que para el poco exigente público español, con eso basta. Sin embargo una nueva hornada de historiadores han surgido que se plantean el "fenómeno Hitler" desde otra óptica más imparcial. Lo que menos necesitamos a la hora de entender a Hitler son historiadores de ese tipo. Necesitamos historiadores más arriesgados que no tengan miedo de llamar a las cosas por su nombre y no nos vendan a un Hitler "que se traga países" movido por su sed de venganza. Eso está bien para un público conformista e infantil. Pero con esas tesis pasadas de moda no se avanza nada en absoluto.

La noticia de la conferencia de Solar aquí.

3 de octubre de 2009

Encuestas y cráneos



La última semana la noticia más importante en torno a Hitler sigue siendo el debate generado en torno al cráneo de Hitler. Parece que el hecho de que ese cráneo no sea de Hitler ha disparado de nuevo los rumores de que Hitler escapó en un submarino o se subió a V2 rumbo a la luna. El más disparatado es que sigue viviendo en Estados Unidos, con lo que estaríamos hablando de un Hitler de 120 años. Todo un récord en supervivencia. Ese tipo de especulaciones nunca han dejado de ser lo que son: rumores. Y no van a pasar de eso por el hecho de que el cadáver de Hitler siga sin aparecer. Personalmente dudo mucho que aparezca. Pero ese fue el deseo de Hitler, que parece ser que lo consiguió. Podríamos hablar de que ese fue uno de sus últimos triunfos.

Bien, tenemos este mes una nueva encuesta, sugerida por un lector, sobre cómo crees que sería el mundo en caso de un Hitler triunfador en la guerra. La verdad es que es un ejercicio para la imaginación tremendo, habida cuenta de los muchos mitos que rodean a Hitler y su III Reich. Hace años Robert Harris escribió una novela titulada "Patria", que era una fabulación histórica de una Alemania nazi victoriosa. El libro era una bazofia. El autor demostró muy pocos conocimientos sobre el nazismo y cayó en todos los tópicos manidos que existían sobre ese movimiento. Pero ese tipo de libros suelen tener muy buena crítica internacional. En general se suele dejar volar la imaginación intentando dar la vuelta a la historia. Las respuestas que pongo en la encuesta tampoco ayudan mucho a la hora de intentar explicar todo lo compleja que es la pregunta. Pero es una encuesta y las encuestas tampoco nos dicen mucho de sus resultados. En la anterior encuesta, sobre la culpabilidad de la guerra, Hitler ha salido el más votado con un 49% de votos, seguido de Churchill con un 37%. Claro que en la anterior encuesta, la gente votó que no le consideraban responsable de la segunda guerra mundial. En general la gente que vota en este blog suele ser bastante magnánima con Hitler. Yo creo que existe un tipo de personas que han leído mucho sobre Hitler y tienen una imagen muy diferente sobre su persona que la que nos da la prensa y los historiadores.