12 de septiembre de 2009

Europa en Guerra


Europa en Guerra - Norman davies

El libro se presenta con la pregunta "¿Quién ganó realmente la segunda guerra mundial?" y trata de aclarar muchos tópicos que la gente tiene sobre esa guerra. El autor resulta valiente al exponer asuntos que hasta ahora resultaban muy espinosos y propios solamente del revisionismo. Por ejemplo, dice Davies "los juicios morales no pueden basarse en la ilusión de que el asesinato en masa realizado por el enemigo era la prueba de una maldad despreciable y el asesinato en masa en el propio no fue más que una desgraciada anomalía".


El autor llega a conclusiones que en muchos países contendientes son tabú. Por ejemplo, resta importancia a la intervención del Reino Unido y considera que el verdadero vencedor de la guerra fue la Unión Soviética. En ocasiones creo que Davies falla al analizar al nacionalsocialismo. Por ejemplo, llega a decir que el fascismo "fundado por Mussolini en Italia, fue liderado desde mediados de los años treinta por el régimen nazi de Alemania". En alguna ocasión ya he hablado sobre las diferencias entre el fascismo y el nacionalsocialismo. Ciertamente tienen muchos puntos en común pero más puntos que los separan definitivamente. El mismo Hitler habló en muchas ocasiones sobre sus diferencias. Por muy riguroso que el autor quiera parecer, en ocasiones falla. Como cuando llama a Francisco Franco "falangista".

Sin embargo, Norman Davies es un autor más anticomunista que antinazi. A lo largo del libro dedica más páginas a los padecimientos que produjo Stalin a millones de personas que a las víctimas del nazismo. Hay una frase que refleja bien eso: "No creo que sea casualidad que el Ejército Rojo sufriera el mayor número de desertores y contara con el mayor número de hombres que se precipitaban a la muerte con una sonrisa en los labios". A lo largo del libro el autor repite a menudo las matanzas de Katyn y habla de los campos de concentración de Stalin. Pero también habla de los crímenes de los aliados. "No es aceptable que ciertos actos de la parte a la que no se desfavorece sean tachados de sucios crímenes si actos similares de la parte a la que se quiere favorecer se excusan u olvidan. El doble rasero moral es repugnante. No se puede sostener que los actos ilícitos o criminales cometidos en nuestro bando están automáticamente más allá de todo reproche o que los ennoblece su asociación con una buena causa."

Así pues, el autor recuerda que las víctimas de Stalin no se contaban por cientos de miles, "ni siquiera por millones, sino por decenas de millones".

El autor resulta muy valiente cuando formula cuestiones que en Gran Bretaña y Estados Unidos son casi tabú: "si la incursión alemana sobre Coventry, que mató a 380 personas, se califica de crimen, resulta difícil comprender por qué las incursiones británicas sobre Colonia, Hamburgo, Kassel, Berlín y Dresde no han de serlo también". También habla el autor con mucha dureza sobre la decisión de los aliados de expulsar por la fuerza a millones de alemanes de territorios que se asignaron a Polonia, Checoslovaquia y Hungria. Se atreve incluso de llamarla "limpieza étnica".

Resultan muy novedosas muchas de las conclusiones a las que llega el autor. Por ejemplo, en una ocasión se atreve a decir que "desde el punto de vista moral, la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941 no fue más flagrante que la invasión soviética de Finlandia en 1939".

Sobre la moralidad de la guerra creo que Norman Davies formula cuestiones que son muy interesantes. Por ejemplo, dice que " en la segunda guerra mundial ningún bando tiene el monopolio de la virtud o de la inmoralidad. Incluso cuando está plenamente justificada, la guerra es un asunto sucio que también puede manchar a quienes se embarcan en ella con el corazón puro y las más nobles intenciones.... Antes de decidir que un dirigente político o que un régimen en particular pueden ser incluidos con justicia en el bando del mal, el moralista debe hacer un frío cálculo basado en la declaración de intenciones y los hechos fehacientes del candidato en cuestión".

Con respecto a Hitler, el autor, lejos de llegar a ser un David Irving, no resulta tan hipócrita como otros historiadores. Afirma con respecto a la guerra, que Hitler no es que no mostrara interés en Oriente Próximo, sino que pensó que "podía esperar". Con respecto al ataque de Hitler a la Unión Soviética, lo califica simplemente de inevitable. "Si Alemania no intervenía, la Unión Soviética no tardaría en estar mejor armada, mejor organizada y mejor preparada". Considera El Alamein como algo sin importancia: "tras El Alamein, la superioridad aplastante del Tercer Reich en Europa seguía intacta". También considera que "se afirma con frecuencia que el destino de Stalingrado lo selló la terca negativa de Hitler a retirarse. Esto es cierto sólo en parte, porque Stalin tenía la misma obsesión." Al respecto dice también que "al contrario de lo que muchas vece se ha dicho, Stalingrado no fue el acontecimiento decisivo de la segunda guerra mundial".

Para el autor, el ejército alemán fue el ejército mejor formado para la guerra y opina que eso se debió a "que contaba con la base de una larga tradición y en parte que gracias alas órdenes que Hitler había dado antes de la guerra, había partido con ventaja". Considera que los militares alemanes fueron los mejores. Del bando aliado, solo considera a Patton como un general de "talento excepcional". Pero alaba más a los militares alemanes, como Guderian, Manstein o Model.

El libro viene acompañado de numerosos datos que resultan muy interesantes, como cifras de muertos de soldados, civiles etc... También incluye un listado de películas, libros, protagonistas etc...
Finalmente, la frase que mejor define el libro de Norman Davies es la siguiente:

"Se dice con frecuencia que son los vencedores los que escriben la historia, y en el caso de la segunda guerra mundial, los historiadores británicos, estadounidenses y soviéticos disfrutaron de esta ventaja".

Recientemente he adquirido "Mitos y leyendas de la segunda guerra mundial" de James Hayward, que contiene un capítulo entero sobre mitos sobre Hitler que parece muy interesante. También he comprado las memorias del piloto de Hitler, Hans Baur, que seguro que tiene anécdotas jugosas que ya expondré aquí. Finalmente me he comprado "El camino de la guerra" de David Irving, porque lo tenía en PDF, que siempre resulta más molesto de consultar. Durante las vacaciones comencé a leer una biografía de las hermanas Mitford, que resulta muy interesante pero lo he dejado de momento. Ya volveré sobre él.

Como sabéis, ya se ha editado el libro de Beevor sobre el desembarco de Normandia. Ayer ya lo vi en las librerías. Acabaré comprándolo, aunque el desembarco de Normandia no figura entre mis favoritos de la guerra. Estoy con Norman Davies en que es muy conocido solamente porque fueron los americanos quienes intervinieron en él. Sin embargo la victoria de la guerra se decidió en el Este. En fin, me encuentro de baja debido a un extraño y persistente dolor de espalda que no me permite dormir, asi que es probable que tenga mucho tiempo para leer. En ocasiones me gustaría tener a mi lado al doctor Morell para que me aliviara con sus extrañas inyecciones. Parece que el doctor Morell fue mejor que el doctor de Michael Jackson.

Enlace a textos del libro