30 de septiembre de 2009

Mein Kampf en Manga!



Bueno, pues aquí tenemos la portada del Mein Kampf ¡en versión Manga! Ha sido todo un éxito y ya ha superado los 50.000 ejemplares vendidos. El editor del libro ha declarado que "la intención es que un libro tan famoso como ese sea accesible y que la gente lo lea más fácilmente", no queremos hacer apología de unas ideas que condujeron a una tragedia, sino que cada uno se forme una opinión".

 Eso sí, desconozco si el famoso libro está prohibido en Japón, porque un proyecto así en Alemania o Francia sería impensable. Y menos en formato Manga, porque podría atraer a los más jóvenes. Hay una ley que permite publicar en Japón libros de obras extranjeras anteriores al año 1970.

Para los más curiosos, decir que "Mi Lucha" en japonés se dice "Waga Toso". En la misma colección aparecen obras como La Metamorfosis de Kafka o El Capital de Marx, aunque ha sido el de Hitler el que más ha vendido.

28 de septiembre de 2009

Nuevas investigaciones sobre el cráneo de Hitler


Sobre los restos atribuidos a Hitler y que se encuentran en Moscú, ya hice un post hace un tiempo. Personalmente nunca he creído que esos restos fueran de Hitler. Pero ahora el hecho parece corroborarse con unas investigaciones recientes de ADN.

 Parece que los análisis de ADN hacen más por la historia que los mismos historiadores.Unos investigadores estadounidenses han llegado a la conclusión de que el cráneo que se encuentra en Moscú, corresponde al de una mujer de entre 20 y 40 años. Y la noticia, cómo no, ya ha hecho saltar nuevas especulaciones en torno a Hitler. La primera que me llama la atención es que se deja caer que Hitler probablemente no murió en el búnker. A nadie se le ocurre pensar que su cadáver, que fue incinerado, fuera esparcido por una ciudad repleta de cadáveres. De confirmarse que el cráneo de Moscú no es el de Hitler no creo que la historia cambie sustancialmente. Simplemente el cadáver de Hitler desapareció y punto. Por cierto, ese fue el deseo de Hitler, que nadie encontrara su cadáver. No creo que este descubrimiento tenga que cambiar en absoluto la historia. Simplemente corrobora las sospechas de que los restos encontrados por los rusos son falsos. Es conocida la obsesión de Stalin de tener el cadáver de Hitler. Es probable que le llevaran uno falso para saciar su sed de venganza. Se dice que el dictador soviético utilizaba el cráneo de Hitler como cenicero. Claro, que eso también puede ser un mito. Lo que debemos extraer de este nuevo estudio es lo siguiente: el cadáver de Hitler nunca se encontró. No creo que el hecho de que el famoso cráneo de Moscú sea el de una mujer, nos venga a demostrar que Hitler fue un cobarde y no se pegó él mismo un tiro. Esto entra ya dentro de la llamada "industria Hitler" y que, una vez más, se ha puesto en marcha con un nuevo tema. La noticia la podéis ver aqui.

27 de septiembre de 2009

¿Fué Hitler una persona insensible?


Al hablar de Hitler se tiene la impresión de que se trató de una persona insensible ante el sufrimiento ajeno. A Hitler nunca le importaron las consecuencias de una acción para conseguir un fin. El fin para él era lo más importante, con independencia del resultado. Si ese método fue correcto o no, la historia acabará por decidirlo. Sin embargo, a pesar del sufrimiento ocasionado,  Hitler no fue una persona insensible. Todo lo contrario. Hitler, como ser humano, tenía sentimientos y fue capaz de sufrir por la pérdida de sus seres queridos.

 El primer ejemplo lo tenemos en el fallecimiento de su madre. Cuando su madre enfermó de cáncer, Hitler se encontraba en Viena. Hitler recibió una carta de la esposa del jefe de correos comunicándole que su madre se encontraba grave. Hitler se apresuró a regresar a casa de su madre. Durante toda su agonía cuidó de su madre con mimo y ayudó en las tareas del hogar. Su madre se encontraba muy enferma pero se alegró mucho de tener a su hijo preferido junto a ella. Durante la agonía, el comportamiento de Hitler cambió mucho. Quiso agradar a su madre en todo. Cuando finalmente falleció, Hitler se sumió en una gran depresión. Los que le vieron (el doctor que atendió a su madre, su amigo de juventud Kubizek) aseguraron que nunca habían visto a una persona tan afectada por la pena como a Hitler. Durante el resto de su vida la recordó. El retrato de ella siempre le acompañó donde fuera. Y es muy posible que al final de su vida, Hitler pensara en su madre, porque también en el búnker tenía su retrato. En la imagen de arriba, Hitler deposita unas flores en la tumba de sus padres con ocasión de la anexión de Austria al Reich.



Otra muerte que Hitler nunca superó fue la de su sobrina Geli Raubal. Como es sabido, Hitler tomó la tutela de su sobrina y se la llevó a vivir a su apartamento. Allí se pegó un tiro mientras el Führer se hallaba en un viaje electoral. La noticia de la muerte de su sobrina sumió a Hitler en una depresión de la que tardó en recuperarse. Durante semanas Hitler perdió las ganas de vivir e incluso estuvo a punto de quitarse la vida. Sus más cercanos aseguran que vieron llorar a Hitler por esa muerte. Durante el resto de su vida, Hitler hizo un culto de la figura de su sobrina. La habitación en la que se quitó la vida se convirtió en algo sagrado. La dejó intacta y Hitler iba a meditar a menudo allí.

Con ocasión del vuelo de Rudolf Hess a Gran Bretaña Hitler confió a la señora Bruckmann:

- Todos tenemos nuestras tumbas y nos vamos quedando cada vez más solos, pero debemos sobreponernos y seguir viviendo, ¡mi queridísima señora! Yo también me he quedado sin los dos seres humanos, de entre todos los que me rodean, a quienes he querido con toda el alma: ¡el doctor Todt ha muerto y Hess ha preferido alejarse volando de mí!


El ministro de armamentos, el doctor Todt, antecesor del famoso Speer, murió en un accidente de aviación. Tras su muerte, era habitual oír a Hitler lo mucho que había sentido su muerte. Dijo que se trató de "un duro golpe".

Otros aspectos que denotan la sensibilidad de Hitler son los referentes a su trato con los animales y el arte. Desde muy joven Hitler sintió cariño y respeto por los animales. Durante la primera guerra mundial, Hitler adoptó un perrito al que cogió gran cariño. El perrito era muy listo y se convirtió en el pasatiempo del regimiento. Siempre dormía junto a Hitler y fueron inseparables. Pero en una ocasión le robaron al perrito. Hitler siempre lo recordaría. Incluso en los últimos meses de su vida, Hitler tuvo momentos de recuerdo para aquel perrito. "Quien me lo robó, no sabe lo que me hizo", solía decir. Durante el III Reich se prohibió la experimentación con animales. Incluso durante la guerra, Hitler instauró también una cartilla de racionamiento especial para las familias que tenían perro.

Uno de los aspectos en donde Hitler sacaba más a relucir su sensibilidad era en el arte. Tanto en la pintura, la arquitectura y, especialmente la música, Hitler siempre mostró una gran sensibilidad. Durante una representación de wagneriana Hitler se sentía transportado.

Y, por supuesto, su relación con Eva Braun, no deja lugar a dudas sobre un Hitler humano. Incluso Hitler quiso que Eva Braun se alejara del búnker para evitar su muerte, pero Eva le siguió hasta la muerte. Se trata de una historia de amor realmente increíble que, si se llevara correctamente, podría ser una buena película.

25 de septiembre de 2009

Michael Jackson


Me vais a permitir el inciso pero no he podido evitar comentar la noticia. Antes de nada, y como todo lo que rodea a Michael Jackson, vamos a coger la noticia con reserva, porque todo lo que rodea al ídolo  puede no ser cierto.

Hoy he visto una noticia que dice "Michael Jackson admiraba a Hitler". No me resulta del todo descabellado. Hitler fue un personaje que arrastró a millones de personas. Le seguían allí donde iba y la gente le admiraba hasta límites insospechables. Algo exactamente igual que los ídolos del pop, solo que a una escala aún mayor. En el caso de Michael Jackson la cosa se me antoja más surrealista. Pero si lo pienso mejor, me digo a mi mismo: ¿y por qué no? ¿Por qué no va a admirar a Hitler y decirlo? ¿Te convierte eso en un monstruo? No. Además, Jackson nos advierte, según la entrevista, que "Fue un orador genial. Para hacer que tanta gente le siguiera, cambiara y odiara, tenía que ser un hombre de espectáculo, y lo era". Exactamente lo mismo que dijo David Bowie en los años 70. ¿Está loca esta gente? No, no lo están. Admirar a Hitler no es una enfermedad. Admirar a Hitler es un hecho natural que no nos convierte en dementes. Y me parece muy bien que muchos ídolos del pop digan que admiran a Hitler porque esto nos ayuda en nuestra lucha por convertir a su figura en humana. Nos aleja del vano intento de querer convertirlo en el mismo diablo. Michael Jackson dijo que Hitler fue un orador genial, lo cual es cierto. De lo que sí se puede alegrar Michael Jackson es de estar muerto porque la que le hubiera caído encima con semejante osadía hubiera sido peor que cuando asomó a su hijo por una ventana de un hotel, alemán por cierto.

Muchos trajes de Michael Jackson son prácticamente militares. Incluso sus movimientos eran marciales. No es de extrañar que el bueno de Michael sucumbiera también ante el Führer. Yo me sigo preguntando qué es lo que han hecho tan mal los aliados, o quien comenzó a difundir la imagen diabólica de Hitler, para que, tras más de 60 años de difamaciones sobre Hitler, exista tanta gente que dice admirarle. ¿Alguien se acuerda de Rooselvelt? ¿de Churchill? ¿de aquel general francés? ¿de Tito? Cielos! Hitler es el único triunfador. Miles y miles de libros, miles de películas, anuncios de televisión, noticias de actualidad, debates.... Hitler está más vivo que nunca. Y la cosa no tiene fin. La industria Hitler nos deparará más sorpresas. Seguirán intentando difamarle a toda costa con mentiras. Pero algo tuvo que tener este personaje porque sigue dando mucho que hablar. La única forma de enterrar a Hitler definitivamente era no hablando de él. Porque hoy no sabríamos absolutamente nada de él ni de su obra. Pero conocemos muchas cosas. Y queremos seguir conociendo. Michael Jackson y Hitler. Solo se me ocurre una cosa: con esto sí que Hitler ha ganado definitivamente la guerra.

20 de septiembre de 2009

Viajar, un sueño hecho realidad


- En el porvenir cada obrero tendrá sus vacaciones, algunos día del año, de los que dispondrá libremente. Cada uno podrá, una o dos veces en su vida, hacer un viaje por mar. Adolf Hitler.

Hitler siempre estuvo interesado en proporcionar al obrero alemán las comodidades que muchos de nosotros disfrutamos hoy en día. Se puede asegurar que fue él uno de los primeros en hablar del "estado del bienestar". Es curioso el hecho de que cuando la gente en la actualidad piensa en el nazismo o en Hitler, se imaginen que su obsesión más grande era la de esclavizar al obrero. Se relaciona al nazismo con el obrero esclavo de "Metrópolis", una de las películas favoritas de Hitler por cierto. Sin embargo en los discursos de Hitler, y en sus conversaciones privadas, siempre defiende al obrero frente al patrón. Lo realmente milagroso es que durante el breve espacio de tiempo que estuvo en el poder Hitler, los obreros ya empezaran a disfrutar de ese "estado del bienestar". Promovió viajes turísticos muy baratos, cruceros y pensiones para ancianos. Es curioso porque el comunismo, supuesto defensor del obrero, nunca consiguió eso. Este hecho fue explotado por el nazismo, que decía que el marxismo había prometido mucho al obrero y se quedó en simples promesas. Todas estas ventajas para los obreros se hicieron bajo la organización Fuerza por la Alegría, el famoso KdF. En las imágenes vemos a Hitler en un crucero junto a la esposa de Robert Ley, la actriz Inga Ley. Las imágenes son muy curiosas porque era raro que Hitler viajara en barco. Demostró con creces su valentía al viajar en avión en una época en la que hacerlo no era muy seguro, pero admitió que el mar le creaba mucha inseguridad. Incluso tengo la impresión de que en las imágenes se le nota un cierto nerviosismo.



Uno de los destinos de los cruceros eran las Islas Madeira. Es curioso porque los actuales alemanes siguen siendo unos forofos de las islas y continúan en la actualidad viajando a las islas Canarias y, sobretodo, a Mallorca. En realidad los alemanes iban buscando el sol y el descanso, algo de sobra conocido en la actualidad. Durante el III Reich, cuando la gente recibía una comunicación de que podían realizar un crucero hasta las Islas Madeira, apenas podían contener su alegría. En el mismo crucero se organizaban fiestas y juegos que facilitaban el trayecto. Durante el trayecto imperaba un espíritu de amistad. También los viajeros podían permanecer en su camarote o realizar carreras de sacos en la cubierta. También se servía cerveza y se organizaban bailes.Por las noches se bailaba o se asistía a un recital o incluso al cine. Cuando llegaban a Madeira los turistas alemanes se entregaban al turismo y a observar el modo de vida de los lugareños. Observaban que se podía comer en abundancia por poco dinero. En general el turista observaba la vegetación de las islas y sus paisajes. Cuando regresaban a Alemania, los trabajadores lo hacían con fuerzas renovadas. No era de extrañar que los agradecidos turistas regresaran y dijeran "¡Salud y victoria al Führer!".

Por ejemplo, 14 días en Italia le costaba al trabajador alemán sólo 155 marcos.

13 de septiembre de 2009

Familiares de Hitler vivos


Tiene razón Norman Davies cuando cataloga a las publicaciones sobre Hitler como "Industria Hitler". La "Industria Hitler" aumenta y cada día nos sorprende con nuevas y absurdas noticias. La de hoy me ha llamado poderosamente la atención. El periódico El Mundo publica, con gran despliegue, una noticia sobre los familiares vivos de Hitler. Dos belgas obsesionados con Hitler llevan años buscando a familiares del Führer. Hasta la fecha han localizado a 39 descendientes. Cuatro se encuentran en Estados Unidos y el resto entre Austria y Alemania. Todos ellos se han cambiado el apellido para poder vivir en paz. El reportaje de El Mundo me ha resultado grotesco y sensacionalista. El tono de los investigadores también deja mucho que desear. Los dos investigadores son amateurs y llevan a cabo sus investigaciones por su cuenta. Según cuenta el artículo, el estudio de estos investigadores está repleto de libros sobre Hitler y documentos, fotografías etc. Tal obsesión por Hitler les ha llevado a perseguir a los descendientes del Führer. Y, dadas todas las circunstancias que rodean a la figura de Hitler en la actualidad, me pregunto con qué fin han realizado estas investigaciones. Lo primero que me viene a la mente es ¿cuál es la utilidad histórica de estas investigaciones? No se me ocurre ninguna, a parte del puro morbo y la de complicar la vida de estas personas. Porque, con el odio que genera Hitler, cualquier descerebrado puede intentar matarlos. Así que, de primeras, lo que han hecho estos investigadores me resulta reprobable.

Me sorprende que los familiares de Hitler que viven en Estados Unidos hayan decidido no tener descendencia "para extinguir la saga". A mi me aterra que el ser humano pueda llegar a ser tan imbécil para pensar algo así. Con razón Hitler no quiso tener descendientes. De hecho sus familiares siempre le crearon más problemas que alegrías. Ya hablé en una ocasión de su sobrino en este blog.

Los métodos utilizados por los dos investigadores rozan la criminalidad. En una época en que la protección de datos esta a la orden del día y la privacidad es algo sagrado, estos dos tipos no han tenido escrúpulos en tratar de conseguir pruebas de ADN mediante métodos criminales. Es decir, han conseguido muestras de ADN robándolas. En una ocasión esperaron durante siete días seguidos para conseguirlo. Esperaron hasta que un hombre llamado Alexander A. Stuart-Houston se dirigió hacia un restaurante de comida rápida, comió unas alitas de pollo. Al limpiarse los labios tiró una servilleta al suelo y ellos la recogieron como oro en paño. Lo curioso es que llamaron a esa servilleta "servilleta asquerosa" simplemente por creer que quien la utilizó era descendiente de Hitler. A tal extremo ha llegado el nombre de Hitler. Para echar más leña al fuego, los investigadores aseguran que mientras trasladaban la servilleta en un avión, a su lado se encontraba un judío que leía el Talmud. Les resultó una anécdota lo suficientemente atractiva como para contarla. A mi, sinceramente, me parece digna de una patología mental.

Después consiguieron otra muestra de ADN, esta vez de un descendiente que vive en Austria. Parece ser que en esa ocasión el familiar se mostró partidario de dársela. Pero lo cuentan como si fuera una hazaña. El hombre accedió a regañadientes a frotar un algodón en su boca. Algo rocambolesco, vamos. Los análisis que hicieron confirmaron que se trataba del mismo ADN. Por lo menos una de las conclusiones que sacaron es que Hitler no tenía ascendencia judía, como se ha afirmado en muchas ocasiones. "Algunos biógrafos mienten" dicen, aludiendo al famoso bulo de la ascendencia judía de Hitler.

El reportaje de El Mundo incluye también la noticia, ya difundida hace tiempo, de un supuesto hijo de Hitler. Y se han inventado un nuevo término: "cazahitlers" que hará las delicias de la prensa sensacionalista.

He leído el reportaje entre divertido, indignado e incrédulo. Me parece que lo que ocurre con Hitler roza ya el paroxismo. Saber que existen descendientes del Führer no beneficia en absoluto a la historia, ni la cambia. Todo lo contrario, perjudica a esos descendientes y alimenta más la "industria Hitler". Y es que con Hitler no existen límites. El peligro que se corre es que Hitler se convierta en una marca literaria en donde todo tenga cabida. El publico, ávido de noticias, se fascinará por todo lo que incluya la palabra "Hitler". Porque lo que ocurre con el Führer no ha ocurrido con ningún personaje histórico. Ni siquiera con Jesucristo. Alguien dijo que el siglo veinte fue el siglo de Hitler.  Hitler es el personaje de la historia por excelencia. Nunca ningún mandatario ha dado tanto rendimiento económico, ni se han vertido tantas mentiras ni tanta vulgaridad. Porque al final lo que queda de las investigaciones y publicaciones sobre Hitler es el puro morbo y la más absoluta falta de respeto, no ya hacia Hitler, que no se puede defender, sino hacia la propia historia y los lectores.

Estos dos investigadores pretenden publicar un libro con sus pesquisas. Yo, directamente les encarcelaba por intentar hacer la vida imposible a unas personas que no tienen ninguna culpa de ser descendientes de Hitler. En una ocasión leí que todas las personas del mundo que tienen los ojos azules descienden de una misma persona. Lo que convierte a todos los que tenemos los ojos azules en descendientes de Hitler. O de Paul Newman.

Arriba podéis ver el árbol genealógico de Hitler que publica El Mundo. Aquí tenéis parte del reportaje.

12 de septiembre de 2009

Europa en Guerra


Europa en Guerra - Norman davies

El libro se presenta con la pregunta "¿Quién ganó realmente la segunda guerra mundial?" y trata de aclarar muchos tópicos que la gente tiene sobre esa guerra. El autor resulta valiente al exponer asuntos que hasta ahora resultaban muy espinosos y propios solamente del revisionismo. Por ejemplo, dice Davies "los juicios morales no pueden basarse en la ilusión de que el asesinato en masa realizado por el enemigo era la prueba de una maldad despreciable y el asesinato en masa en el propio no fue más que una desgraciada anomalía".


El autor llega a conclusiones que en muchos países contendientes son tabú. Por ejemplo, resta importancia a la intervención del Reino Unido y considera que el verdadero vencedor de la guerra fue la Unión Soviética. En ocasiones creo que Davies falla al analizar al nacionalsocialismo. Por ejemplo, llega a decir que el fascismo "fundado por Mussolini en Italia, fue liderado desde mediados de los años treinta por el régimen nazi de Alemania". En alguna ocasión ya he hablado sobre las diferencias entre el fascismo y el nacionalsocialismo. Ciertamente tienen muchos puntos en común pero más puntos que los separan definitivamente. El mismo Hitler habló en muchas ocasiones sobre sus diferencias. Por muy riguroso que el autor quiera parecer, en ocasiones falla. Como cuando llama a Francisco Franco "falangista".

Sin embargo, Norman Davies es un autor más anticomunista que antinazi. A lo largo del libro dedica más páginas a los padecimientos que produjo Stalin a millones de personas que a las víctimas del nazismo. Hay una frase que refleja bien eso: "No creo que sea casualidad que el Ejército Rojo sufriera el mayor número de desertores y contara con el mayor número de hombres que se precipitaban a la muerte con una sonrisa en los labios". A lo largo del libro el autor repite a menudo las matanzas de Katyn y habla de los campos de concentración de Stalin. Pero también habla de los crímenes de los aliados. "No es aceptable que ciertos actos de la parte a la que no se desfavorece sean tachados de sucios crímenes si actos similares de la parte a la que se quiere favorecer se excusan u olvidan. El doble rasero moral es repugnante. No se puede sostener que los actos ilícitos o criminales cometidos en nuestro bando están automáticamente más allá de todo reproche o que los ennoblece su asociación con una buena causa."

Así pues, el autor recuerda que las víctimas de Stalin no se contaban por cientos de miles, "ni siquiera por millones, sino por decenas de millones".

El autor resulta muy valiente cuando formula cuestiones que en Gran Bretaña y Estados Unidos son casi tabú: "si la incursión alemana sobre Coventry, que mató a 380 personas, se califica de crimen, resulta difícil comprender por qué las incursiones británicas sobre Colonia, Hamburgo, Kassel, Berlín y Dresde no han de serlo también". También habla el autor con mucha dureza sobre la decisión de los aliados de expulsar por la fuerza a millones de alemanes de territorios que se asignaron a Polonia, Checoslovaquia y Hungria. Se atreve incluso de llamarla "limpieza étnica".

Resultan muy novedosas muchas de las conclusiones a las que llega el autor. Por ejemplo, en una ocasión se atreve a decir que "desde el punto de vista moral, la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941 no fue más flagrante que la invasión soviética de Finlandia en 1939".

Sobre la moralidad de la guerra creo que Norman Davies formula cuestiones que son muy interesantes. Por ejemplo, dice que " en la segunda guerra mundial ningún bando tiene el monopolio de la virtud o de la inmoralidad. Incluso cuando está plenamente justificada, la guerra es un asunto sucio que también puede manchar a quienes se embarcan en ella con el corazón puro y las más nobles intenciones.... Antes de decidir que un dirigente político o que un régimen en particular pueden ser incluidos con justicia en el bando del mal, el moralista debe hacer un frío cálculo basado en la declaración de intenciones y los hechos fehacientes del candidato en cuestión".

Con respecto a Hitler, el autor, lejos de llegar a ser un David Irving, no resulta tan hipócrita como otros historiadores. Afirma con respecto a la guerra, que Hitler no es que no mostrara interés en Oriente Próximo, sino que pensó que "podía esperar". Con respecto al ataque de Hitler a la Unión Soviética, lo califica simplemente de inevitable. "Si Alemania no intervenía, la Unión Soviética no tardaría en estar mejor armada, mejor organizada y mejor preparada". Considera El Alamein como algo sin importancia: "tras El Alamein, la superioridad aplastante del Tercer Reich en Europa seguía intacta". También considera que "se afirma con frecuencia que el destino de Stalingrado lo selló la terca negativa de Hitler a retirarse. Esto es cierto sólo en parte, porque Stalin tenía la misma obsesión." Al respecto dice también que "al contrario de lo que muchas vece se ha dicho, Stalingrado no fue el acontecimiento decisivo de la segunda guerra mundial".

Para el autor, el ejército alemán fue el ejército mejor formado para la guerra y opina que eso se debió a "que contaba con la base de una larga tradición y en parte que gracias alas órdenes que Hitler había dado antes de la guerra, había partido con ventaja". Considera que los militares alemanes fueron los mejores. Del bando aliado, solo considera a Patton como un general de "talento excepcional". Pero alaba más a los militares alemanes, como Guderian, Manstein o Model.

El libro viene acompañado de numerosos datos que resultan muy interesantes, como cifras de muertos de soldados, civiles etc... También incluye un listado de películas, libros, protagonistas etc...
Finalmente, la frase que mejor define el libro de Norman Davies es la siguiente:

"Se dice con frecuencia que son los vencedores los que escriben la historia, y en el caso de la segunda guerra mundial, los historiadores británicos, estadounidenses y soviéticos disfrutaron de esta ventaja".

Recientemente he adquirido "Mitos y leyendas de la segunda guerra mundial" de James Hayward, que contiene un capítulo entero sobre mitos sobre Hitler que parece muy interesante. También he comprado las memorias del piloto de Hitler, Hans Baur, que seguro que tiene anécdotas jugosas que ya expondré aquí. Finalmente me he comprado "El camino de la guerra" de David Irving, porque lo tenía en PDF, que siempre resulta más molesto de consultar. Durante las vacaciones comencé a leer una biografía de las hermanas Mitford, que resulta muy interesante pero lo he dejado de momento. Ya volveré sobre él.

Como sabéis, ya se ha editado el libro de Beevor sobre el desembarco de Normandia. Ayer ya lo vi en las librerías. Acabaré comprándolo, aunque el desembarco de Normandia no figura entre mis favoritos de la guerra. Estoy con Norman Davies en que es muy conocido solamente porque fueron los americanos quienes intervinieron en él. Sin embargo la victoria de la guerra se decidió en el Este. En fin, me encuentro de baja debido a un extraño y persistente dolor de espalda que no me permite dormir, asi que es probable que tenga mucho tiempo para leer. En ocasiones me gustaría tener a mi lado al doctor Morell para que me aliviara con sus extrañas inyecciones. Parece que el doctor Morell fue mejor que el doctor de Michael Jackson.

Enlace a textos del libro

6 de septiembre de 2009

David Irving



Y con él llegó el escándalo... Como sabemos, el periódico El Mundo ha estado publicando entrevistas con historiadores célebres de la II Guerra Mundial. Este diario ha querido incluir entre los entrevistados a David Irving. Era un ejercicio arriesgado. Lo sabían y no han errado. Antes de la publicación de la entrevista ya han habido voces muy importantes que han protestado, incluido el embajador israelí y el ministro de asuntos exteriores español. La apuesta de el diario El Mundo me ha parecido sensata y valiente. Incluso se han defendido en su editorial. El periódico habla de la defensa de la libertad de expresión para hacerlo y menciona a varios periódicos extranjeros que han publicado entrevistas con Irving. Me parece impresentable criticar a un periódico por publicar una entrevista, cuando cada uno debe sacar sus propias conclusiones de todo lo que lea. Un periódico no puede dejar de publicar nada simplemente porque esas declaraciones vayan a ser perjudiciales para un sector. De hecho, todos los periódicos publican entrevistas con ladrones, violadores, corruptos etc. y nadie se rasga las vestiduras. Con esto no quiero poner a Irving en el mismo saco que nadie.

Bien, la eentrevista con Irving es bastante moderada. Se nota que el hombre tiene cuidado de medir sus palabras ya que, como sabemos, ha pasado 9 meses encarcelado. Con todo, es una gozada oírle. ¿Por qué? Pues porque los que leemos tanto sobre Hitler estamos hasta la coronilla de oír que fue un monstruo y cuando oímos algo medianamente positivo nos resulta reconfortante. En todo lo que rodea a Hitler existe mucho cinismo. No puede ser que se le trate como a un monstruo por cometer crímenes cuando sabemos de sobra que crímenes se cometieron en todos los bandos. En este caso habría que hablar de la monstruosidad del ser humano, y Hitler fue un ser humano, al fin y al cabo. Veamos las declaraciones de Irving que me han parecido más interesantes:


Pregunta: ¿Hubiera sido posible la II Guerra Mundial sin Hitler?
Respuesta: Sí. Aunque Hitler quería una guerra pequeña. Absorber Austria y los Sudetes y desafiar a Polonia tomando Danzig. Y, de pronto, se dio cuenta que la guerra no sería corta.
Pregunta: Usted dijo una vez que Churchil fue tan malo como Hitler.
Respuesta: Lo que dije es que Hitler, Churchill, Stalin, Roosevelt y Truman estaban quemándose en su mismo infierno.
Pregunta: O sea, que según usted fueron todos igual de malos.
Respuesta: Por supuesto. Todos tenían un respeto nulo por la vida humana. El verdadero crimen de la II Guerra Mundial no fue el genocidio sino lo que yo llamo inocenticidio. El asesinato de personas inocentes. ...
Pregunta: Y Hitler ¿No fue mucho más sanguinario?
Respuesta: La pregunta clave es cuánto sabía Hitler de lo que hacían Himmler y las SS. Y la respuesta es que Himmler era muy cuidadoso de no decirle nada...
Pregunta: ¿Está diciendo que Hitler era el único elemento inocente en los círculos de poder nazi?
Respuesta: Hitler era el jefe de Estado y, por tanto, el responsable de lo que pasaba. Pero uno puede ser responsable y a la vez ignorante. Y Hitler era un hombre simple al que engañaban constantemente sus subordinados.
Pregunta: En resumen, su tesis es que Hitler estaba rodeado de malas personas, pero era buena gente.
Respuesta: El propio Hitler dice al final de sus días que el nacionalsocialismo era bueno, pero que él se lo confió a malas personas.
Pregunta: ¿es usted nazi?
Respuesta: eso dicen, pero no es verdad. Lo único que me importa es que dentro de mil años la gente no comprará los librosde Kershaw o de Roberts, sino los míos. Porque yo escribo historia real.
Pregunta: ¿Fue Hitler un gobernante elegido democráticamente o un tirano?
Respuesta: Llega un momento en que ni siquiera un tirano puede gobernar si no tiene el respaldo de la población. Hitler tuvo ese respaldo hasta el final. En parte gracias al trabajo de propaganda de Goebbels.
Pregunta: A usted se le ha acusado de querer absolver a Hitler.
Respuesta: Yo quito de la historia lo que no es cierto.
Pregunta: ¿De verdad cree que mejorará la opinión de Hitler dentro de mil años?
Respuesta: Por supuesto. Tendrá plazas con su nombre en Alemania. Y puede que fuera, también.

He aquí una parte extractada de la entrevista. Irving siempre polémico. Muchos historiadores que han aparecido en las famosas entrevistas de El Mundo dicen que de haber sabido que Irving iba a ser incluido, hubieran rechazado la entrevista. Hace falta mucho cinismo para eso. Porque incluso en el caso de que Irving mienta con respecto a Hitler: ¿Acaso no lo han hecho la mayoría de los historiadores? Cuando un historiador miente sobre Hitler deliberadamente como se hace: ¿debemos tratarle como ellos tratan a Irving? De lo que no cabe duda es de que Irving es un personaje muy jugoso para todos los que nos gusta esta historia.

5 de septiembre de 2009

Noticias








Estos días se está hablando mucho sobre Hitler en la prensa. En realidad, un poco más, porque el Führer siempre es noticia. Siempre hay alguna excusa para hacerlo porque Hitler y las esvásticas son un negocio redondo. Tanto es así que, periódicos de gran tirada ofrecen conmemoraciones sobre la guerra, entrevistas a historiadores, entregas por fascículos etc. Vamos, que tenemos Hitler para rato. La cuestión es si, entre tanto surtido, se puede sacar algo bueno. Y mucho me temo que no. Que al final las conclusiones son las de siempre: Hitler malo malo malo. Yo no se por qué siempre estoy empeñado en que esa simplificación no puede ser verdad. Bueno, desde que descubres que se miente mucho cuando se habla sobre Hitler, desconfías mucho de lo que se publica. Muchos historiadores en realidad lo único que hacen es volver a escribir las mentiras ya publicadas, probablemente con buena fe, porque son las bases que tienen para escribir sus libros, siempre demandados por el público.










David Solar ha publicado un libro sospechosamente llamado "1939. La venganza de Hitler". Bien, yo nunca compraría un libro con semejante título. Por lo que he leído en entrevistas en prensa Solar se basa siempre en la teoría de que Hitler fue una persona movida por el odio y por sus frustraciones personales. Yo creo que escribir un libro bajo esa premisa recorta mucho la imparcialidad y, por tanto, una verdad objetiva.

El periódico "El Mundo" está publicando a su vez entrevistas con historiadores. Publicó hace unos días una entrevista con Ian Kershaw. Kershaw habla un poco sobre la vida íntima de Hitler y dice que que el Führer era un semidiós. Probablemente lo fue para millones de alemanes, como lo siguen siendo hoy muchos líderes mundiales. Pero es sabido que Hitler no se veía a si mismo como un semidiós. Tenemos muchas afirmaciones suyas al respecto. En este mismo blog he publicado alguna. Incluso al final de la guerra Hitler volvió a afirmar que no le gustaba que el pueblo le viera como a un semidiós. Dice Kershaw que Hitler no tenía amigos. No estoy de acuerdo. Hitler fue una persona que siempre necesitó estar rodeado de gente. No se si su relación se asemeja al concepto de "amigo" pero lo cierto es que Hitler nunca fue un personaje solitario. Su relación con Eva Braun descarta siempre esa teoría de que Hitler no tenía amigos puesto que fue una relación humana y cercana. Kershaw se atreve a decir que entrevistó a uno de los administradores de la residencia de Hitler que aseguró que nunca encontró restos de semen en las sábanas de Hitler. Esto es muy poco serio. Sinceramente, me parece ridículo. Es más propio de de un colaborador de prensa rosa que de un historiador serio. Kershaw también dice, con muy poco rigor, que hubo gente que aseguraba que Hitler despreciaba a Eva Braun en público. Pero ¿ofrece pruebas? Ninguna. Si Hitler la despreciaba ¡en público! se desprende que debía de haber muchos testigos y sin embargo ¡no da ningún nombre ni ninguna prueba definitiva! Como gran biógrafo de Hitler esto me parece de muy poca seriedad y más propio de un parlanchín de prensa del corazón.

La noticia más grotesca que he visto estos días es la aparición de un cuadro encontrado de nuevo como si fuera arqueología, que aseguran data del año 1909 en el que se ve a Hitler y a Lenin jugando al ajedrez. Para mayor despropósito se asegura que el cuadro esta firmado por ambos líderes en la parte trasera. Por supuesto se pretende vender la obra a un precio muy elevado. Bien, sabiendo que Hitler en el año tenía nada más y nada menos que 20 años es que ¡nadie se ha fijado que la imagen de Hitler se corresponde a la de un adulto de más de 40! Es la misma imagen del Hitler de los años 30. Baste contemplar las imágenes del Hitler joven, por ejemplo las de la Primera Guerra Mundial, en donde poseía un bigote no recortado para comprobar que la historia de este cuadro es una falsedad supina.

Últimamente han proliferado por Internet vídeos de Hitler, sacados de la película "El Hundimiento" subtitulados con diversos propósitos. Así pues, podemos ver a un Hitler enfurecido por el conflicto vasco o incluso por la separación del grupo Oasis. Quizá tuvo algo de gracia cuando se empezaron a hacer, pero existen tantos y tantos que creo que ya no es nada original. Pero lo curioso de caso es que este tipo de videos son muy vistos, incluso comentados en la prensa. Increíble.


Estas tres fotografías corresponden a una campaña de publicidad de una marca de te anti estrés. Las fotos son muy impactantes y los publicistas saben perfectamente que cualquier publicidad a base de esvásticas y Hitler, tienen el efecto deseado. No se puede negar que las fotos son muy originales.

Hoy el periódico "El Mundo" publica una entrevista, no exenta de polémica, con el historiador David Irving. Como todo lo que rodea a Irving es escandaloso, la polémica esta servida.  Pienso que su libro "La Guerra de Hitler" sigue siendo insuperable y se trata de un libro que sigue inspirando a muchos biógrafos. No puede ser que por un lado se crucifique a Irving y por otro, los historiadores le mencionen constantemente en sus obras. Porque no se le puede negar a Irving su labor. 

1 de septiembre de 2009

La culpabilidad de la guerra




















 Se celebra el 70 aniversario de la invasión de Polonia. El aniversario viene precedido de la polémica sobre la culpabilidad de Stalin en el conflicto. Los rusos enseñan la historia de la II Guerra Mundial como "la gran guerra patriótica". Pero muchos historiadores consideran a Stalin tan culpable como a Hitler. Ciertamente Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a Alemania porque había invadido Polonia. Pero también la Unión Soviética la invadió y no le declararon la guerra. La II Guerra Mundial es bien distinta dependiendo de en qué país la estudies. Al final se va a convertir en una guerra imposible de entender. La política está tan enraizada en esa guerra que es muy complicado entenderla. Por ejemplo, es muy difícil defender a los alemanes que sufrieron mucho más que otras naciones, sin que te llamen nazi. Esto es intolerable en nuestros días. Existe aún una guerra de cifras de muertos y víctimas. Existen víctimas de primera y segunda clase. En definitiva, sigue existiendo tanta división de opiniones 70 años después, o más.

Los rusos están muy enfadados porque se les han comparado a Hitler. Los rusos no desean que les molesten con las torturas de Stalin. Bueno, en la anterior encuesta de este blog, en donde se preguntaba si se consideraba a Hitler el responsable de la 2GM, un 47% ha respondido que no, que la 2GM fue una consecuencia de la IGM. Como parece que el debate de la actualidad es si se considera a Stalin igual de culpable o más que Hitler, pongo este mes una encuesta con tal fin.

De todas formas, y culpas a Stalin a parte, el mundo siempre puede culpar a Hitler de casi todo. Pero eso ya lo sabía él.

Las fotografías de arriba pertenecen al Archivo Nacional de Washington. Al parecer, con motivo de la invasión de Normandía, los americanos encargaron el aspecto que podría tener Hitler caso de que quisiera huir. Pero, como sabemos, Hitler nunca huyó. Prefirió la muerte a vivir escondido el resto de su vida.