Se han cumplido 75 años de la famosa Noche de los Cuchillos Largos. A lo largo de estos años mucho se ha hablado sobre ella y se ha dicho que fue una acción sanguinaria y vengativa de Hitler. Pero Hitler no lo hizo por venganza, ni mucho menos. Para él fue una decisión muy difícil pero inevitable si quería continuar en el poder. Porque el creciente poder de la SA representaba un evidente peligro para el ejército. El propio presidente Hindemburg estuvo a punto de declarar la ley marcial ante la amenaza parda. A Hitler no le quedó otro remedio que actuar. Kershaw dice que Hitler no sabía exactamente qué hacer y que habló de deponer a Röhm o mandarle detener. Röhm era un nacionalsocialista revolucionario. El carácter revolucionario de Hitler es evidente pero el Führer prefería conquistar el poder con más cautela y astucia que su compañero Röhm. Las conversaciones privadas de Hitler nos demuestran su intención de cambiar la sociedad de arriba a abajo. Pero Hitler era muy astuto y primero debía demostrar al ejército, a los políticos más conservadores y a los industriales, que el nacionalsocialismo no era un peligro para ellos. Röhm y sus SA sí lo eran. Röhm estaba desilusionado. A la SA les dijo:
"Sólo las SA conseguirán ganar y conservar el triunfo del nacionalismo puro y del socialismo que no pueden ni deben de ser falseados". Sin embargo Röhm tenía enemigos: Göring, Goebbels o el mismo Himmler. Parece ser que fue Göring quien convenció a Hitler de que debía actuar contra Ernst Röhm y las SA antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo Hitler quiso intentar una última reconciliación. Sólo cuando tuvo la evidencia de que Röhm preparaba un golpe se decidió a actuar. Incluso supo que Röhm le había llamado "ese ignorante cabo de la guerra mundial". También supo que las SA estaban almacenando armas. Según David Irving esta más que claro que las SA planeaban derrocar a Hitler.
Hitler ofreció a Röhm la posibilidad de suicidarse pero el jefe de las SA se negó. El saldo de muertos fue de ochenta y dos. Ian Kershaw dice que fueron entre ciento cuenta y doscientas personas. Dice también que el nombre de Röhm no figuraba entre la lista de los ejecutados. Parece que existe un consenso entre los historiadores afirmando que Hitler no deseaba la muerte de Röhm. Fue el mismo jefe de las SA quien decidió morir. El mismo Joachim Fest se pregunta "si Hitler tenía realmente otra elección". Tres años después Hitler dijo:
- Había tenido que aniquilar a este hombre y a sus seguidores, a pesar de lo mucho que lo había sentido.
A pesar de que La Noche de los Cuchillos Largos ha pasado a la historia como una noche de terror e infamia, en su momento los alemanes lo vivieron como un alivio. No solo los alemanes corrientes. También el ejército y los industriales respiraron aliviados. El mismo presidente del Reich Hindenburg felicitó a Hitler por su decisión.
Hitler dio un discurso en el Reichstag el día 13 de Julio de 1934 para explicar lo sucedido. Transcribo una parte de este discurso:
"De una cantidad de hechos y culpabilidades personales, de una serie de equivocaciones e insuficiencias humanas y de una serie de errores humanos, se ha producido, en nuestro joven Reich, una crisis, la cual rápidamente podría haber causado daños y habernos destruido con consecuencias no previsibles. Explicar su nacimiento y la forma en que fue vencida es mi deber explicárselo a ustedes y a nuestro pueblo. El contenido será muy abierto, únicamente por su importancia deberé recortar un poco, en parte para salvaguardar los intereses del Reich y en parte para evitar que estos hechos signifiquen, al otro lado de nuestras fronteras, un deshonor.
Tumultos en la calle, luchas de barricadas, terror en masa y programas de destrucción individualistas tienen en tensión hoy en día a casi todo el mundo. También en Alemania todavía hoy algunos locos y delincuentes intentan seguir con este destructivo quehacer. Desde la destrucción de los partidos comunistas hemos visto, aunque cada vez con menor fuerza, algunos intentos de volver a empezar de movimientos u organizaciones comunistas con carácter más o menos anarquista. Sus métodos son siempre los mismos. Explican el presente y al mismo tiempo propagan el paraíso comunista del futuro llevando, en el fondo, únicamente una guerra para el infierno, ya que las consecuencias de su victoria para Alemania no traerían más que destrucción.
1) En contra de mi concreta orden, el anterior jefe Röhm había engrosado de tal forma la SA y encendido su ánimo que tal actitud tenía que ser necesariamente peligrosa.
2) La enseñanza de la ideología nacionalsocialista había disminuido entre las filas de los Jefes de la SA.
3) La relación entre el partido y la SA se iba distanciando poco a poco. Por medio de un plan se pudo comprobar que era objetivo de la SA alejarse más y más de nuestra misión, para poder servir a otras obligaciones e intereses.
4) Para ascender a Jefe de la SA eran precisos, únicamente, conocimientos externos e intelectuales. Gran cantidad de hombres que habían sido nombrados por mí dimitían cada vez en mayor número, mientras que gente entrada en 1933 tenía cada vez más privilegios. En ocasiones bastaban unos meses en la SA para lograr un ascenso, el cual viejos miembros de la SA no podían alcanzar durante años.
5) La presencia de estos jefes en la SA no tenía nada que ver con el movimiento y era completamente anti-nacionalsocialista e incluso en algunos casos repugnante....
De estas anomalías y otras avisé a Röhm, sin haber observado desde entonces ninguna mejora ni alguna disposición para preverla.
En los meses de abril y mayo aumentaron estas quejas. Por primera vez en este tiempo recibí comunicados por escrito y archivos de las discusiones que había efectuado el Führer de la SA en concreto y de las cuales únicamente se podía extraer un sentimiento de vergüenza. Por primera vez constaba en estas actas que durante las discusiones se notaban indicios de la necesidad de una nueva revolución.
A finales de abril quedó claro en el gobierno y entre algunos mandos del partido, que diversos jefes de la SA engañaban expresamente a las organizaciones políticas diversas o, al menos, nada hacían para impedirlo a los que sí actuaban así. El intento de atajar esto por camino legal, no obtuvo resultados en ninguno de sus intentos. Röhm aseguró una y otra vez que había tomado medidas para acabar con todos estos grupos, pero nunca se observó una mejoría....
La firme decisión del Gobierno nacionalsocialista de acabar con estos hechos que manchan su honor y sus responsabilidades, ha llevado a grandes enfrentamientos con la dirección de la SA. Estos enfrentamientos llevaron a discusiones constantes entre el señor Röhm y yo, en las cuales, por primera vez, empecé a desconfiar de la lealtad de este hombre.
Después de que en cuatro ocasiones me había obstinado en no pensarlo, después de que durante años y años había protegido a este hombre por su fidelidad, ahora por fin tenía que considerar las serias acusaciones -especialmente gracias a Rudolf Hess- las cuales me impedían proteger por más tiempo a este hombre por más que hubiera querido pensar que eran falsas.
Desde el mes de mayo no podía haber ya ninguna duda de que el señor Röhm estaba ocupado engrandes proyectos que podían llevar a la catástrofe....
La penitencia por este crimen ha sido dura. 19 comandantes de la SA de elevado rango y 31 intermedios han sido fusilados como cómplices de esta operación. Otros 13 mandos de la SA y civiles murieron al oponerse a su detención. Tres más se suicidaron. Cinco miembros del partido, pero no pertenecientes a las SA, fueron fusilados por participación. Finalmente aun fueron fusilados tres miembros de las SS que se hicieron reos de vergonzosos malos tratos a detenidos.
Aunque los sacrificios hayan sido duros, no han sido en vano, aunque a algunos les pueda parecer así. Además, tengo yo la confianza de que si alguna vez el destino me quita de mi sitio, mis sucesores no actuarían de otra forma, e igualmente si ellos tuvieran que ceder el sitio a un tercero tampoco actuaría de otra manera pues igualmente esa persona sería responsable de todo su pueblo....
Al igual que ofrecí hace año y medio el perdón a nuestros adversarios, también ahora quiero decirles a todos aquellos que fueron culpables, que quiero olvidar este acto de traición. Que ellos mismos reflexionen en su interior y busquen el perdón. Todos hemos de ser responsables del bien de nuestra patria: la paz interior y el orden.
Estas 24 horas han sido las más difíciles de mi vida, pero en ellas el destino me volvió a demostrar que tengo inconmoviblemente a mi lado lo que es más valioso para mí: El pueblo y el Reich alemán."