La Nueva Cancillería del Reich es muy representativa de lo que fue Hitler: un proyecto mastodóntico, que fue construido en un tiempo récord y que finalmente fue destruido. Creo que es el símbolo por excelencia de Hitler. El encargado de construirla fue el arquitecto de Hitler Albert Speer. Recurro a las memorias de Speer para conocer de primera mano el proyecto. A finales de enero de 1938 Hitler llamó a Speer y le comunicó:
- Tengo un trabajo urgente para usted. Dentro de poco tendré que celebrar reuniones importantísimas, y para eso necesito grandes vestíbulos y salones que me permitan impresionar sobre todo a los pequeños potentados. Pongo a su disposición toda la Vosstrasse. Me da igual lo que cueste. Sin embargo, hay que construir deprisa y, además, las obras tienen que ser sólidas.
Hitler le preguntó a su arquitecto si podía terminarla en el plazo de un año. Speer le aseguró que en ese plazo se la construiría. Para ello hubo que derribar edificios de la Voss-Strase para poder despejar el terreno. Speer presentó a Hitler un anteproyecto en el que se veía que el visitante llegaba en coche hasta un patio de honor después de atravesar un gran portal. Para acceder hasta el descomunal despacho de Hitler había que atravesar largos pasillos. Hitler dijo:
- ¡Durante el largo recorrido desde la entrada hasta la sala de recepción tendrán tiempo para captar algo del poder y la grandeza del Reich!
Hitler era muy meticuloso con los proyectos arquitectónicos. Él mismo dibujaba bocetos y se preocupaba de todo. Sin embargo en esta ocasión dejó las manos libres a su arquitecto. Según Speer, rara vez se entrometió en el proyecto. La construcción de la Nueva Cancillería es una proeza alemana impresionante. No solo porque se construyó en menos de un año, sino por la construcción tan impresionante que fue. Hitler quedó impresionado. Speer terminó el encargo dos días antes de lo esperado, lo que le valió fama como organizador. Seguro que eso fue determinante en su nombramiento como Ministro de Armamentos.
Cuando Hitler vio concluida su obra, hizo algunos cambios. La sala de recepción le pareció pequeña y ordenó que se triplicara. El gran despacho de Hitler le satisfizo especialmente. La Cancillería fue adornada con esculturas de Arno Breker. Las cifras de la construcción de la Cancillería son descomunales: cuatro mil obreros trabajaron en dos turnos. Otro mil trabajaron en distintas partes de Alemania para construir partes. Todos los obreros, carpinteros, albañiles, montadores etcétera fueron invitados a visitar la obra terminada. Hitler les habló a todos en un discurso. Les dijo:
- Aquí soy el representante del pueblo alemán. Y cuando reciba a alguien en la Cancillería, no será Adolf Hitler como particular el que reciba al visitante, sino el Führer de la nación alemana. Por consiguiente, no soy yo quien lo acoge sino Alemania a través de mí.
Hitler sabía a la perfección las medidas de todas las salas. Condecoró a Speer con las insignias de oro del Partido y le regaló una de sus acuarelas.
La Cancillería se inauguró el 12 de Enero de 1939. Hitler recibió en la gran sala a los diplomáticos.
Es fácil de imaginar la amargura de Speer cuando vio su obra destruida al final de la guerra, cuando visitó a Hitler en el búnker. En la película El Hundimiento hay una imagen de él bajando por las escaleras de su Cancillería destruida. Es una imagen increíble.
Con semejante bagaje, las fuerzas aliadas se esmeraron en destruir este símbolo de Hitler. La Cancillería sufrió muchos bombardeos y fue blanco de la artillería soviética. A pesar de estar muy dañada al final de la guerra, el edificio podría haberse conservado. El mismo Churchill no pudo evitar hacer una visita con mucha curiosidad.
Sin embargo se decidió destruir por completo la Cancillería. Con las piedras y mármoles los rusos erigieron un monumento conmemorativo. Este monumento es todo lo queda de la Cancillería: