Cuando Hitler salió de la cárcel, a finales de 1924, fue llamado su fotógrafo Hoffmann para inmortalizar el suceso. Sin embargo cuando llegó a la fortaleza se encontró con que las autoridades no le permitieron fotografiar. Hoffmann pensó que nunca tenía suerte con Hitler puesto que en los principios políticos a Hitler no le gustaba que le fotografiaran. El fotógrafo esperó a que Hitler saliera. El Führer fue hacia él y le dijo que había tenido suerte y que podía hacer todas las fotos que quisiera. Cuando Hoffmann le contó lo ocurrido Hitler tuvo la idea de hacer las fotos en el exterior de la cárcel. Las fotografías dieron la vuelta al mundo.
¿Qué piensa usted hacer de momento? Preguntó Hoffmann.
- Voy a empezar otra vez desde el comienzo. Pero lo primero que quiero es tener una oficina. ¿Sabe usted algo que sirva para eso, Hoffmann?
Hoffamnn le dijo que conocía un piso con trece habitaciones libres que se alquilaba. Hitler no se lo pensó dos veces y le dijo:
- Muy bien, eso es precisamente lo que necesito: trece habitaciones. Alquilaré doce.
Según Hoffmann, Hitler era supersticioso. Y así es como nació la famosa Casa Parda, sede del partido.
Que de tiempo!:)
ResponderEliminarNacho, veo que te ha dado fuerte con el tema de Leni, jeje. Fue extraordinario su modo de convertir la propaganda en auténticas y reconocidas obras maestras. Muy interesante todo lo que vengo leyendo por aquí sobre ella.
Y ahí esta Hitler… posando al lado del coche de su amigo Müller. Acababa su etapa entre rejas pero debía asumir importantes retos: no podía hablar en público, su periódico se encontraba clausurado… y bueno entre otros inconvenientes, después de catorce meses, algunos de sus fieles seguidores le habían olvidado. Ahora llegaba el momento de reorganizarlo todo.
Un abrazo! ;)
gracias por la informacion saludos desde peru ....
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