Desde el famoso vuelo a Inglaterra de Rudolf Hess se ha especulado mucho sobre su comportamiento. ¿Actuó el lugarteniente del Führer con su consentimiento? ¿Actuó solo? ¿estaba loco? ¿alguna misión secreta todavía no desvelada? Como en muchos aspectos de la guerra, sobre este se han vertido ríos de tinta y de imaginación. A pesar de que hay aspectos sin aclarar y documentos sin desclasificar aún, lo que sí sabemos es la reacción de Hitler ante el famoso vuelo de Hess. El 11 de mayo de 1941 Hitler se encontraba en el Berghof. MArtin Allen, en su libro "El Enigma Hess", asegura que cuando Hitler recibió la noticia, en contra de lo que se ha escrito, no estaba furioso ni mucho menos. Según Allen cuando el ayudante de Hess le entregó un sobre a Hitler informándole del vuelo, éste ya sabía dónde se encontraba Hess. Al parecer Hess mantuvo una entrevista con Hitler la semana anterior en la que le dijo que si el asunto salía mal siempre podía decir que Hess se había vuelto loco... como efectivamente sucedió. Martin Allen expone una serie de pruebas en las que pretende demostrar que Hitler estaba perfectamente al corriente del vuelo de su lugarteniente.
Vamos a repasar lo que han escrito los grandes biógrafos de Hitler. David Irving nos dice que Hitler se negaba a creer que Hess le hubiera sido desleal. Según Irving, Hitler expresó su temor de que si Hess llegara a Inglaterra fuera drogado por Churchill para que confesara lo que quisiera. También dice Irving que inmediatamente Hitler ordenó una investigación y se dieron cuenta que hacía tiempo que Hess había caído en manos de curanderos y astrólogos. Finalmente Hitler se decidió por dar un comunicado en el que insistió en que Hess actuó de manera enajenada. Además, Hitler debió de sentir mucho pánico ante la idea de que los ingleses tuvieran apresado a Hess. Según muchos testigos, Hitler se encontraba tan alterado como cuando se suicidó Geli Raubal. No en vano, Hess fue amigo y compañero de lucha desde hacía muchos años. Una vez pasada la tempestad, Hitler en raras ocasiones volvió a mencionar el asunto.
Ian Kershaw dice que Hitler tras conocer la noticia se puso furioso. Como se aprecia, nada que ver con lo que dice Martin Allen. Kershaw considera que el comportamiento de Hitler aleja toda posibilidad de que éste tuviera conocimiento de los planes de Hess. Considera a Hitler capaz de interpretar cualquier cosa, pero si realmente estaba fingiendo con Hess sería un actor "del calibre de un actor de Hollywood". Después, dice Kershaw que debido al comportamiento de Hitler con anterioridad al famoso vuelo, aleja toda posibilidad de que Hess y Hitler actuaran juntos.
Curiosamente, el biógrafo Joachim Fest prácticamente no menciona el asunto más que de pasada. Albert Speer, que se encontraba en el Berghof con Hitler cuando ocurrió el incidente menciona en sus Memorias que Hitler cuando se enteró de la noticia dio un grito "casi animal" pero que pronto recuperó su compostura habitual. Según Speer, Hitler dijo:
- ¿Quién va a creer que Hess no ha actuado en mi nombre? ¿Que todo lo ocurrido no es sino un juego pactado a espaldas de mis aliados? ¡Ojalá se ahogue en el mar del Norte! Así desaparecería sin dejar rastro y podríamos tomarnos un tiempo para pensar una explicación.
Speer corrobora también que a partir de entonces Hitler prácticamente no mencionó a Hess. Sin embargo eso no significa en absoluto que Hitler se olvidara de su querido lugarteniente. Desde que Geli Raubal se suicidara, el Führer tampoco la mencionó prácticamente.
Por los testimonios que tenemos, se puede afirmar que Hitler no estaba enterado del plan de Hess. Por su comportamiento, saltaba a la vista que el incidente le cogió totalmente por sorpresa. De lo que no cabe duda es de que Rudolf Hess fue no solo un compañero leal de Hitler desde los primeros tiempos sino que fue también un gran amigo del Führer. En el III Reich estaba considerado el número 3 del Régimen, después de Göring.
A partir de su encarcelamiento, Hess tuvo un extraño comportamiento. Al parecer, los ingleses no pudieron sacarle mucha información y a partir de entonces Hess tuvo un comportamiento que rozaba la esquizofrenia y la amnesia. Ese comportamiento fue siempre fingido. Junto a Göring, fue el único jerarca nazi que no se arrepintió de nada y que siguió comportándose con lealtad hacia Hitler. Esa lealtad la mantuvo durante toda su larga vida. Su caso fue especialmente triste porque, como se sabe, fue el único recluso que los aliados mantuvieron hasta su muerte en extrañas circunstancias en 1987. Durante muchos años hubo muchos personajes y asociaciones que solicitaron su excarcelación por motivos humanitarios. Pero los rusos siempre se negaron. Al fin y al cabo ellos interpretaron el vuelo de Hess como un aviso a los ingleses del inminente ataque alemán a Rusia.
Tengo un libro de la editorial Arndt que contiene muy buenas fotografías, como todo lo que editan. Esta es la portada del libro, otra foto de cuando Hess compartió celda con Hitler y otra de cuando estaba en Spandau, observándo con melancolía sus uniformes:
Cuando Hess murió guardé algún recorte de prensa, incluidos artículos y una curiosa esquela que un grupo nacionalsocialista le puso en un periódico:
Nuevamente llegamos a un punto en que la historia no encaja. Saludos!
ResponderEliminarThule.
Un personaje rodeado de misterio y puteado hasta el final de sus días… No dejaron de someterle a pequeñas torturas diarias, como la retirada de las gafas a las 10 de la noche para impedirle leer o el no permitirle utilizar calcetines de invierno. Además de destruirle cada libro de notas que escribía. Su final, como reflejas Nacho, estuvo tan rodeado de misterio como el vuelo que realizó…
ResponderEliminarParticularmente no creo que Hitler consintiese el vuelo. Todo parte y se desarrolla con Hess. Y es que en el momento en el que Hitler empieza a planear la Operación León Marino, Hess se siente desplazado y es cuando decide que tiene que actuar si no quiere morir políticamente. Hess estaba convencido de que eran los soviéticos y no los británicos los mayores enemigos de Alemania y cree que si consigue la paz con los británicos volvería a ganarse a Hitler.
Y otra cosa! Muy curiosa e interesante la recopilación de artículos que muestras en torno a la muerte de Hess.
Saludos! ;)
A mi me parece que Hess fue sin duda un idealista, una persona leal y convencido de que podría cambiar el curso de la historia,quizás hubiese sido así si hubiese llegado a hablar con el rey Jorge,o no.
ResponderEliminarCreo que con él, la saña del vencedor, se llevó la palma.Nadie merece esa vida y no sé si esa muerte.
Lilí
Me interesa saber si podrías enviar información a mi correo emperador@universo.com acerca del misterioso "suicidio" de Hess, o recomendarme algún libro de David Irving (u otro ) al respecto. Gracias. Pancho.
ResponderEliminarLa vida de Hess, es admirable.
ResponderEliminar¿Podremos juzgar nosotros lo que hacen mentes de cocientes muy superiores a los nuestros?
Difícil, no?
Todos aquellos detalles que ellos mismos no quieren decir, difícilmente nosotros los deduzcamos.
Pero nos quedan los hechos. Qué porfiados los hechos!
Uno se tiene que quedar con lo que ve. Alemania no quería la guerra con Inglaterra. Hitler no quería la guerra con Inglaterra. Después de la declaración, estuvo 6 meses inactivo, con la esperanza de que no se concretara, hasta que fué evidente que los ingleses se estaban embarcando para invadir Noruega.
Pensémoslo así: hubiera sido una jugada brillante si Hess tenía éxito!
Hess era el lugarteniente de HItler.
Y eso es todo.
El destino le deparó el papel de inocente que debe pagar con su vida crímenes que no cometió, y que está en duda si realmente sucedieron.
Es un recordatorio de la brutalidad total de los aliados.
Es interesante destacar la diferencia de criterios y procederes entre Hitler y Stalin con respecto a sus colaboradores. Hitler mantuvo prácticamente a todos sus ministros y altos funcionarios durante los 12 años de su gobierno (Goebbels, Ribbentrop, Speer, Jodl, Keitel, Goering, Funk, Streicher, etc.) y ello a pesar del evidente fracaso de sus gestiones, como en el caso de Ribbentrop y Goering. Y lo mismo puede decirse de los militares; en muchos casos fueron relevados de sus mandos y tiempo después llamados nuevamente al servicio, como Guderian, Runstedt y Model. Y, salvo casos puntuales,como el de Canaris o Rommel, los que fueron desplazados no serían eliminados violentamente. Es evidente que Hitler prefería ver caras conocidas a su alrededor. En contrapartida, Stalin -tal vez por su caturaleza suspicaz y desconfiada hasta límites patológicos- cambiaba permaanetemente de funcionarios y jefes militares, los cuales al ser destituídos generalmente iban a terminar ante el pelotón de fusilamiento generalmente acusados de "saboteadores" y "enemigos del pueblo".
ResponderEliminarHess fue es y será el misterio más grande de la 2GM.
ResponderEliminarGrüsse aus J.
No creo, mucho en las memorias de Speer, creo que vivio casi toda su vida, despues de la segunga GM, tratando de convencer, que que fue un nazi"bueno". Es algo entendible, su posicion, salvarse de las manos de los poderosos aliados, estar años en carcel. Rudolf Hess, es y seguira haciendo un enigma. En lo particular, creo que llevaba un mensaje de Adolf Hitler al Rey de Inglaterra, lastimosamente no salio, todo como se planeo. Y, es logico, Hitler, no podia darse el lujo de aceptar, ese plan incumplido, pues eso lo pondria en desventaja enta los lideres mundiales, tenia que desvincularse con el. Ademas, creo que incluso, no queria que los suyos, su cupula cercana supiera de ese plan, para evitar cualquier percepcion de debiliad de su parte.
ResponderEliminarLa verdad que soy un apasionado de la historia del tercer Reich,y tengo la mayoría de las biografías de los principales personajes y jerarcas,llamese generales y demases.Pero me falta leer algo serio sobre Rudolf Hess,y he pensado en el libro:"El enigma Hess".Si alguien que ya haya leido este libro,me pudiera orientar,lo agradecería mucho.Mi nombre es Ronald y mi correo:a_pizarroascona@yahoo.es .Desde ya muchas gracias.
ResponderEliminarEs un Gran Libro,hace años que lo leí y verdaderamente después de leerlo entiendes muchas cosas,fue todo un complot de proporciones Gigantescas,que involucró a gente muy dispar,es una mezcla de espionaje y esoterismo,la duda que se pregunta uno es,¿Que miedo tenían los Ingleses y Soviéticos para no permitir que un anciano de más de 90 años pudiese salir en libertad,es que acaso la Historia no es como la conocemos?,"Ni los Buenos fueron tan Buenos,ni los malos tan malos".
EliminarNo hay que partirse la cabeza, Hess jamás habría tomado una decisión de ese calibre el solo.
ResponderEliminarHitler era un admirador total de Gran Bretaña y no quería esa guerra de ninguna de las maneras, mucho menos esperando el ataque a la URSS, por tanto hizo el plan y Hess, el más adepto, fiel y tonto de la clase aceptó.
Desde luego la pasión de Hitler con Inglaterra es de traca, lo que realmente hizo que no se emplease a fondo contra esta, con casos sangrantes como el de Dunkerque (¿que dará Inglaterra a la gente?). Eso le costó la victoria, la vida y nos ha sumergido en el mundo actual. Ya veremos donde termina todo esto.