Hitler detestaba el tabaco. Tanto, que terminó por prohibir que se fumara en su presencia. Antes incluso de que se supiera con certeza que el tabaquismo y el cáncer estaban muy relacionados, el Führer ya lo sospechaba. Tanto es así que tenía pensado prohibirlo al finalizar la guerra. Pero no quiso dejar sin ese pequeño placer a sus soldados. En la Alemania de Hitler ya se promulgaron las primeras leyes antitabaco. Lo que poca gente sabe, es que Hitler fue fumador en su juventud. Un gran fumador, además. Él mismo lo dijo:
"Me fumaba de veinticinco a cuarenta cigarrillos al día. Ahora bien, en aquella época un kreuzer representaba, para mi, más que diez mil marcos hoy. Un día hice la reflexión que con cinco kreuzers podía comprar mantequilla para poner sobre mi pan. Tiré cigarrillos al Danubio y desde entonces no he vuelto a fumar. Estoy persuadido de que si hubiera continuado fumando, no hubiera resistido a la vida de preocupaciones que llevo desde hace tanto tiempo. Es quizá ese detalle insignificante a lo que el pueblo alemán debe su salvación."
"En cuanto vuelva la paz suprimiré el tabaco. Podemos hacer mejor empleo de nuestras divisas que destinándolas a la importación de veneno. Empezaré la reeducación por los jóvenes. Les diré: "no sigáis el ejemplo de los viejos."
Me ha impactado esta frase: "Es quizá ese detalle insignificante a lo que el pueblo alemán debe su salvación".
ResponderEliminarOtro gran post, enhorabuena.
Pues sí, además desconocía que hubiera sido fumador en su juventud.
ResponderEliminar¡Gran blog! Sería interesante (a modo de sugerencia) un post sobre Hitler como orador. Fue genial: se acoplaba a la perfección a cualquier situación y tipo de oyentes, lo mismo podía hablar a una multitud enfervorecida, que a miembros incondicionales del partido, en el Reichstag o a grandes empresarios. Muy de destacar es su gesticulación, que usaba con gran habilidad teniendo en cuenta quiénes eran los oyentes, la situación, de qué se hablaba y qué tipo de reacción esperaba. Pero lo que más me llama la atención es cómo daba la entonación más adecuada a su voz.
En este punto también es muy interesante Goebbels como orador, pero claro, eso ya se sale de la temática de este blog... ;)
Adlertag.
Likuid: Si, ese comentario así, fuera de contexto,es muy llamativo. Ciertamente Hitler tenía un ego muy grande pero estas conversaciones pueden estar tomadas sin conocer muy bien la situación en las que fueron dichas. En todo caso, la frase fue pronunciada en un momento en que Alemania ocupaba gran parte de Europa y África del Norte y era muy poderosa. También es cierto que se tenía a Hitler como el salvador del pueblo alemán. El Führer se refería a que si hubiera seguido fumando, no podría haber hecho muchas de las cosas que hizo.
ResponderEliminarEn cuanto a la oratoria de Hitler, tenía pensado hablar sobre ello, por supuesto. En breve lo haré.
Saludos
Buen blog, me ha sorpendido.Enhorabuena.
ResponderEliminar